¡Aguanten bien, parce! Porque parece que este año nos vamos a llevar una sorpresa en el bolsillo. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ya anda pidiendo más lana para las elecciones del 2026, donde vamos a escoger al próximo Presidente y a los diputados que nos van a representar durante los próximos cuatro añitos. Dicen que necesitan unos ¢44 mil millones, ¡y eso es pa’ empezar!
Resulta que la Presidenta del TSE, Doña Eugenia Zamora, tuvo que defender el plan de gastos frente a la Comisión de Asuntos Hacendarios en la Asamblea. Le explicaron que el 1 de febrero nos jugamos la presidencia, y si nadie llega al 40%, allá por abril, nos toca volver a las urnas pa’ la segunda ronda. ¡Imagínate el fieston doble! Pa’ eso, claro, hay que gastar más, y ahí es donde empieza la bronca.
Pero espere unito, porque la cosa se pone aún más interesante. El TSE dice que, en total, pa' todo el proceso electoral (ambas rondas incluidas), necesitarían más de ¢44 mil millones. Según Doña Eugenia, “sí señor, están todos contemplados, alcanzan debidamente”. Con otras palabras, que no hay margen pa’ regatear, muchachos. Así que preparen sus cartera, porque esto pinta caro.
Y ojo, que eso es solo una parte del pastel. Pues resulta que pa’ el año 2026, el TSE se espera recibir más de ¢62 mil millones en total. De eso, unos ¢17 mil millones son pa’ mantener funcionando la institución durante todo el año. O sea, que entre las elecciones y el día a día, se les va la tira. Afortunadamente, dicen que todo esto representa apenas el 0,49% del presupuesto nacional completo. Pero, dígame usted, ¡0,49% de tanto dinero todavía es una buenada!
Ahora sí entremos al meollo del asunto: la llamada “deuda política”. Este es uno de los rubros más jugosos del presupuesto del TSE. Se trata del 46% del dinero que se le otorga a los partidos políticos mediante contribución estatal. Ese es el dinerito que reciben los partidos si tienen cierto respaldo popular o si consiguen llegar al Congreso. Básicamente, es como un resarcimiento por los gastos de campaña. Eso suma más de ¢15 mil millones, ¡una módica suma!
Lo curioso de este tema es que no todo el dinero se entrega de golpe. El TSE tiene un plazo de dos años para pagarle a los partidos, así que parte de ese dineral se presupuesta para el 2027 también. Esto tiene que ver con una modificación legislativa reciente, producto de un proyecto del mismo Diputado Acuña, que redujo el porcentaje de ese tipo de contribución estatal desde 0,19% hasta 0,11% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso, según el TSE, significó un ahorro de ¢42 mil millones – ¡una tertulia!
Y hablando de cambios legislativos, cabe recordar que esta reducción del porcentaje de la deuda política también afecta los procesos municipales del 2028. En fin, una maraña de leyes, proyectos y números que dan vuelta al presupuesto del TSE. El punto es que, aunque hayan ahorrado algunos colones, el costo de las elecciones sigue siendo alto. Especialmente considerando que, según algunas encuestas recientes del CIEP-UCR, la mayoría de los ticos todavía están indecisos sobre a quién votar, ¡y solo Laura Fernández supera el 10% de intención de voto! Esto significa que la pelea por el poder estará reñida, y seguramente habrá muchas sorpresas por venir. Ya saben, ¡esto es pura intriga tica!
Con todo esto, la pregunta que queda es: ¿Cree usted que el TSE necesita realmente todo ese presupuesto para las elecciones del 2026? ¿Será que podrían ahorrar aún más, o estamos ante un caso de gastadero público inevitable? Déjeme saber su opinión en el foro, ¡me interesa mucho leer qué piensa la gente!
Resulta que la Presidenta del TSE, Doña Eugenia Zamora, tuvo que defender el plan de gastos frente a la Comisión de Asuntos Hacendarios en la Asamblea. Le explicaron que el 1 de febrero nos jugamos la presidencia, y si nadie llega al 40%, allá por abril, nos toca volver a las urnas pa’ la segunda ronda. ¡Imagínate el fieston doble! Pa’ eso, claro, hay que gastar más, y ahí es donde empieza la bronca.
Pero espere unito, porque la cosa se pone aún más interesante. El TSE dice que, en total, pa' todo el proceso electoral (ambas rondas incluidas), necesitarían más de ¢44 mil millones. Según Doña Eugenia, “sí señor, están todos contemplados, alcanzan debidamente”. Con otras palabras, que no hay margen pa’ regatear, muchachos. Así que preparen sus cartera, porque esto pinta caro.
Y ojo, que eso es solo una parte del pastel. Pues resulta que pa’ el año 2026, el TSE se espera recibir más de ¢62 mil millones en total. De eso, unos ¢17 mil millones son pa’ mantener funcionando la institución durante todo el año. O sea, que entre las elecciones y el día a día, se les va la tira. Afortunadamente, dicen que todo esto representa apenas el 0,49% del presupuesto nacional completo. Pero, dígame usted, ¡0,49% de tanto dinero todavía es una buenada!
Ahora sí entremos al meollo del asunto: la llamada “deuda política”. Este es uno de los rubros más jugosos del presupuesto del TSE. Se trata del 46% del dinero que se le otorga a los partidos políticos mediante contribución estatal. Ese es el dinerito que reciben los partidos si tienen cierto respaldo popular o si consiguen llegar al Congreso. Básicamente, es como un resarcimiento por los gastos de campaña. Eso suma más de ¢15 mil millones, ¡una módica suma!
Lo curioso de este tema es que no todo el dinero se entrega de golpe. El TSE tiene un plazo de dos años para pagarle a los partidos, así que parte de ese dineral se presupuesta para el 2027 también. Esto tiene que ver con una modificación legislativa reciente, producto de un proyecto del mismo Diputado Acuña, que redujo el porcentaje de ese tipo de contribución estatal desde 0,19% hasta 0,11% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso, según el TSE, significó un ahorro de ¢42 mil millones – ¡una tertulia!
Y hablando de cambios legislativos, cabe recordar que esta reducción del porcentaje de la deuda política también afecta los procesos municipales del 2028. En fin, una maraña de leyes, proyectos y números que dan vuelta al presupuesto del TSE. El punto es que, aunque hayan ahorrado algunos colones, el costo de las elecciones sigue siendo alto. Especialmente considerando que, según algunas encuestas recientes del CIEP-UCR, la mayoría de los ticos todavía están indecisos sobre a quién votar, ¡y solo Laura Fernández supera el 10% de intención de voto! Esto significa que la pelea por el poder estará reñida, y seguramente habrá muchas sorpresas por venir. Ya saben, ¡esto es pura intriga tica!
Con todo esto, la pregunta que queda es: ¿Cree usted que el TSE necesita realmente todo ese presupuesto para las elecciones del 2026? ¿Será que podrían ahorrar aún más, o estamos ante un caso de gastadero público inevitable? Déjeme saber su opinión en el foro, ¡me interesa mucho leer qué piensa la gente!