¡Ay, Dios mío, qué bronca! Una tragedia se vivió este martes en Tibás, donde tres viviendas se desplomaron en la León XIII, dejando a decenas de familias literalmente a la calle. Parece mentira, pero esto pasó a escasos metros de donde venden los raspao’s del parque, imagínate el susto que se llevaron los vecinos. Las cosas están que arden y la gente buscando dónde meter la cabeza.
Según las autoridades, la zona es altamente vulnerable, ubicada en una ladera empinada cerca de un río. Ya saben cómo son esas cosas, siempre hay algún descuido. Además, parece que las casas tenían una orden de inhabitabilidad del Ministerio de Salud, ¡pero quién anda prestando atención a eso! Esto demuestra que las autoridades no están cuidando a la población como deberían. Un verdadero despache, te digo.
El Comité Municipal de Emergencias, los que siempre andan moviéndose, están ahí atendiendo la emergencia, tratando de ponerle parche a la situación. Dicen que trasladan las necesidades a instituciones como el IMAS para ayudar a las familias damnificadas. Pero, vamos a ser honestos, ¿el IMAS realmente va a resolver esto a largo plazo? Es un brete, porque estos problemas siempre requieren soluciones más profundas y duraderas.
Al parecer, una tubería vieja, toda rajada, empezó a gotear, humedeciendo el suelo y agudizando la inestabilidad. Imagínate, tierra mojada en una pendiente… ¡boom! Todo se vino abajo. Lo peor es que se trata de un asentamiento informal, donde la mayoría de las casas fueron construidas sin permisos ni supervisión técnica. Nadie revisó si el suelo era apto para construir, y ahora estamos pagando las consecuencias.
Las autoridades no se andan con rodeos: las condiciones estructurales del terreno son muy malas. Laderas pronunciadas, rellenos mal hechos, drenaje deficiente... todo contribuyó a este desastre. Hay que hacer algo ya, porque esto no puede seguir pasando. No podemos permitir que la gente viva en zonas de riesgo, expuesta a sufrir tragedias como esta. Urge revisar los planes de ordenamiento territorial y aplicar sanciones a quienes construyan de manera ilegal.
Muchos se preguntan, ¿quién es el responsable de todo esto? ¿La municipalidad por no vigilar?, ¿los constructores por armar casas a medio terminar?, ¿o simplemente la naturaleza jugando sus cartas? Tal vez sea una combinación de todos esos factores. Pero lo cierto es que las familias afectadas necesitan ayuda urgente, tanto económica como emocional. Que no les quiten el poquito que tienen, diay.
Y hablando de responsabilidad, no podemos olvidar que este tipo de situaciones suelen repetirse en Costa Rica. Siempre tenemos barrios precarios, construcciones inseguras y falta de planificación urbana. Es hora de dejar de echarle la culpa a otros y empezar a asumir nuestras responsabilidades como sociedad. Tenemos que exigir mejores servicios públicos, un mayor control estatal y un compromiso genuino con el bienestar de todos los ciudadanos. Porque, al final, todos terminamos viviendo en la misma casa.
Este caso nos obliga a reflexionar: ¿Cómo podemos garantizar que todas las familias costarricenses tengan acceso a una vivienda segura y digna, y qué medidas debemos tomar para evitar que tragedias como ésta se repitan en el futuro? Compartan sus ideas y experiencias en el foro, ¡necesitamos ponerle nacho a este problema!
Según las autoridades, la zona es altamente vulnerable, ubicada en una ladera empinada cerca de un río. Ya saben cómo son esas cosas, siempre hay algún descuido. Además, parece que las casas tenían una orden de inhabitabilidad del Ministerio de Salud, ¡pero quién anda prestando atención a eso! Esto demuestra que las autoridades no están cuidando a la población como deberían. Un verdadero despache, te digo.
El Comité Municipal de Emergencias, los que siempre andan moviéndose, están ahí atendiendo la emergencia, tratando de ponerle parche a la situación. Dicen que trasladan las necesidades a instituciones como el IMAS para ayudar a las familias damnificadas. Pero, vamos a ser honestos, ¿el IMAS realmente va a resolver esto a largo plazo? Es un brete, porque estos problemas siempre requieren soluciones más profundas y duraderas.
Al parecer, una tubería vieja, toda rajada, empezó a gotear, humedeciendo el suelo y agudizando la inestabilidad. Imagínate, tierra mojada en una pendiente… ¡boom! Todo se vino abajo. Lo peor es que se trata de un asentamiento informal, donde la mayoría de las casas fueron construidas sin permisos ni supervisión técnica. Nadie revisó si el suelo era apto para construir, y ahora estamos pagando las consecuencias.
Las autoridades no se andan con rodeos: las condiciones estructurales del terreno son muy malas. Laderas pronunciadas, rellenos mal hechos, drenaje deficiente... todo contribuyó a este desastre. Hay que hacer algo ya, porque esto no puede seguir pasando. No podemos permitir que la gente viva en zonas de riesgo, expuesta a sufrir tragedias como esta. Urge revisar los planes de ordenamiento territorial y aplicar sanciones a quienes construyan de manera ilegal.
Muchos se preguntan, ¿quién es el responsable de todo esto? ¿La municipalidad por no vigilar?, ¿los constructores por armar casas a medio terminar?, ¿o simplemente la naturaleza jugando sus cartas? Tal vez sea una combinación de todos esos factores. Pero lo cierto es que las familias afectadas necesitan ayuda urgente, tanto económica como emocional. Que no les quiten el poquito que tienen, diay.
Y hablando de responsabilidad, no podemos olvidar que este tipo de situaciones suelen repetirse en Costa Rica. Siempre tenemos barrios precarios, construcciones inseguras y falta de planificación urbana. Es hora de dejar de echarle la culpa a otros y empezar a asumir nuestras responsabilidades como sociedad. Tenemos que exigir mejores servicios públicos, un mayor control estatal y un compromiso genuino con el bienestar de todos los ciudadanos. Porque, al final, todos terminamos viviendo en la misma casa.
Este caso nos obliga a reflexionar: ¿Cómo podemos garantizar que todas las familias costarricenses tengan acceso a una vivienda segura y digna, y qué medidas debemos tomar para evitar que tragedias como ésta se repitan en el futuro? Compartan sus ideas y experiencias en el foro, ¡necesitamos ponerle nacho a este problema!
