¡Ay, Dios mío! Resulta que Tradeco, la misma empresa mexicana que el Gobierno quiere traerle encima al país para arreglar la ruta Barranca-Limonal, anda metida en unas movidas tan turbias allá afuera que dan ganas de agarrarse la cabeza. No es cuento, primos, esto va mucho más allá de unos atrasos técnicos; estamos hablando de investigaciones, sanciones, demandas millonarias y hasta toques con el mundo del narcotráfico. ¡Qué torta!
La Fiscalía y la Contraloría están reventando el caso a toda máquina, tratando de entender qué onda con este afán del Presidente Chaves por querer darle el contrato a Tradeco. Pero mientras tanto, la prensa mexicana está sacando a relucir un historial plagado de problemas que la empresa arrastra desde hace más de una década. No es algo nuevo, ni aislado, sino un patrón constante de desaciertos documentados por organismos de control y juzgados.
Pa' empezar, en 2016, la Secretaría de la Función Pública de México le puso hielo a Tradeco por 30 meses, impidiéndole meter mano en contratos con el gobierno federal y estatal. ¿El motivo? Incumplimiento en la construcción de un hospital, ¡uno que ya habían cancelado en 2015! La Auditoría Superior de la Federación confirmó que el proyecto se fue al traste, lleno de broncas técnicas y administrativas, y todavía en pelea judicial cinco años después de la cancelación. ¡Una verdadera carga!
Y eso no es todo, porque luego viene el lío millonario con el Ministerio de Defensa mexicano (Sedena) por un parque eólico. Se trata de casi 600 millones de pesos (más de 32 millones de dólares) que Sedena dice que Tradeco cobró por trabajos que nunca hizo, generando pérdidas adicionales. ¡Imagínate la bronca! El litigio sigue abierto, y Sedena tuvo que contratar a otras empresas para terminar el proyecto, duplicando los costos. Parece que el brete pa’ Tradeco es eterno.
Pero la cosa se pone más picante cuando hablamos de conexiones con el mundo del hampa. Según documentos judiciales de Estados Unidos, Carlos González Macías, que era vicepresidente de Tradeco Infraestructura, andaba tintineando con Juan Antonio “Tony” Hernández, el hermano del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, un sujeto tristemente célebre por su vínculo con el narcotráfico. Aparece mencionado en solicitudes de asistencia legal al Departamento de Justicia de EE.UU., y lo vinculaban con inversiones en Honduras. ¡Qué sal!
Aquí en Costa Rica, la Sección de Crimen Organizado del OIJ ya tenía informes de estos antecedentes internacionales, pero parece que nadie le prestó atención. El exministro Luis Amador, en declaraciones ante la Comisión de Control y Gasto Público, reveló que la Dirección de Inteligencia (DIS) advirtió al Presidente Chaves sobre estas cosas, pero el mensaje no llegó a buen término. Esto pinta feísimo, ¿eh?
La Fiscalía y la Contraloría están reventando el caso a toda máquina, tratando de entender qué onda con este afán del Presidente Chaves por querer darle el contrato a Tradeco. Pero mientras tanto, la prensa mexicana está sacando a relucir un historial plagado de problemas que la empresa arrastra desde hace más de una década. No es algo nuevo, ni aislado, sino un patrón constante de desaciertos documentados por organismos de control y juzgados.
Pa' empezar, en 2016, la Secretaría de la Función Pública de México le puso hielo a Tradeco por 30 meses, impidiéndole meter mano en contratos con el gobierno federal y estatal. ¿El motivo? Incumplimiento en la construcción de un hospital, ¡uno que ya habían cancelado en 2015! La Auditoría Superior de la Federación confirmó que el proyecto se fue al traste, lleno de broncas técnicas y administrativas, y todavía en pelea judicial cinco años después de la cancelación. ¡Una verdadera carga!
Y eso no es todo, porque luego viene el lío millonario con el Ministerio de Defensa mexicano (Sedena) por un parque eólico. Se trata de casi 600 millones de pesos (más de 32 millones de dólares) que Sedena dice que Tradeco cobró por trabajos que nunca hizo, generando pérdidas adicionales. ¡Imagínate la bronca! El litigio sigue abierto, y Sedena tuvo que contratar a otras empresas para terminar el proyecto, duplicando los costos. Parece que el brete pa’ Tradeco es eterno.
Pero la cosa se pone más picante cuando hablamos de conexiones con el mundo del hampa. Según documentos judiciales de Estados Unidos, Carlos González Macías, que era vicepresidente de Tradeco Infraestructura, andaba tintineando con Juan Antonio “Tony” Hernández, el hermano del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, un sujeto tristemente célebre por su vínculo con el narcotráfico. Aparece mencionado en solicitudes de asistencia legal al Departamento de Justicia de EE.UU., y lo vinculaban con inversiones en Honduras. ¡Qué sal!
Aquí en Costa Rica, la Sección de Crimen Organizado del OIJ ya tenía informes de estos antecedentes internacionales, pero parece que nadie le prestó atención. El exministro Luis Amador, en declaraciones ante la Comisión de Control y Gasto Público, reveló que la Dirección de Inteligencia (DIS) advirtió al Presidente Chaves sobre estas cosas, pero el mensaje no llegó a buen término. Esto pinta feísimo, ¿eh?