¡Ay, Dios mío! Quién lo diría... Las trombas de este jueves por la tarde agarraron desprevenido a to'los y transformaron la Gran Área Metropolitana en un gigantesco estacionamiento. Desde tempranas horas ya se veía venir el clavel, pero nadie pensó que llegaría a tanto. Ahora, todos los que nos aventuramos en la carretera estamos pagando el precio, y créanme, ¡qué despiche!
Según reportan las apps, Google Maps y Waze, la situación es crítica en varios puntos clave. La Circunvalación está hecha trizas, con atascos kilométricos desde el cruce de La Uruca hasta Monumento al Agua, pasando por la intersección con la ruta 27. Y ni hablar de Hatillo 3 y 8, ni Griega, ni la Fuente de la Hispanidad, la Rotonda de La Bandera y la del Bicentenario en Guadalupe – pura sopa, ¡pura torta! Parece que la infraestructura no aguantó el chaparrón.
Pero no es solo la Circunvalación la que está sufriendo. La autopista General Cañas, ese monstruo que conecta San José y Alajuela, también ha cedido. Largas filas se extienden a ambos lados, y los conductores, bueno, digamos que no están precisamente contentos. Sumemos a esto el caos en La Valencia (Heredia), Desamparados y Escazú, y nos damos cuenta de que la situación es realmente grave. El tráfico está pegado de punta a punta, literalmente.
Más allá de la capital, la cosa tampoco pinta bien. En San Rafael de Alajuela, Barreal, San Antonio de Belén, Santo Domingo de Heredia y La Unión de Cartago, los vehículos van avanzando a paso de tortuga, si es que avanzan. Se dice que algunos conductores ya están considerando abandonar sus carros y caminar, aunque con estas lluvias, ¡eso sería pura locura!
¿Qué pasó acá, diay? Es evidente que la planificación urbana y la inversión en infraestructura vial quedaron muy rezagadas. Siempre decimos “pa’ llá”, “más pa’ delante”, pero cuando llega la hora, vemos cómo nuestras ciudades se ahogan en el tráfico y en las inundaciones. ¿Será que necesitamos urgentemente repensar cómo nos movemos por esta país?
Ahora bien, el PANI ya asumió la protección de ese bebé encontrado en Hatillo, mientras que el OIJ sigue revisando las libretas de Anita McDonald, la suegra de Shock, buscando pistas sobre sus negocios turbios. La situación económica es otra vara preocupante, porque parece que Anita tenía una billetera virtual con más de un millón de dólares. ¡Imagínate qué brete! Y EE. UU. está valorando pedir su extradición… Vamos, Costa Rica, ¡tenemos que ponerle pausa a tantas cosas que andan dando vueltas!
Muchos se preguntan si el gobierno tomará medidas urgentes para solucionar este problema del tráfico. ¿Se invertirán recursos en mejorar la infraestructura vial? ¿Se implementarán soluciones alternativas como el transporte público masivo o la promoción del uso de la bicicleta? ¿O simplemente seguiremos arrastrándonos en este atasco interminable, lamentándonos cada vez que llueve? Porque, sinceramente, a este ritmo, ¡nos vamos a ir al traste!
En fin, la situación actual nos obliga a reflexionar sobre nuestra dependencia del automóvil y la necesidad urgente de buscar soluciones más sostenibles y eficientes. Pero dime, compa, ¿cuál crees tú que es la medida más efectiva para descongestionar la GAM y evitar que volvamos a vivir estos apocalipsis viales cada vez que llueve un poquito más fuerte?
Según reportan las apps, Google Maps y Waze, la situación es crítica en varios puntos clave. La Circunvalación está hecha trizas, con atascos kilométricos desde el cruce de La Uruca hasta Monumento al Agua, pasando por la intersección con la ruta 27. Y ni hablar de Hatillo 3 y 8, ni Griega, ni la Fuente de la Hispanidad, la Rotonda de La Bandera y la del Bicentenario en Guadalupe – pura sopa, ¡pura torta! Parece que la infraestructura no aguantó el chaparrón.
Pero no es solo la Circunvalación la que está sufriendo. La autopista General Cañas, ese monstruo que conecta San José y Alajuela, también ha cedido. Largas filas se extienden a ambos lados, y los conductores, bueno, digamos que no están precisamente contentos. Sumemos a esto el caos en La Valencia (Heredia), Desamparados y Escazú, y nos damos cuenta de que la situación es realmente grave. El tráfico está pegado de punta a punta, literalmente.
Más allá de la capital, la cosa tampoco pinta bien. En San Rafael de Alajuela, Barreal, San Antonio de Belén, Santo Domingo de Heredia y La Unión de Cartago, los vehículos van avanzando a paso de tortuga, si es que avanzan. Se dice que algunos conductores ya están considerando abandonar sus carros y caminar, aunque con estas lluvias, ¡eso sería pura locura!
¿Qué pasó acá, diay? Es evidente que la planificación urbana y la inversión en infraestructura vial quedaron muy rezagadas. Siempre decimos “pa’ llá”, “más pa’ delante”, pero cuando llega la hora, vemos cómo nuestras ciudades se ahogan en el tráfico y en las inundaciones. ¿Será que necesitamos urgentemente repensar cómo nos movemos por esta país?
Ahora bien, el PANI ya asumió la protección de ese bebé encontrado en Hatillo, mientras que el OIJ sigue revisando las libretas de Anita McDonald, la suegra de Shock, buscando pistas sobre sus negocios turbios. La situación económica es otra vara preocupante, porque parece que Anita tenía una billetera virtual con más de un millón de dólares. ¡Imagínate qué brete! Y EE. UU. está valorando pedir su extradición… Vamos, Costa Rica, ¡tenemos que ponerle pausa a tantas cosas que andan dando vueltas!
Muchos se preguntan si el gobierno tomará medidas urgentes para solucionar este problema del tráfico. ¿Se invertirán recursos en mejorar la infraestructura vial? ¿Se implementarán soluciones alternativas como el transporte público masivo o la promoción del uso de la bicicleta? ¿O simplemente seguiremos arrastrándonos en este atasco interminable, lamentándonos cada vez que llueve? Porque, sinceramente, a este ritmo, ¡nos vamos a ir al traste!
En fin, la situación actual nos obliga a reflexionar sobre nuestra dependencia del automóvil y la necesidad urgente de buscar soluciones más sostenibles y eficientes. Pero dime, compa, ¿cuál crees tú que es la medida más efectiva para descongestionar la GAM y evitar que volvamos a vivir estos apocalipsis viales cada vez que llueve un poquito más fuerte?
