¡Ay, Dios mío! Se armó un quilombo tremendo en la municipalidad de San José. Resulta que falleció Don Freddy Pérez Brenes, un mae que todos conocían y respetaban, trabajador hasta la médula. Era supervisor de parquímetros, pero también integraba la Dirección de Seguridad Ciudadana, echándole ganas en dos frentes. La noticia cayó como anillo de agua, dejando a toda la planilla desconsolada.
Don Freddy llevaba varios años sirviendo a la comunidad capitalina. Según nos cuentan los compañeros, siempre estaba dispuesto a echarle un brete, a ayudar a quien lo necesitara. No era de los que iban de listillos, sino de los que le ponían el hombro, dando lo mejor de sí mismo en cada tarea. Muchos recuerdan su amabilidad y su disposición para resolver cualquier problema que surgiera, desde explicar cómo funciona el sistema de parquímetros hasta colaborar en operativos de seguridad.
Marcelo Solano, el director de la Policía Municipal, lo describió como “un ejemplo de entrega y vocación de servicio”. ¡Imagínate! Lo trataba con cariño, porque decía que era un tipo capaz, responsable y diligente. En sus redes sociales escribió unas palabras conmovedoras, resaltando las cualidades profesionales y humanas de Don Freddy. Uno se pone a pensar qué vacío deja su ausencia en la institución.
La verdad, esto te golpea duro, mai. Uno piensa que estas cosas solo les pasan a otros, pero luego te das cuenta de que la vida es impredecible. Nadie sabe cuándo se va a irnos del carrete, así que hay que valorar cada momento, aprovechar cada oportunidad y agradecer por lo que tenemos. Don Freddy nos dejó un gran legado de honestidad, trabajo arduo y compromiso con la sociedad costarricense.
Desde la municipalidad enviaron un mensaje de condolencias a la familia de Don Freddy. Una carta de pésame llena de palabras bonitas, reconociendo la inmensa pérdida que representa su partida. Sabemos que estos momentos son difíciles, pero esperemos que encuentren consuelo en el recuerdo de un hombre bueno, un padre ejemplar y un compañero querido.
Aunque aún no se conocen los detalles exactos sobre las causas de su fallecimiento, se presume que pudo haber sido producto de complicaciones de salud repentinas. Las autoridades competentes ya están investigando el caso para esclarecer lo sucedido y brindar respuestas a sus seres queridos. Lo importante ahora es darle cristiana sepultura y acompañar a su familia en este duelo tan profundo.
Esta tragedia nos recuerda la importancia de valorar a nuestros servidores públicos, esos maes que trabajan incansablemente para mantener nuestras calles seguras y nuestro entorno limpio. Son héroes anónimos que merecen nuestro reconocimiento y agradecimiento. Aplausos para Don Freddy, un verdadero servidor de la patria, que siempre estará presente en el corazón de quienes lo conocieron y trabajaron con él.
En fin, una pena tremenda. Definitivamente esto nos hace reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de apreciar a quienes nos rodean. ¿Ustedes creen que deberíamos crear algún tipo de monumento o placa recordatoria en honor a Don Freddy dentro de la municipalidad para que su memoria perdure?
Don Freddy llevaba varios años sirviendo a la comunidad capitalina. Según nos cuentan los compañeros, siempre estaba dispuesto a echarle un brete, a ayudar a quien lo necesitara. No era de los que iban de listillos, sino de los que le ponían el hombro, dando lo mejor de sí mismo en cada tarea. Muchos recuerdan su amabilidad y su disposición para resolver cualquier problema que surgiera, desde explicar cómo funciona el sistema de parquímetros hasta colaborar en operativos de seguridad.
Marcelo Solano, el director de la Policía Municipal, lo describió como “un ejemplo de entrega y vocación de servicio”. ¡Imagínate! Lo trataba con cariño, porque decía que era un tipo capaz, responsable y diligente. En sus redes sociales escribió unas palabras conmovedoras, resaltando las cualidades profesionales y humanas de Don Freddy. Uno se pone a pensar qué vacío deja su ausencia en la institución.
La verdad, esto te golpea duro, mai. Uno piensa que estas cosas solo les pasan a otros, pero luego te das cuenta de que la vida es impredecible. Nadie sabe cuándo se va a irnos del carrete, así que hay que valorar cada momento, aprovechar cada oportunidad y agradecer por lo que tenemos. Don Freddy nos dejó un gran legado de honestidad, trabajo arduo y compromiso con la sociedad costarricense.
Desde la municipalidad enviaron un mensaje de condolencias a la familia de Don Freddy. Una carta de pésame llena de palabras bonitas, reconociendo la inmensa pérdida que representa su partida. Sabemos que estos momentos son difíciles, pero esperemos que encuentren consuelo en el recuerdo de un hombre bueno, un padre ejemplar y un compañero querido.
Aunque aún no se conocen los detalles exactos sobre las causas de su fallecimiento, se presume que pudo haber sido producto de complicaciones de salud repentinas. Las autoridades competentes ya están investigando el caso para esclarecer lo sucedido y brindar respuestas a sus seres queridos. Lo importante ahora es darle cristiana sepultura y acompañar a su familia en este duelo tan profundo.
Esta tragedia nos recuerda la importancia de valorar a nuestros servidores públicos, esos maes que trabajan incansablemente para mantener nuestras calles seguras y nuestro entorno limpio. Son héroes anónimos que merecen nuestro reconocimiento y agradecimiento. Aplausos para Don Freddy, un verdadero servidor de la patria, que siempre estará presente en el corazón de quienes lo conocieron y trabajaron con él.
En fin, una pena tremenda. Definitivamente esto nos hace reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la importancia de apreciar a quienes nos rodean. ¿Ustedes creen que deberíamos crear algún tipo de monumento o placa recordatoria en honor a Don Freddy dentro de la municipalidad para que su memoria perdure?
