¡Ay, Dios mío! Que despiche nos tocó ver hoy en el partido contra Haití. Parecía que estábamos jugando en reversa, los muchachos iban como espantas y la afición ya empezaba a armar bronca en las redes sociales. Se sentía el ambiente tenso, casi como cuando la CAFÉ se va al lote y te quedas varadito con toda la familia.
Desde el pitazo inicial, parecía que algo andaba bizco. El planteamiento de Miguel Herrera, el ‘Piojo’, dejó mucho que desear. Un inicio lento, sin ideas claras, y un Haití que aprovechó cada hueco, cada descuido. Al medio tiempo, íbamos perdiendo 1-0 y la verdad, era un milagro estar ahí todavía. Muchos ya murmuraban que este viaje internacional iba a terminar siendo un brete mayor de lo esperado.
La preocupación crecía porque la Sele se veía apática, sin chispa, sin ganas aparentes. Eran evidentes las consecuencias del viaje desde Moscú para algunos jugadores, especialmente para Manfred Ugalde, quien quedó fuera del once inicial precisamente por cansancio. La hinchada, que venía ilusionada con la posibilidad de clasificar al mundial, empezaba a perder la fe. Era evidente que necesitábamos un cambio radical, algo que le inyectara vida al equipo.
Y ahí entró Ugalde. Calentando unos minutos antes, generando expectativa entre los pocos optimistas que quedaban. Su ingreso al campo fue recibido con aplausos tímidos, pero llenos de esperanza. La vara estaba alta, pues se esperaba que el delantero del Spartak Moscú pudiera darle otra cara al ataque costarricense, sacándonos del pozo en el que nos habíamos metido. Se respiraba una mezcla de nerviosismo y anhelo por un milagro futbolístico, una de esas jugadas a última hora que nos han rescatado en otras ocasiones.
Ugalde, con su velocidad y habilidad, empezó a generar peligro, moviendo la defensa haitiana. Sus gambetas eran un bálsamo para nuestros ojos, acostumbrados a ver a los nuestros arrastrarse por la cancha. Aunque no logró anotar de inmediato, su presencia cambió la dinámica del juego. De repente, había más movimiento, más intención, más vida en el equipo. Parecía que el 'mae' había traído un soplo de aire fresco a este partido agónico.
Pero ni siquiera la entrada de Ugalde pudo evitar lo inevitable. A pesar de los esfuerzos, Haití defendió con uñas y dientes, cerrando todos los espacios y contragolpeando con peligrosidad. Al final, el marcador se mantuvo así, 1-0 a favor de los haitianos. Una derrota dolorosa, que nos aleja considerablemente de la clasificación al Mundial. Vaya sal nos cayó encima, diay, qué pena tener que verlo así. Ahora toca lamerse las heridas y prepararse para los próximos desafíos.
La prensa deportiva ya está que arde, analizando cada decisión del ‘Piojo’ y cuestionando el rendimiento de varios jugadores. Las redes sociales son un hervidero de críticas y memes. Algunos exigen la renuncia del técnico, otros piden cambios profundos en la selección nacional. La realidad es clara: necesitamos urgentemente una renovación, tanto táctica como mental. Pero también hay que recordar que aún queda camino por recorrer y que no debemos bajar los brazos. Este revés puede servirnos como aprendizaje para seguir creciendo y mejorar nuestro fútbol. Después de todo, ¿qué sería de nosotros sin alguna que otra crisis para ponerle emoción a la vida?
Con este panorama tan sombrío, ¿creen ustedes que es momento de buscar un nuevo entrenador para la Selección Nacional o creen que Miguel Herrera aún tiene oportunidad de revertir la situación y llevarnos al Mundial? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
Desde el pitazo inicial, parecía que algo andaba bizco. El planteamiento de Miguel Herrera, el ‘Piojo’, dejó mucho que desear. Un inicio lento, sin ideas claras, y un Haití que aprovechó cada hueco, cada descuido. Al medio tiempo, íbamos perdiendo 1-0 y la verdad, era un milagro estar ahí todavía. Muchos ya murmuraban que este viaje internacional iba a terminar siendo un brete mayor de lo esperado.
La preocupación crecía porque la Sele se veía apática, sin chispa, sin ganas aparentes. Eran evidentes las consecuencias del viaje desde Moscú para algunos jugadores, especialmente para Manfred Ugalde, quien quedó fuera del once inicial precisamente por cansancio. La hinchada, que venía ilusionada con la posibilidad de clasificar al mundial, empezaba a perder la fe. Era evidente que necesitábamos un cambio radical, algo que le inyectara vida al equipo.
Y ahí entró Ugalde. Calentando unos minutos antes, generando expectativa entre los pocos optimistas que quedaban. Su ingreso al campo fue recibido con aplausos tímidos, pero llenos de esperanza. La vara estaba alta, pues se esperaba que el delantero del Spartak Moscú pudiera darle otra cara al ataque costarricense, sacándonos del pozo en el que nos habíamos metido. Se respiraba una mezcla de nerviosismo y anhelo por un milagro futbolístico, una de esas jugadas a última hora que nos han rescatado en otras ocasiones.
Ugalde, con su velocidad y habilidad, empezó a generar peligro, moviendo la defensa haitiana. Sus gambetas eran un bálsamo para nuestros ojos, acostumbrados a ver a los nuestros arrastrarse por la cancha. Aunque no logró anotar de inmediato, su presencia cambió la dinámica del juego. De repente, había más movimiento, más intención, más vida en el equipo. Parecía que el 'mae' había traído un soplo de aire fresco a este partido agónico.
Pero ni siquiera la entrada de Ugalde pudo evitar lo inevitable. A pesar de los esfuerzos, Haití defendió con uñas y dientes, cerrando todos los espacios y contragolpeando con peligrosidad. Al final, el marcador se mantuvo así, 1-0 a favor de los haitianos. Una derrota dolorosa, que nos aleja considerablemente de la clasificación al Mundial. Vaya sal nos cayó encima, diay, qué pena tener que verlo así. Ahora toca lamerse las heridas y prepararse para los próximos desafíos.
La prensa deportiva ya está que arde, analizando cada decisión del ‘Piojo’ y cuestionando el rendimiento de varios jugadores. Las redes sociales son un hervidero de críticas y memes. Algunos exigen la renuncia del técnico, otros piden cambios profundos en la selección nacional. La realidad es clara: necesitamos urgentemente una renovación, tanto táctica como mental. Pero también hay que recordar que aún queda camino por recorrer y que no debemos bajar los brazos. Este revés puede servirnos como aprendizaje para seguir creciendo y mejorar nuestro fútbol. Después de todo, ¿qué sería de nosotros sin alguna que otra crisis para ponerle emoción a la vida?
Con este panorama tan sombrío, ¿creen ustedes que es momento de buscar un nuevo entrenador para la Selección Nacional o creen que Miguel Herrera aún tiene oportunidad de revertir la situación y llevarnos al Mundial? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
