¡Agarrénse que les voy a contar una vaina buena, pura vida! Aquí en nuestro querido país, hemos dado un brinco gigante en lo que respecta a la donación de órganos. Resulta que, gracias al esfuerzo de muchos, hemos duplicado la cantidad de órganos donados en los últimos tres años. ¡Eso significa que hay más esperanzas para nuestros vecinos que necesitan una mano!
Según el Ministerio de Salud, estamos hablando de un aumento del 171%. ¿Se imaginan eso? Antes, la donación era más bien parada, pero ahora vamos a toda marcha. Esto nos coloca entre los países de la región que más han avanzado en este tema, lo cual nos llena de orgullo. Estamos demostrando que cuando nos echamos unas ganas, podemos lograr cosas increíbles.
Para ponerle números a esto, durante el 2023 tuvimos apenas 21 donantes, lo que daba una tasa de 4.09 por millón de habitantes. Pero miren nomás, ¡en el 2025 llegamos a 57 donantes! Eso equivale a una tasa de 10.98 por millón de habitantes – la más alta que hemos visto en años. El 2024 tampoco anduvo mal, con 29 donantes, pero este año sí se ven los resultados de todos esos esfuerzos. Se nota que el brete está creciendo.
Y claro, ¿qué significa todo esto? Pues que muchísimas personas que estaban esperando un trasplante tienen ahora una oportunidad real de volver a vivir una vida plena, sin ataduras ni limitaciones. Imaginen la alegría de poder recuperar la salud, de poder estar ahí para sus familias, de poder disfrutar de las pequeñas cosas que a veces damos por sentadas. Donar un órgano es darle otra oportunidad a alguien, es un regalo invaluable.
La doctora Mariela Marín, ministra de Salud, lo dijo clarito: “Donar es un acto de amor que trasciende la vida”. Y es verdad, mae. No hay nada más noble que pensar en los demás y querer ayudarles aunque ya no estemos nosotros. Por eso, el Ministerio está haciendo un llamado a todos los hogares costarricenses para que hablen sobre la donación de órganos. Que no quede como un tabú, que hablemos abiertamente sobre la posibilidad de donar y así podamos salvar vidas.
Ahora, quizás algunos se pregunten qué tan seguro es todo esto. Bueno, el proceso de donación es muy riguroso y se realiza bajo estrictas normas de seguridad y transparencia. Se garantiza que la identidad del donante se mantenga confidencial y que los órganos se distribuyan de manera justa y equitativa. Además, se realizan pruebas exhaustivas para asegurar que los órganos sean compatibles con los receptores.
Pero además de los aspectos técnicos, también hay un componente emocional muy importante. Es la valentía de las familias de tomar esa difícil decisión de donar los órganos de sus seres queridos. Sé que no es fácil, pero quiero decirles que su gesto es extraordinario y deja una huella imborrable en la vida de muchas personas. Ustedes realmente son unos héroes anónimos, ¡y aquí les dejamos nuestra gratitud!
Así que, pensando en todo esto, me pregunto… ¿Ustedes ya hablaron con sus familias sobre la donación de órganos? ¿Creen que deberíamos hacer campañas más fuertes para sensibilizar a la población sobre este tema tan importante? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡quiero leer sus opiniones!
Según el Ministerio de Salud, estamos hablando de un aumento del 171%. ¿Se imaginan eso? Antes, la donación era más bien parada, pero ahora vamos a toda marcha. Esto nos coloca entre los países de la región que más han avanzado en este tema, lo cual nos llena de orgullo. Estamos demostrando que cuando nos echamos unas ganas, podemos lograr cosas increíbles.
Para ponerle números a esto, durante el 2023 tuvimos apenas 21 donantes, lo que daba una tasa de 4.09 por millón de habitantes. Pero miren nomás, ¡en el 2025 llegamos a 57 donantes! Eso equivale a una tasa de 10.98 por millón de habitantes – la más alta que hemos visto en años. El 2024 tampoco anduvo mal, con 29 donantes, pero este año sí se ven los resultados de todos esos esfuerzos. Se nota que el brete está creciendo.
Y claro, ¿qué significa todo esto? Pues que muchísimas personas que estaban esperando un trasplante tienen ahora una oportunidad real de volver a vivir una vida plena, sin ataduras ni limitaciones. Imaginen la alegría de poder recuperar la salud, de poder estar ahí para sus familias, de poder disfrutar de las pequeñas cosas que a veces damos por sentadas. Donar un órgano es darle otra oportunidad a alguien, es un regalo invaluable.
La doctora Mariela Marín, ministra de Salud, lo dijo clarito: “Donar es un acto de amor que trasciende la vida”. Y es verdad, mae. No hay nada más noble que pensar en los demás y querer ayudarles aunque ya no estemos nosotros. Por eso, el Ministerio está haciendo un llamado a todos los hogares costarricenses para que hablen sobre la donación de órganos. Que no quede como un tabú, que hablemos abiertamente sobre la posibilidad de donar y así podamos salvar vidas.
Ahora, quizás algunos se pregunten qué tan seguro es todo esto. Bueno, el proceso de donación es muy riguroso y se realiza bajo estrictas normas de seguridad y transparencia. Se garantiza que la identidad del donante se mantenga confidencial y que los órganos se distribuyan de manera justa y equitativa. Además, se realizan pruebas exhaustivas para asegurar que los órganos sean compatibles con los receptores.
Pero además de los aspectos técnicos, también hay un componente emocional muy importante. Es la valentía de las familias de tomar esa difícil decisión de donar los órganos de sus seres queridos. Sé que no es fácil, pero quiero decirles que su gesto es extraordinario y deja una huella imborrable en la vida de muchas personas. Ustedes realmente son unos héroes anónimos, ¡y aquí les dejamos nuestra gratitud!
Así que, pensando en todo esto, me pregunto… ¿Ustedes ya hablaron con sus familias sobre la donación de órganos? ¿Creen que deberíamos hacer campañas más fuertes para sensibilizar a la población sobre este tema tan importante? Déjenme saber qué piensan en los comentarios, ¡quiero leer sus opiniones!
