Miren, denle play a esto: el Waldorf Astoria Costa Rica Punta Cacique ya abrió sus puertas oficialmente, y pa' algunos, eso significa que ahora sí podemos soñar con unas vacaciones dignas de Instagram. Lo bueno es que no solo es lujo, parece que le están poniendo empeño a lo sostenible, algo que agradecemos porque ya estamos hasta las narices de ver depredación turística a diestra y siniestra.
La inauguración, que pasó la semana pasada, tuvo a todos los peces gordos presentes: Hilton, funcionarios del gobierno, y los dueños del proyecto. Se rifaron con la ubicación, en los acantilados de Punta Cacique, con una vista al Pacífico que te deja boquiabierto. Imagínate tomarte unos patitas de mono ahí arriba viendo la puesta de sol... ¡Ay, qué chiva!
Chris Nassetta, el jefe de Hilton, comentó que están orgullosos de llevar esta experiencia de lujo a Latinoamérica, combinando la vibra cultural pura vida con la biodiversidad que tenemos acá, que ni nos damos cuenta a veces cuánto tesoro tenemos. Un buen recordatorio para valorar lo nuestro antes de irnos a buscar cosas lejanas.
Pero no solo son palabras bonitas. Steve Case, del Revolution, dice que este resort busca inspirar a las futuras generaciones de viajeros y definir la esencia de Punta Cacique. Suena ambicioso, ¿verdad? Esperemos que no terminen convirtiendo el lugar en un parque temático y pierdan ese encanto natural que lo hace especial.
Phillipe Garnier, de Garnier & Garnier, los responsables del desarrollo, enfatizó que este proyecto va más allá de construir un hotel; es un legado que demuestra el talento local y el potencial de Guanacaste. Eso sí, hay que estar pendientes de que esos empleos sean realmente buenos y no simples trabajos mal pagados para darles apariencia de “responsabilidad social”. ¡Vamos, no nos duerman!
Eduardo y Mauricio Gruener, los jeves de Cacique Investors, los que pusieron la pasta, resaltaron cómo lograron convertir la idea en realidad, juntando a todos los actores clave. Parece que saben bien cómo jugar el juego del negocio, pero también dicen que están comprometidos con el empleo calificado y fortalecer el sector turístico. Ya veremos si cumplen, vamos a tenerlos bajo la lupa.
El resort, ubicado en Playa Penca, promete ser un refugio de paz con vistas espectaculares de la costa. Dicen que combinan el servicio de lujo con actividades locales interesantes, invitándonos a conectar con la verdadera esencia de Costa Rica. Suena lindo en teoría, pero esperemos que no se traduzca en precios exorbitantes que solo puedan pagar los gringos con tarjeta de oro. Porque la ‘pura vida’ también es accesible, ¿no?
Ahora viene la gran pregunta, mi gente del Foro: ¿creen que estos proyectos de lujo pueden coexistir con el turismo sostenible en Costa Rica, o terminaremos sacrificando nuestros recursos naturales y nuestra identidad cultural en nombre del progreso económico? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan ustedes sobre este brete!
La inauguración, que pasó la semana pasada, tuvo a todos los peces gordos presentes: Hilton, funcionarios del gobierno, y los dueños del proyecto. Se rifaron con la ubicación, en los acantilados de Punta Cacique, con una vista al Pacífico que te deja boquiabierto. Imagínate tomarte unos patitas de mono ahí arriba viendo la puesta de sol... ¡Ay, qué chiva!
Chris Nassetta, el jefe de Hilton, comentó que están orgullosos de llevar esta experiencia de lujo a Latinoamérica, combinando la vibra cultural pura vida con la biodiversidad que tenemos acá, que ni nos damos cuenta a veces cuánto tesoro tenemos. Un buen recordatorio para valorar lo nuestro antes de irnos a buscar cosas lejanas.
Pero no solo son palabras bonitas. Steve Case, del Revolution, dice que este resort busca inspirar a las futuras generaciones de viajeros y definir la esencia de Punta Cacique. Suena ambicioso, ¿verdad? Esperemos que no terminen convirtiendo el lugar en un parque temático y pierdan ese encanto natural que lo hace especial.
Phillipe Garnier, de Garnier & Garnier, los responsables del desarrollo, enfatizó que este proyecto va más allá de construir un hotel; es un legado que demuestra el talento local y el potencial de Guanacaste. Eso sí, hay que estar pendientes de que esos empleos sean realmente buenos y no simples trabajos mal pagados para darles apariencia de “responsabilidad social”. ¡Vamos, no nos duerman!
Eduardo y Mauricio Gruener, los jeves de Cacique Investors, los que pusieron la pasta, resaltaron cómo lograron convertir la idea en realidad, juntando a todos los actores clave. Parece que saben bien cómo jugar el juego del negocio, pero también dicen que están comprometidos con el empleo calificado y fortalecer el sector turístico. Ya veremos si cumplen, vamos a tenerlos bajo la lupa.
El resort, ubicado en Playa Penca, promete ser un refugio de paz con vistas espectaculares de la costa. Dicen que combinan el servicio de lujo con actividades locales interesantes, invitándonos a conectar con la verdadera esencia de Costa Rica. Suena lindo en teoría, pero esperemos que no se traduzca en precios exorbitantes que solo puedan pagar los gringos con tarjeta de oro. Porque la ‘pura vida’ también es accesible, ¿no?
Ahora viene la gran pregunta, mi gente del Foro: ¿creen que estos proyectos de lujo pueden coexistir con el turismo sostenible en Costa Rica, o terminaremos sacrificando nuestros recursos naturales y nuestra identidad cultural en nombre del progreso económico? Déjenme saber su opinión en los comentarios, ¡quiero leer qué piensan ustedes sobre este brete!
