¡Ay, Dios mío, qué bronca! El caso de Randall Zúñiga sigue dando de qué hablar y parece que ni la Corte Suprema de Justicia logra ponerle fin. Justo cuando todos pensábamos que iba a haber luz verde para que volviera a dirigir el OIJ, ¡boom!, sale esta nueva bomba. Una quinta denuncia, dicen... y encima por violación. ¡Esto sí que es un brete!
Como saben, la historia comenzó hace unos meses con esas cuatro denuncias iniciales por supuesto abuso sexual. Desde entonces, el pobre Randall está suspendido con goce de salario, esperando que le digan si puede volver a su puesto o si se va al traste. Pero claro, entre tanto, la Corte programó una audiencia para revisar esos testimonios, pensando que quizás podían levantarle la suspensión.
Pero ahí es donde entra Walter Chaves, abogado de una de las denunciantes, que no se quedó callado. Él mismo expresó que es “sumamente necesario” que la Corte mantenga la suspensión. ¿Se imaginan? Dejarlo dirigiendo el OIJ mientras lo están investigando… ¡Eso es darle pa’lante a que se manden más macanas! Dice que es un riesgo para la justicia y para las víctimas, y tiene toda la razón del mundo.
Y no es solo eso. Además de la nueva denuncia, resulta que la Inspección Judicial también está investigando a Zúñiga por presuntamente compartir información confidencial de casos con las denunciantes. ¡Imaginen la magnitud de eso! Compartir información clasificada que estaba bajo investigación del propio OIJ. Eso es meterse hasta el cuello en un problemón y traicionar la confianza pública, chunches.
Esta nueva acusación, que seguramente estará lista entre este viernes y el lunes, viene a poner aún más presión sobre la Corte. Ahora, los magistrados tienen que lidiar con el anuncio de esta denuncia por violación, que obviamente es lo más serio, además de investigar si realmente hubo filtraciones de información confidencial. ¡Qué vara tan complicada tienen!
La audiencia del lunes será crucial. La Corte tendrá que evaluar cuidadosamente la "rectificación" de los testimonios de las denunciantes, considerando que ahora hay una quinta acusación mucho más grave pendiendo de un hilo. Seamos claros, la decisión que tome la Corte podría tener consecuencias enormes para el futuro del OIJ y para la credibilidad del sistema de justicia costarricense. La confianza del pueblo está en juego, maes.
Muchos se preguntan si Zúñiga podrá salir adelante de esto. Algunos aseguran que tiene contactos poderosos que lo van a sacar del apuro, otros creen que su carrera está terminada. Lo cierto es que el caso Zúñiga ha destapado una serie de irregularidades dentro del OIJ que eran conocidas por algunos, pero que nadie se atrevía a denunciar abiertamente. Parece que ahora la verdad está saliendo a la luz, aunque el proceso sea lento y doloroso.
En fin, la trama es densa y llena de vueltas inesperadas. Con todas estas acusaciones y pesquisas, ¿creen ustedes que Randall Zúñiga debería renunciar a su cargo, independientemente de la decisión de la Corte? ¿O consideran que debe esperar a que se resuelva la investigación para tomar una determinación?
Como saben, la historia comenzó hace unos meses con esas cuatro denuncias iniciales por supuesto abuso sexual. Desde entonces, el pobre Randall está suspendido con goce de salario, esperando que le digan si puede volver a su puesto o si se va al traste. Pero claro, entre tanto, la Corte programó una audiencia para revisar esos testimonios, pensando que quizás podían levantarle la suspensión.
Pero ahí es donde entra Walter Chaves, abogado de una de las denunciantes, que no se quedó callado. Él mismo expresó que es “sumamente necesario” que la Corte mantenga la suspensión. ¿Se imaginan? Dejarlo dirigiendo el OIJ mientras lo están investigando… ¡Eso es darle pa’lante a que se manden más macanas! Dice que es un riesgo para la justicia y para las víctimas, y tiene toda la razón del mundo.
Y no es solo eso. Además de la nueva denuncia, resulta que la Inspección Judicial también está investigando a Zúñiga por presuntamente compartir información confidencial de casos con las denunciantes. ¡Imaginen la magnitud de eso! Compartir información clasificada que estaba bajo investigación del propio OIJ. Eso es meterse hasta el cuello en un problemón y traicionar la confianza pública, chunches.
Esta nueva acusación, que seguramente estará lista entre este viernes y el lunes, viene a poner aún más presión sobre la Corte. Ahora, los magistrados tienen que lidiar con el anuncio de esta denuncia por violación, que obviamente es lo más serio, además de investigar si realmente hubo filtraciones de información confidencial. ¡Qué vara tan complicada tienen!
La audiencia del lunes será crucial. La Corte tendrá que evaluar cuidadosamente la "rectificación" de los testimonios de las denunciantes, considerando que ahora hay una quinta acusación mucho más grave pendiendo de un hilo. Seamos claros, la decisión que tome la Corte podría tener consecuencias enormes para el futuro del OIJ y para la credibilidad del sistema de justicia costarricense. La confianza del pueblo está en juego, maes.
Muchos se preguntan si Zúñiga podrá salir adelante de esto. Algunos aseguran que tiene contactos poderosos que lo van a sacar del apuro, otros creen que su carrera está terminada. Lo cierto es que el caso Zúñiga ha destapado una serie de irregularidades dentro del OIJ que eran conocidas por algunos, pero que nadie se atrevía a denunciar abiertamente. Parece que ahora la verdad está saliendo a la luz, aunque el proceso sea lento y doloroso.
En fin, la trama es densa y llena de vueltas inesperadas. Con todas estas acusaciones y pesquisas, ¿creen ustedes que Randall Zúñiga debería renunciar a su cargo, independientemente de la decisión de la Corte? ¿O consideran que debe esperar a que se resuelva la investigación para tomar una determinación?
