Creer en religiones es tan natural como un niño y su juguete preferido. El hecho de que no haya prueba de gente que nos llama desde el otro lado es un indicio claro de que la dinámica llamada muerte no es otra cosa que un nuevo juego.Creer en religiones ,es una enfermedad mental ,un ego tan grande que no puede comprender que cuando se muere ya no hay nada ,un varió oscuro ,algo así como dormir y no soñar ,no darse cuenta de nada
Creer en la muerte de la conciencia comparándola con dormir y perderse en la inconciencia es como decir que yo me despierto por la mañana y puedo tocar el sol con los ojos abiertos, es decir, una analogía que no captura la verdadera naturaleza de la experiencia.