Lo que me preocupa de esta masacre es la despreocupacion institucional. Igual que con la seguridad ciudadana y la defensa civil, el estado no asume ninguna responsabilidad.
La legislacion vigente califica como "homicidio culposo" los accidentes de transito, so-pretexto de no ser "intencionales". Por ende, la masiva mayoria de los juicios terminan con condenatorias que no incluyen terminos en prision y mucho menos rehabilitacion para el transgresor o seguimiento para evitar que pueda atentar nuevamente contra la ciudadania.
El ebrio consuetudinario que mato y mutilo en la pista a Guapiles hace año y medio, tan solo un año despues fue encontrado igualmente ebrio en San Jose, a pesar de tener la licencia "retirada". Una vez salido de las noticias, el asesino se supo seguro de que nadie iba a dar seguimiento a su caso y la prueba abrumadora fueron las tomas de la TV nacional. Con mas que absoluta seguridad, si fuesemos a darle seguimiento hoy, le encontrariamos ebrio tras el volante, disfrutando la desidia gubernamental.
Creo que los diputados se aseguran que sus hijos chineaditos tengan una oportunidad de matar a mansalva y salir libres, por lo cual, generacion tras generacion, se niegan en redondo y en cuadrado a tipificar los delitos de transito con penas mucho mayores. Esperaremos tanto a una modificacion a las leyes de transito vigentes como a la modificacion consitucional para que los diputados sean electos por votacion directa.
El estado costarricense hace mucho decidio dedicarse a cobrar impuestos y a desligarse de obligaciones que no implican fama y fortuna para quienes las llevan a cabo. La seguridad social y fisica de los ciudadanos no constituye merito para un Premio Nobel, asi que el gobierno no ve la relevancia de reestructurarse para servir adecuadamente a sus ciudadanos.