El aleteo es sumamente cruel y repugnante. Y es una idiotez decir que vale la pena que siga al práctica, porque el tiburón es letal, asignando cualidades antropomórficas a un animal.
Como custodios de la naturaleza, es nuestra obligación cuidar la especie. Pero quizás lo más sensible y razonable es que en lugar de prohibir a rajatabla la caza del tiburón, controlaral de un modo que la población no se extinga, al mismo tiempo de garantizar la demanda por el producto.
Me parece que el aleteo es consecuencia de la misma prohibición que existe a la caza. Es más fácil transportar y esconder sólo las aletas, que el cuerpo entero del tiburón. Además, como nadie tiene propiedad sobreel tiburón, la tendencia es a sobre-explotarlo.
Si se estableciera un sistema de permisos de caza, con cuotas específicas, por las que debe pagarse, de podría financiar un sistema de monitoreo y vigilancia de los tiburones y los pescadores, para garantizar que se cumpla. Los permisos serían además por una cantidad fija que permita la repoblación o al menos el mantenimiento de la población de tiburones en el tiempo, garantizando así la supervivencia de la especie, y la utilización racional del mismo.