Paladin:
El asunto no es tan simple. Un subsidio es válido (no importa de cual ideología sea el gobierno) si cumple con ciertas premisas básicas:
1. Que tenga sustento económico autónomo y permanente. (jurídica y hacendariamente). Un buen ejemplo es el INA en Costa Rica. Un mal ejemplo es el bono de vivienda, con Calderón Fournier se regaló, debilitando el programa y no permitiendo su continuidad.
2. Que esté focalizado apropiadamente (que vaya a los que realmente lo necesitan y nunca a los que no). Ejemplo: caso del diesel en Costa Rica, se subsidió para vehículos de trabajo y los multimillonarios traían vehículos de gran lujo ¡subsidiados en su consumo de combustible! y la capa media pagaba altos precios en gasolina.
3. Que en su substancia esté orientado a mejorar una condición social, no a mantenerla, es decir, que conduzca a la promoción social, no a la condena social. El caso mejor de nuevo es el INA. Se subsidian los estudios de obreros, que terminan capacitándose y mejorando su condición social. Otro es el programa Avancemos, que garantiza que los jóvenes se mantengan en la carrera estudiantil. Otro es el de los Comedores Escolares (niños con hambre no pueden estudiar).
El problema es cuando esos subsidios carecen de los tres elementos, terminan siendo una carga insostenible, ineficaz y que termina en corrupción al ser usadas por quienes no lo necesitan a costilla de la mayoría. O sea, recursos desperdiciados y esto también es criminal ¿no le parece?
El asunto no es tan simple. Un subsidio es válido (no importa de cual ideología sea el gobierno) si cumple con ciertas premisas básicas:
1. Que tenga sustento económico autónomo y permanente. (jurídica y hacendariamente). Un buen ejemplo es el INA en Costa Rica. Un mal ejemplo es el bono de vivienda, con Calderón Fournier se regaló, debilitando el programa y no permitiendo su continuidad.
2. Que esté focalizado apropiadamente (que vaya a los que realmente lo necesitan y nunca a los que no). Ejemplo: caso del diesel en Costa Rica, se subsidió para vehículos de trabajo y los multimillonarios traían vehículos de gran lujo ¡subsidiados en su consumo de combustible! y la capa media pagaba altos precios en gasolina.
3. Que en su substancia esté orientado a mejorar una condición social, no a mantenerla, es decir, que conduzca a la promoción social, no a la condena social. El caso mejor de nuevo es el INA. Se subsidian los estudios de obreros, que terminan capacitándose y mejorando su condición social. Otro es el programa Avancemos, que garantiza que los jóvenes se mantengan en la carrera estudiantil. Otro es el de los Comedores Escolares (niños con hambre no pueden estudiar).
El problema es cuando esos subsidios carecen de los tres elementos, terminan siendo una carga insostenible, ineficaz y que termina en corrupción al ser usadas por quienes no lo necesitan a costilla de la mayoría. O sea, recursos desperdiciados y esto también es criminal ¿no le parece?