Celulares llegan más a la clase baja gracias a sistema prepago - TECNOLOGIA - La Nación
La llegada del sistema prepago facilitó a los ticos de escasos recursos económicos el acceso a la telefonía celular.
Así se desprende de un estudio de opinión realizado por la empresa Unimer para La Nación.
De acuerdo con esta investigación, el 77,1% de las personas de nivel socioeconómico bajo tiene actualmente un celular propio.
En contraste, un estudio elaborado en el 2007 había indicado en ese momento que solo un 34,5% de las personas de ese grupo tenía un celular.
Este aumento de un 120% en la tenencia de celular entre la población pobre ocurrió en forma paralela con la llegada de las líneas celulares prepago del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Las líneas prepago tuvieron una gran acogida desde el momento mismo de su salida a la venta, hace cerca de un año.
En mayo del 2010, el ICE informó de que ya había colocado 140.000 líneas de este tipo.
En junio, se alcanzó las 235.500, en agosto fueron 660.000 y los datos de hace un mes indican que ya existen cerca de 1,7 millones de líneas prepago en manos de la población nacional.
“Las líneas celulares prepago tienen claras ventajas para esta población (nivel socioeconómico bajo), la más clara de las cuales es que se puede controlar muy bien el gasto”, comentó Cathalina García, investigadora de Unimer.
Contrario al celular pospago, donde a la persona le llega a final de mes un recibo con una tarifa mínima o lo correspondiente a su consumo, una persona con un celular prepago va ingresando el dinero equivalente a las llamadas que quiere hacer o los mensajes que quiere enviar en el futuro.
De acuerdo con el estudio, el 67% de las personas de clase baja que tienen celular cuenta con la modalidad prepago.
Mientras tanto, la investigación revela que el 75% de la clase media utiliza dicho sistema. Lo mismo ocurre con el 56% de la clase alta.
Impacto. Desde el punto de vista porcentual, la clase media usa más que la baja el prepago.
Sin embargo, en este último grupo es donde ha crecido más la tenencia de celulares desde el 2007 (un 120%). En cambio, la cantidad de personas de clase media que posee un aparatos de esos aumentó en un 43% durante ese período.
Dicho incremento fue todavía menor en clase alta (20%).
El sistema prepago avisa al usuario cuánto dinero le va quedando de saldo para realizar llamadas telefónicas.
Cathalina García, de Unimer, considera que esta facilidad permite al cliente llevar un mejor control del gasto, algo muy importante para personas con recursos limitados, pero también para otro tipo de población.
“Se ha visto que cada día es más común que un padre de adolescentes quiera darles celular a sus hijos. Ellos están aprovechando este sistema porque saben de antemano cuánto se gasta y no se llevan una sorpresa cuando llega el recibo”, comentó la investigadora.
Las líneas prepago fueron un proyecto que el ICE manejó durante años, pero no concretó hasta el año pasado.
Con este cambio en el modelo de consumo de telefonía celular, Costa Rica se sintonizó con el resto de mercados de América Latina, donde compañías como Telefónica y América Móvil han indicado que son más populares los servicios prepago que los pospago.
Aunque en la práctica prepago y pospago son servicios muy parecidos, una de las mayores desventajas en la actualidad es que el ICE suspendió el servicio de Internet móvil por problemas en la red. Sin embargo, según datos del ICE, solo el 1% de los usuarios prepago se conectaba a Internet móvil.
Más datos. De manera general, el estudio de Unimer indica que el 66% de los ticos tiene un celular.
Además, en el el 67% de los hogares costarricenses existe, al menos, un celular prepago y en el 44% hay un móvil pospago.
Según la condición socioeconómica, el 88% de las familias de clase baja tienen un servicio celular (prepago o pospago). Lo mismo sucede con el 93% de los hogares de la clase media y con el 95% de los hogares de la clase alta.
En cuando a zona geográfica, el 93% de los hogares urbanos y el 89% de los rurales son los que tienen un servicio celular.