Yo lo leí en inglés, mop, y me llamó la atención la forma en que el autor desarrolla la idea.
Y es interesante ver autores que construyen este tipo de ideas, donde la ciencia vive supuestamente en un status quo dogmático, ignorando totalmente (saber si es que nunca se dieron a la tarea de ver cómo trabaja realmente la comunidad científica) los procesos científicos tan rigurosos y el hecho de que en la ciencia nada está escrito en piedra.
Esa idea de la ciencia es propia del nivel de película o melodrama. Ciertamente es bueno para propósitos de una cinta de 2 horas el retratar a científicos como esos espíritus libres que luchan contra la incomprensión y las normas de la sociedad. Pero en la ralidad, la ciencia es en su mayoría un trabajo meticuloso y tedioso de tanteo y error. De repetir la mismo experimento innumerables veces, cambiando un poquito la circunstancias, para así obtener algún resultado. No decía Edison que el genio es 2% inspiración y 98% perspiración?
Semaos realistas. La ciencia, como cualquier otra obra humana, tiene su carga de grandes y brillantes genios. Como tiene también su carga de seres anónimos y mediocres, que muchas veces usan la propia ciencia apr aresguardar sus doctrinas y prejuicios. Es muy poco común ver una aceptación total y abierta a nuevas ideas. Lo cual sin duda tiene sus prejuicios, al atrasar el desarrollo científico. Pero también su beneficio, al evitar embarcarse en modas e ideas del momento, que después se descubre son inválidas.
Eso para nada invalida el desarrollo científico. Es simplemente una muestra de las limitaciones que como seres humanos tenemos.
Por eso es en este sentido que el ensayo de Wolfe es interesante. Wolfe menciona como la neurociencia, al dedicarse al estudio de la morfología y funciones del cerebro, está llegando a la conclusión de que todos los aspectos de la personalidad, o en su grna mayoría, están "impresos" en el cerebro humano desde el nacimiento. Es decir, que somos lo que somos porque nacimos así. Nuestors genes nos definen.
Si eso es en realidad así, se nos abre un mundo totalmente distinto y de consecuencias de verdad complicadas. Su lo que soy viene del nacimiento, dónde queda el libre albedrío? La responsabilidad moral por los propios actos? Qué tal si la neuorciencia avanzara a tal nivel que pudiéramos modificar genéticamente al ser humano para que fuera más desinteresado y bueno? O más piadoso o religioso? O menos fumador? O menos (o más) fornicador?
Qué hay por ejemplo, de la Homosexualidad? si los partidarios de su normalización aducen que la condición de Homosexual es un producto de nuestros genes (de ahí el condenar los intentos de tratar de "corregir" a los homosexuales), más que una elección consciente, las consecuencias futuras pueden ser perniciosas. Qué tal si esto es en realidad así, y se descubre el gen que genera en la persona una actitud homosexual? Querríamos dar esa información a los padres, para que luego decidieran si continuar o no con el embarazo?
Ese escenario no es tan distante si se toma en cuenta la labor que en CHina ha tenido el sonograma para identificar tempranamente el sexo del feto y decidir en el caso de niñas, abortarlas en su gran mayoría. Lo cual ha llevado a la cnsecuencia indeseable que las jóvenes generaciones de chinos tienen un serio desbalance de género: hay cerca de un 20% más de hombres que de mujeres, cuiando las cifras deberían ser aprosimadamente iguales.
Una tecnología que permitiera detectar tempranamente algunso aspectos de la personalidad podría llevar a la muerte conciente de miles de personas. Sin duda un "Mundo Feliz" de Huxley, donde la sociedad es genéticamente diseñada.
Y hablando de dogmas, nótese cómo persisten aún ideas, como la psiquiatría de Feud (los terapeutas donde uno va a contar sus problemas) y el socialismo, que como bein dice el autor, fueron rebatids y descubiertas como fraude hace mucho tiempo. En el caso de Freud, esto es patente cuando se busca curar transtornos de la mente usando medicamentos, y no interpretación de sueños. Y en el socialismo, la idea que el hombre es una "tabula rasa" donde puede escribirse el libreto del hombre socialista totalmente desinteresado. Ambos se enseñan hoy día en Universidades, esos templos de la razón.