Queridos amigos, quiero contarles una historia. Espero no les resulte extensa.
Desde que salí de cuba he recorrido muchos países, muchas ciudades. En verdad no me interesa mucho su arquitectura, ni su historia. Me interesa su gente. Aunque la historia es muy importante, para mi es la historia viva, de cada uno de los seres que poblamos este planeta, lo que tiene real valor.
Disfruto conversar con gente de distintas culturas, razas, religión y "extracto" social. Así es que he dado con los personajes mas insólitos. Uno de ellos es Mi Rey.
A Mi Rey, así lo conocen los que los conocen en la ciudad, no se le sabe el nombre. Lo llaman así porque el a todos llama Mi Rey. Luego de conversar un tiempo con el, uno termina llamándolo Mi Rey también.
Mi rey es un desamparado, o así creí yo por un tiempo, como creen muchos que le conocen. Cuando le conocí estaba el sentado en el banco de de la 6ta Av. cerca de Times Square, harapiento. Su pelo blanco alborotado y su barba descuidada. Estaría en sus 60 años. Lo observe con una sonrisa amplia y el me respondió con la misma sonrisa amplia y contagiosa. Sus ojos tenían esa extraña cualidad que tienen las personas que saben sondear el corazón de la gente.
Rápido nos pusimos a conversar y entablamos amistad. Por meses lo iba a buscar y pasaba horas conversando con el. Me atraía la paz que proyectaba pero su conocimiento era amplio también. Era un verdadero hombre de paz, un conocedor.
Los temas que conversábamos giraban alrededor de la ética, pero el sabia bajar a las profundidades del mar y cuando yo tenia que subir a la superficie a buscar aire para mis pulmones el permanecía en el fondo hasta salir con una perla. Allí era cuando sus ojos lanzaban destellos de luz. Los que han visto estos ojos saben a que me refiero.
La ultima conversación que tuve con Mi Rey la escribí esa noche para retenerla, era demasiado rica para mi limitado intelecto. Aunque en esos meses había devorado libros para poder entender sus pensamientos, a mucho de lo que decía no le encontraba significado entonces.
El me decía que para acceder a la verdad había que dar el beneficio de la duda. Que había que experimentar todas las vivencias sin distinción de buenas y malas. Porque todo es bueno, todo es perfecto, como debe ser y no de ninguna otra modo " con la misma rigurosidad de que los ángulos internos de un triangulo suman 180 grados (Espinosa)." Así me contó de su experiencia en la cárcel de Guanabacoa.
"Por la pequeña ventana de rejas junto al techo de la celda entraban las sombras del mundo exterior que se proyectaban en el techo, gente que caminaba, carros que pasaban, bicicletas, motos. Desde dentro yo podía reconstruir lo que sucedía afuera, tan parecido a la enseñanza de Sócrates (Platón) en la analogía de la caverna.
Hoy, tiene un significado mucho mas profundo. El sistema nervioso es organizacionalmente serrado. Las células sensorias de nuestros diferentes sentidos son contingentes con hondas electromagnéticas que generan acciones potenciales en un proceso distintivo y por la percepción de
diferencias construimos una realidad.
Existimos como en esa celda de Guanabacoa reconstruyendo una realidad exterior de instante en instante. Imaginamos un mundo lleno de luz, con sonidos hermosos, con fragancias, con temperaturas calidas o frías, con el roce de una caricia. Pero existimos en un universo sin luz, sin colores, sin olores, ni sonidos, surcado por hondas electromagnéticas de diferentes frecuencias y siendo impactado por átomos y moléculas. Un universo que pintamos según la ingeniería de nuestro sistema nervioso en un lienzo al que llamamos "tiempo".
Inventamos un Yo, una eternidad en un universo atemporal, y queremos a toda costa que ese Yo continué eternamente; como si fuera la gran cosa! No es más que el Yo de una hormiga, de una bacteria o cualquier otro animal que cree también que su historia merece ser eterna. El Yo no
quiere renunciar en su pequeñez, amigo Allan, se aferra a la vida con unas y dientes y quiere ser superior a otros Yo's. Compite, se despedaza, se fragmenta en pos de la temporalidad. Y no solo con esto se sacia. no señor. Quiere que haya un juicio al fin del camino donde el será redimido eternamente y los otros Yo's serán condenados, pero eternamente! para que la cosa sea perfecta. Quieres ser feliz Allan? dale una patada en el trasero al Ego.
Siempre he sido defensor de la idea de una ética universal. He caminado siempre en busca de esa ética. la he amado siempre. Una ética que creo debe ser la misma en la cárcel de Guanabacoa, en la cama de un hospital, como en la cumbre del éxito, lo que sea que llamemos éxito. Hoy creo que esa ética es accesible solo renunciando al Ego. No se puede servir al Ego y a la verdad, ya sabemos lo que sigue.
Hay gente enferma, hay gente con la mente secuestrada, hay gente de toda clase. Pero cual es el marco de referencia que usaremos para juzgar? Y con que autoridad lo haríamos? Hoy puedo ver las cosas claramente, mañana mi mente puede enfermarse. La conciencia es sumamente
volátil! Unas pocas moléculas en nuestro sistema puede cambiar toda nuestra conducta, un virus cualquiera puede alterar nuestros deseos, una bacteria puede modificar nuestro pensamiento. Cada uno de nosotros somos una populación de células (mas que todas las estrellas de nuestra galaxia) y cada una de estas es mas insignificantes que una hormiga. Tenemos un solo propósito, llevar nuestras células germs al culminante encuentro de un ovulo y después morir. Y en esto hay extraordinaria belleza! No hace falta más."
Guarde silencio por un rato. Sus ojos brillaban. Al fin me decidí a hablar:
"Que haces tu desamparado?"
Soltó una carcajada, luego me dijo:
"Mi Rey, los desamparados viven del amor de la gente, nunca pensaste que una ciudad sin desamparados es una ciudad donde no hay amor? Si no hay amor en su gente la ciudad se esta muriendo. Nunca pares en un lugar donde no hay desamparados"
Hizo un alto, dudando si seria conveniente seguir hablando, luego se decidió.
"Te confiare algo, no soy desamparado. Tengo un buen pasar económico. Estuve involucrado en ciencia por años pero un día me decidí a ver de otro modo que no sea a través de un microscopio. Para entender la vida no se debe disecar primero. Tengo mi casa, mi familia, mis nietos... pero este es el modo de acceder a gente que no juzga, que no condena, que da el beneficio de la duda. Gente que es autentica."
Me sentí privilegiado de conocer a Mi Rey. Al día siguiente yo tenia que viajar, hace ocho anos de esto. No he vuelto a New York. Imagino que Mi Rey debe seguir en los alrededores de Times Square.
Gracias por vuestra paciencia.
Allan
Desde que salí de cuba he recorrido muchos países, muchas ciudades. En verdad no me interesa mucho su arquitectura, ni su historia. Me interesa su gente. Aunque la historia es muy importante, para mi es la historia viva, de cada uno de los seres que poblamos este planeta, lo que tiene real valor.
Disfruto conversar con gente de distintas culturas, razas, religión y "extracto" social. Así es que he dado con los personajes mas insólitos. Uno de ellos es Mi Rey.
A Mi Rey, así lo conocen los que los conocen en la ciudad, no se le sabe el nombre. Lo llaman así porque el a todos llama Mi Rey. Luego de conversar un tiempo con el, uno termina llamándolo Mi Rey también.
Mi rey es un desamparado, o así creí yo por un tiempo, como creen muchos que le conocen. Cuando le conocí estaba el sentado en el banco de de la 6ta Av. cerca de Times Square, harapiento. Su pelo blanco alborotado y su barba descuidada. Estaría en sus 60 años. Lo observe con una sonrisa amplia y el me respondió con la misma sonrisa amplia y contagiosa. Sus ojos tenían esa extraña cualidad que tienen las personas que saben sondear el corazón de la gente.
Rápido nos pusimos a conversar y entablamos amistad. Por meses lo iba a buscar y pasaba horas conversando con el. Me atraía la paz que proyectaba pero su conocimiento era amplio también. Era un verdadero hombre de paz, un conocedor.
Los temas que conversábamos giraban alrededor de la ética, pero el sabia bajar a las profundidades del mar y cuando yo tenia que subir a la superficie a buscar aire para mis pulmones el permanecía en el fondo hasta salir con una perla. Allí era cuando sus ojos lanzaban destellos de luz. Los que han visto estos ojos saben a que me refiero.
La ultima conversación que tuve con Mi Rey la escribí esa noche para retenerla, era demasiado rica para mi limitado intelecto. Aunque en esos meses había devorado libros para poder entender sus pensamientos, a mucho de lo que decía no le encontraba significado entonces.
El me decía que para acceder a la verdad había que dar el beneficio de la duda. Que había que experimentar todas las vivencias sin distinción de buenas y malas. Porque todo es bueno, todo es perfecto, como debe ser y no de ninguna otra modo " con la misma rigurosidad de que los ángulos internos de un triangulo suman 180 grados (Espinosa)." Así me contó de su experiencia en la cárcel de Guanabacoa.
"Por la pequeña ventana de rejas junto al techo de la celda entraban las sombras del mundo exterior que se proyectaban en el techo, gente que caminaba, carros que pasaban, bicicletas, motos. Desde dentro yo podía reconstruir lo que sucedía afuera, tan parecido a la enseñanza de Sócrates (Platón) en la analogía de la caverna.
Hoy, tiene un significado mucho mas profundo. El sistema nervioso es organizacionalmente serrado. Las células sensorias de nuestros diferentes sentidos son contingentes con hondas electromagnéticas que generan acciones potenciales en un proceso distintivo y por la percepción de
diferencias construimos una realidad.
Existimos como en esa celda de Guanabacoa reconstruyendo una realidad exterior de instante en instante. Imaginamos un mundo lleno de luz, con sonidos hermosos, con fragancias, con temperaturas calidas o frías, con el roce de una caricia. Pero existimos en un universo sin luz, sin colores, sin olores, ni sonidos, surcado por hondas electromagnéticas de diferentes frecuencias y siendo impactado por átomos y moléculas. Un universo que pintamos según la ingeniería de nuestro sistema nervioso en un lienzo al que llamamos "tiempo".
Inventamos un Yo, una eternidad en un universo atemporal, y queremos a toda costa que ese Yo continué eternamente; como si fuera la gran cosa! No es más que el Yo de una hormiga, de una bacteria o cualquier otro animal que cree también que su historia merece ser eterna. El Yo no
quiere renunciar en su pequeñez, amigo Allan, se aferra a la vida con unas y dientes y quiere ser superior a otros Yo's. Compite, se despedaza, se fragmenta en pos de la temporalidad. Y no solo con esto se sacia. no señor. Quiere que haya un juicio al fin del camino donde el será redimido eternamente y los otros Yo's serán condenados, pero eternamente! para que la cosa sea perfecta. Quieres ser feliz Allan? dale una patada en el trasero al Ego.
Siempre he sido defensor de la idea de una ética universal. He caminado siempre en busca de esa ética. la he amado siempre. Una ética que creo debe ser la misma en la cárcel de Guanabacoa, en la cama de un hospital, como en la cumbre del éxito, lo que sea que llamemos éxito. Hoy creo que esa ética es accesible solo renunciando al Ego. No se puede servir al Ego y a la verdad, ya sabemos lo que sigue.
Hay gente enferma, hay gente con la mente secuestrada, hay gente de toda clase. Pero cual es el marco de referencia que usaremos para juzgar? Y con que autoridad lo haríamos? Hoy puedo ver las cosas claramente, mañana mi mente puede enfermarse. La conciencia es sumamente
volátil! Unas pocas moléculas en nuestro sistema puede cambiar toda nuestra conducta, un virus cualquiera puede alterar nuestros deseos, una bacteria puede modificar nuestro pensamiento. Cada uno de nosotros somos una populación de células (mas que todas las estrellas de nuestra galaxia) y cada una de estas es mas insignificantes que una hormiga. Tenemos un solo propósito, llevar nuestras células germs al culminante encuentro de un ovulo y después morir. Y en esto hay extraordinaria belleza! No hace falta más."
Guarde silencio por un rato. Sus ojos brillaban. Al fin me decidí a hablar:
"Que haces tu desamparado?"
Soltó una carcajada, luego me dijo:
"Mi Rey, los desamparados viven del amor de la gente, nunca pensaste que una ciudad sin desamparados es una ciudad donde no hay amor? Si no hay amor en su gente la ciudad se esta muriendo. Nunca pares en un lugar donde no hay desamparados"
Hizo un alto, dudando si seria conveniente seguir hablando, luego se decidió.
"Te confiare algo, no soy desamparado. Tengo un buen pasar económico. Estuve involucrado en ciencia por años pero un día me decidí a ver de otro modo que no sea a través de un microscopio. Para entender la vida no se debe disecar primero. Tengo mi casa, mi familia, mis nietos... pero este es el modo de acceder a gente que no juzga, que no condena, que da el beneficio de la duda. Gente que es autentica."
Me sentí privilegiado de conocer a Mi Rey. Al día siguiente yo tenia que viajar, hace ocho anos de esto. No he vuelto a New York. Imagino que Mi Rey debe seguir en los alrededores de Times Square.
Gracias por vuestra paciencia.
Allan