Pues habrán distintas motivaciones.
Creo que en principio el ambiente del lugar y los roles son el principal atractivo, en el sentido de que el juego de poder se invierte a favor del hombre. Digamos, en la vida real el hombre generalmente tendría que conquistar, seducir y esperar. En ese ambiente de romance y sexo artificial, son ellos los que son buscados, seducidos, conquistados y no tienen que esperar. Al hombre puede gustarle sentir esa sensación de poder, aun cuando sea un poder únicamente temporal mientras ande la billetera llena, porque a fin de cuentas socialmente es bien visto que el hombre demuestre que tiene capacidad económica. Por eso es tan distinto cuando se trata de una mujer que paga por sexo.
Esas son cosas que les hacen omitir que la persona que está con ellos no lo hace por gusto, atracción. Es puro interés. Pero se justifican como si se tratara de sexo a la carta, como un negocio, como un gusto merecido y algunos hasta terminan creyendo lo que les dicen y sienten que se están fogueando como mejores amantes.
A eso se suma que hay hombres que no han desarrollado las habilidades sociales ni emocionales para establecer vínculos. Algunos por timidez, inseguridad, otros por desinterés y otros (estos últimos sí son unos asquerosos) porque son unos misóginos que ven a una mujer como una cosa que obtener, usar y desechar.
¿Bueno o malo? Eso depende. Personalmente no me parece atractivo un hombre que pague por sexo. Que lo haya hecho alguna vez por experimentar o porque era muy jovencillo y con calentura pasa. Pero ya un cliente frecuente de putas refleja a alguien que no quiere o no puede tener una relación, así que para algo romántico no se puede esperar mucho de alguien así. Y para algo solo sexual con un hombre así, existe el riesgo de enfermedades (por más que digan lo que digan de que "son más aseadas" y blabla)
Las personas pueden hacer lo que quieran con su vida... mientras no me afecte.