“Ya los tengo identificados. Sé quiénes son. Tengo amigos en partidos políticos que me cuentan lo que están haciendo, lo que buscan y quién lo está financiando”.
Así se expresó el Presidente de la República, Luis Guillermo Solís, sobre los periodistas, diputados, directivos bancarios y ciudadanos que cuestionan un supuesto tráfico de influencias en la aprobación de un crédito por $30 millones de dólares otorgado por el Banco de Costa Rica al importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños.
Estas palabras no fueron bien recibidas por gran parte de la población. Inclusive, este jueves en el programa Panorama de la Cámara Nacional de Radio, Mario Franceschi expresó un comentario que le llama la atención al mandatario por esa forma de expresarse.
El famoso “cementazo” ha sido investigado por CRHoy.com, una comisión de la Asamblea legislativa y 4 directivos de la entidad financiera.
“Me embarga la indignación más profunda. Ni si quiera el más autoritario de los presidentes que ha sido elegido por este pueblo desde la revolución del 48 ha sido capaz de amenazar a ciudadanos costarricenses que investigan, reclaman y buscan explicaciones a lo que está pasando en el país“, expresó Franceschi.
El comentario llamado “Nobleza obliga, señor Presidente” agrega que las palabras del mandatario traen a la mente las declaraciones “madurianas y trumpianas”, siguiendo la línea del presidente Maduro en Venezuela y Trump en Estados Unidos.
“Estaba seguro que ningún presidente de Costa Rica jamás se atrevería a cruzar esa línea que solo ególatras, tiranos y dictadores cruzan: intimidar a su pueblo, amenazar a sus opositores aquellos que piensan diferente, que tienen la valentía de criticarlo y aquellos que exigen explicaciones de sus actos. Usted no es un costarricense común, es el presidente de Costa Rica”, se indica en el mensaje.
“Es poco presidencial”
El ex presidente Abel Pacheco aseguró que la investigación del crédito tiene que seguir adelante por el bien del país. Además lució sorprendido por las palabras de Solís.
“Creo que él está como asustado, él ha tenido serenidad pero ante esta situación, él está perdiendo los tiempos. Se está comportando de manera poco presidencial“, comentó Pacheco, psquiatra que fue presidente entre el 2002 -2006.
Miguel Angel Rodríguez, expresidente de la República de 1998-2002, aseguró que las palabras manifestadas por el mandatario Solís son lamentables. “El presidente de la República no solo preside el Poder Ejecutivo, es el máximo representante del Estado, de la Nación. Eso lo obliga a tener muchísimo cuidado de cualquier uso que haga de cualquier cosa que pueda interpretarse como una amenaza contra cualquier ciudadano. Estoy seguro que el señor presidente debe estar lamentando esas palabras”.
El lunes anterior, el Presidente Solís también atacó a los diputados que investigan y critican las sospechas de irregularidades en el crédito.
“Algunos diputados tienen la afición de atacar con una avidez propia de un resentimiento profundo, probablemente tenga alguno. A lo mejor no ganó alguna vez y se siente muy ofendido por eso. Es un punto donde es tanto lo que se queja que a lo mejor tiene un resentimiento que no se resuelve: una cosa psicológica. Algún problema de esta manera”, detalló el mandatario sin aclarar hacia quien iban dirigidas sus quejas.
El diputado Ottón Solís, quien ha sido uno de los más críticos del proceso, aseguró estar sorprendido por las palabras de Solís y que llevara la discusión a un “nivel tan bajo” de argumentación.
El Presidente ha insistido en que hay una campaña para desacreditar su Gobierno, liderada por intereses económicos, políticos y mediáticos.
El artículo completo:
Hoy me embarga la indignación más profunda por las recientes declaraciones del presidente de la República, don Luis Guillermo Solís, en referencia al escándalo del cemento chino que está empañando su administración.
Ni siquiera el más autoritario de los presidentes que han sido elegidos por este pueblo desde la Revolución del 48, ha sido capaz de abiertamente amenazar a ciudadanos costarricenses que investigan, reclaman y buscan explicaciones a lo que está pasando en el país para informar a sus compatriotas.
Es inconcebible que el presidente de la república, que se debe a su pueblo, haya sido tan insensato como para decir lo que dijo hoy:
“Ya los tengo identificados. Sé quiénes son. Tengo amigos en partidos políticos que me cuentan lo que están haciendo, lo que buscan y quién lo está financiando.”
Esta es una expresión totalmente inapropiada para el presidente de nuestra Costa Rica. Es una expresión que me trajo a la mente declaraciones madurianas y, por supuesto, trumpianas. Una expresión que demuestra el extremo de mediocridad y prepotencia al que ha llegado esta administración.
Me pregunto con más curiosidad que ansiedad: ¿Y qué va a hacer, señor presidente? Ya los tiene, según usted, identificados. ¿Qué va a hacer al respecto? ¿Callarlos? ¿Denunciarlos? ¿Encarcelarlos? ¿Demandarlos por difamación en una corte de justicia? ¿Exhibirlos como enemigos y traidores a la Patria?
Creo que todo el país reclama que nos diga, con nombres y apellidos, quienes son, a que intereses espurios responden y que es lo que va a hacer con aquellos que, según usted, se han confabulado para criticar y desprestigiar al “mejor” gobierno de nuestra historia. Al gobierno del cambio y la transparencia. Al gobierno impoluto. A SU gobierno…
Hoy me duele intensamente escribir este artículo porque creo en mi Patria, en su gente y en su institucionalidad. Porque estaba seguro, hasta hoy, de que un presidente costarricense jamás se atrevería a cruzar esa línea que solo ególatras, tiranos y dictadores cruzan: intimidar a su pueblo, amenazar a sus opositores, a aquellos que piensan diferente y disienten, a aquellos que tienen la osadía y la valentía de criticarlo y a aquellos que exigen explicaciones de sus actos y de los actos de los funcionarios que lo acompañan en su administración.
Usted señor presidente, y contrario a lo que erróneamente dijo, NO es un costarricense común. Usted es el PRESIDENTE DE COSTA RICA. Usted es aquel a quien, en libertad, se le asignó la dignidad política más alta que se puede conferir en nuestro país. Usted es el representante y guardián de una democracia sólida y extremadamente respetada en el mundo. Y es por estas razones que usted NO tiene el derecho de mostrarse prepotente, amenazante y autoritario con nuestro pueblo.
Usted está en la obligación de respetar nuestra democracia, los derechos que nuestra Constitución Política nos da como ciudadanos y, sobre todo, de respetar el sagrado derecho de opinión, de libertad de expresión y de consciencia que tenemos los costarricenses.
Al escuchar su discurso vi nubarrones muy oscuros en el futuro de mi país. Y es por ello que me llené de la indignación más profunda que jamás había sentido en mi vida. Con su discurso, señor presidente, me hizo sentir que usted y su administración están empujando a Costa Rica hacia una de las encrucijadas más peligrosa de su historia.
Hoy comprendí, con extrema rabia, lo tremendamente culpables que somos aquellos que dejamos que los advenedizos y los oportunistas se apoderaran del país…incluyéndolo, por supuesto, a usted y sus acólitos.
Saludos.
Mario I. Franceschi