El miércoles pasado Sean Miranda, un estudiante trans de 17 años, estaba en su clase de Biología cuando le avisaron que había sido seleccionado para portar el Pabellón Nacional, durante el traspaso de poderes de este martes.
Recibió una llamada y quedó “aturdido”. Fue elegido, le dijeron, porque cumplía uno los requisitos para desfilar con el Pabellón: haber participado en algún movimiento estudiantil o comunal, que “tuviera ideas que ayudaran”.
“A nosotros se nos ocurrió, a la orientadora y a mí, hacer un grupo de la comunidad de las personas LGBTI y gracias a ese grupo fue que me seleccionaron“, comentó el joven a este medio, quien a los 12 años reveló a su madre que “no se sentía libre en el cuerpo en el que estaba”.
Miranda, estudiante del Colegio Técnico de Dos Cercas en Desamparados, narró a este medio que previo al desfile estaba muy nervioso, tanto así que “ni fotos quería tomarse”. Sin embargo, dijo que cuando inició el recorrido tenía un mensaje claro que dar a la población.
“Tenemos que llevar en alto el nombre de la comunidad y dejar de lado eso de que no existimos, de que somos un grupito pequeñito de personas”, comentó el joven.
A los 15 años Sean se sentía orgulloso de su identidad y lo contaba a su círculo más cercano. No fue hasta hace unos 2 meses que inició tratamientos médicos vía hormonas. “En lo privado es muy caro, pero vamos a intentar en la Caja (Costarricense del Seguro Social)”, comentó.
Durante la ceremonia de esta mañana, en la que participó Miranda, Carlos Alvarado Quesada se convirtió en el presidente número 48 de Costa Rica. También se juramentó a su equipo de ministros y viceministros.