"Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: —¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Al oir esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificios”, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento." (Mateo 9:11-13)
Él conocía muy bien las intensiones de quienes preguntaban.. él sabía que no era para escuchar y aprender del Maestro, sino para burlarse, acusarlo en algo, pero ellos mismos no tenían respuestas a lo que planteaban.
Otros, incluso iban a donde Él estaba, para ver si en algo lo podían acusar...
"Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: «¡Generación de víboras!, ¿quién os enseñó a huir de la ira venidera?" (Mateo 3:7)
Igualmente sabía que no iban a escucharlo, sino a tratar de descubrir alguna falla, algún abuso... algo que les sirviera como asidero para luego acusarlo ante los demás.
Ojalá y quienes se encuentren enfermos espiritualmente puedan ver en Cristo a Aquél que es capaz de sanar sus almas y darles la paz suficiente para dejarse amar por Él y dejarse guiar por Él. Por ellos vino, no por quienes se sienten completos, satisfechos y autosuficientes.
"Y lo acechaban los escribas y los fariseos para ver si en sábado lo sanaría, a fin de hallar de qué acusarlo. Pero él, que conocía sus pensamientos..." (Lucas 6:7a)