Yo soy de ciudad, de cemento, concreto y asfalto en el pecho y en las rodillas.
Habia escuchado de duendes unicamente cuando iba un pueblito cerca de Puriscal donde desde niño siempre he preferido ignorar sin ocultar cierto desagrado la sabiduria popular, principalmente la de los campesinos, quienes con sus "feng shui" piso e' tierra e ilogicas leyendas unicamente se granjearon un mal crédito conmigo.
Ahora ya no vivo en el centro de la ciudad, sino en una ciudad donde el alma de pueblo todavia no ha desaparecido, y todo el vecindario esta al tanto de los matrimonios, nacimientos, fallecimientos, fiestas, y noviazgos de cada quien. Donde al haber cualquier actividad en la escuela, ya sea bingos o desfiles cierran las vias publicas y no se dan cuenta del atasco que provocan y que no hay vias alternas.
Y me he encontrado nuevamente con las ilogicas leyendas. Tan ilogicas que no puedo ignorar ciertos elementos comunes.
En este pueblo devorado por las margenes citadinas, me he reecontrado con extraterrestres, explicados por los lugareños como "cacerolas plateadas", con luces y chorros como "de arco iris"
Y también con los duendes. Todos los han visto, todos saben como son. Y yo me cago en la puta, porque a mi lo que me salian en mis nocturnos paseos eran el mendigo de siempre y el tranquilo viento traido por el silencio. Hasta me quedaba esperando el famoso perro negro, pero no, fui seguido por perros moteados, perros cafes y hasta un gato anaranjado. Pero nada del perro negro.
Ahora que en Los Santos, esta niña pasó 52 horas sola y uno la ve con ese ánimo de tranquilidad, que se mantuvo ocupada, que no llora, es decir la experiencia no la traumó para nada, y todo el pueblo dice que fueron los duendes. Que me pueden ustedes contar al respecto?
Habia escuchado de duendes unicamente cuando iba un pueblito cerca de Puriscal donde desde niño siempre he preferido ignorar sin ocultar cierto desagrado la sabiduria popular, principalmente la de los campesinos, quienes con sus "feng shui" piso e' tierra e ilogicas leyendas unicamente se granjearon un mal crédito conmigo.
Ahora ya no vivo en el centro de la ciudad, sino en una ciudad donde el alma de pueblo todavia no ha desaparecido, y todo el vecindario esta al tanto de los matrimonios, nacimientos, fallecimientos, fiestas, y noviazgos de cada quien. Donde al haber cualquier actividad en la escuela, ya sea bingos o desfiles cierran las vias publicas y no se dan cuenta del atasco que provocan y que no hay vias alternas.
Y me he encontrado nuevamente con las ilogicas leyendas. Tan ilogicas que no puedo ignorar ciertos elementos comunes.
En este pueblo devorado por las margenes citadinas, me he reecontrado con extraterrestres, explicados por los lugareños como "cacerolas plateadas", con luces y chorros como "de arco iris"
Y también con los duendes. Todos los han visto, todos saben como son. Y yo me cago en la puta, porque a mi lo que me salian en mis nocturnos paseos eran el mendigo de siempre y el tranquilo viento traido por el silencio. Hasta me quedaba esperando el famoso perro negro, pero no, fui seguido por perros moteados, perros cafes y hasta un gato anaranjado. Pero nada del perro negro.
Ahora que en Los Santos, esta niña pasó 52 horas sola y uno la ve con ese ánimo de tranquilidad, que se mantuvo ocupada, que no llora, es decir la experiencia no la traumó para nada, y todo el pueblo dice que fueron los duendes. Que me pueden ustedes contar al respecto?