Miss Agatha
ANÓNIMO
Esto es laaaargo. paciencia que lo budno llega con el tiempo jaja
erase una vez...
Alguna vez ha conocido a alguien que en el sexo era su media naranja y el amor un puto limón?
Pues eso era él.
En ese entonces llevabamos un año de pulsear esa relación de mierda que teníamos. Era vernos y prácticamente tirarnos encima. Cogiamos como si el mundo se fuera a acabar, pero una vez nos poníamos la ropa empezabamos a jodernos la vida.
Como más o menos dijo Benedetti "Posiblemente me quisiera pero tenía un don especial para herirme".
Eramos demasiado posesivos, inmaduros y estúpidos. Hasta que un día terminó, esta vez de verdad.
Los días siguientes fueron como una goma sentimental. Esa vara de pensar que sí, que se puede conseguir, que si otros lo han hecho por qué uno no.... Hubo llamadas en la madrugada (que obvio terminaron en puteadas), mensajes sin respuestas y chismes. Pero nunca nos buscamos físicamente.
Por supuesto la vida es muy cruel y un día de tantos (como 4 meses después) nos vimos en un bar. Yo andaba con 2 amigos, 1 amiga y el maecillo con el que había empezado a salir.
Ni siquiera me había dado cuenta. Fue una amiga que me dio un codazo y me dijo:
-Mire quién está ahí.
Y ni para que miré. Dante. Ahí estaba, devolviendome la mirada. Solo, sentado en la barra.
Si ud sabe lo que es que el super yo le grite "jale de aquí pero ya" va a entender muy bien lo que sentí.
Ya sabía que eso iba a terminar mal.
-si quiere nos vamos a otro lado -dijo mi amiga.
-no, no. Tranquila. Todo bien.
Buscamos una mesa bien lejos de donde él estaba y empezamos a vacilar y tomar. Pero no habia manera de que yo no lo buscara con la mirada, quería verlo. Quería saber si de verdad estaba solo. Sin embargo desde donde estabamos era imposible.
Empezó a sonar una salsa y le pedí a un amigo que fueramos a bailar. Y de fijo me habían notado que lo que menos quería era bailar, lo que buscaba era verlo a como fuera. Mi amigo me dijo que estaba muy cansado (lo que significaba "mae, superelo"). Pero entonces Ricardo el maecillo con el yo andaba (que no sabía nada de Dante) me agarró la mano y me dijo que él sí se apuntaba.
Nos fuimos a bailar y yo a lo que menos le ponía cuidado era al ritmo. El mae hablaba y hablaba y yo solo me reía. Hasta que vi a cómo Dante le hacía señas al del bar para que le llevara un trago a una vieja.
Fue como un valde de agua fría. El muy hp me volvió a ver en ese momento y levantó su cerveza como si brindara conmigo.
Así era como nos habiamos conocido, me había invitado a un trago.
Yo le quité la mirada, repitiendome que valia. Pero jeta, estaba que me cogía sola.
La música se puso más suave y Ricardo se pegó más. Yo sentía su respiración cerca del cuello. Y entonces me dije: bueno, Dante qué cree? Que solo él puede?
Ni mierda. Yo podía también.
Le puse cada mano a un lado del cuello y me apreté más a Ricardo, tanto que sentí cómo se le ponía dura. Él bajó las manos de mi cintura a las nalgas y me apretó todavía más. Justo cuando él quedó de espaldas a Dante y yo en frente. Me incliné hacia Ricardo y le pasé la lengua por un lateral del cuello.
Y por unos segundos abrí los ojos y vi que Dante estaba que se lo llevaba Puta.
Ricardo, como era de esperarse, empezó a decirme cosas. Tanteando el terreno. Hasta entonces no habíamos pasado de manoseos, entonces él estaba en la gloria porque yo me le estaba poniendo muy directa. Si hubiera sabido mis motivos no se le hubiera puesto tan dura...
La música cambió y nos fuimos descarando más. Total que la pista estaba llena de parejillas que no sabían ni como arrimarsela más.
Yo andaba un leggins y una blusa escotada en la espalda, con unos tacones de miedo. Ojalá hubiera llevado algo mucho más sexy para que Dante viera lo que se le había escapado.
Ricardo metió las manos por debajo de la blusa y comenzó a tocarme las tetas. Como andaba sin brassier mis pezones parecían dos garbanzos debajo de la blusa.
-por qué no salimos? -me dijo.
Yo me hice la tonta. No estaba segura de si ese fuera un buen paso.
Él seguía insistiendo cuando siento que alguien me empuja. Como la pista estaba tan llena noe extrañó, pero entonces sentí que me empujaban más duro y cuando volví a ver me encontré con Dante y la vieja del trago encima de nosotros.
Me aparte y vi que una de sus manos se le perdía en el vestido de puta que llevaba. Porque bien tierrosa que se veia la hp.
Yo me lo había buscado. Tenia que aceptarlo. Lo inteligente era largarme, pero claro que no lo hice.
Me giré, quedando de espaldas a Ricardo y de frente a Dante, le cogí las manos al primero mientras le meneaba el culo y las puse en mis caderas (sin dejar de ver a Dante) y las fui subiendo por mi cintura, hasta que llegue a mis tetas y les movía las manos para que me las sobara. Ricardo estaba en la gloria, no es que yo le tubiera que insistir mucho. Me pellizcaba los pezones y me hacía circulos. Tanto que la blusa se me corrió y una de mis amigas quedó al aire.
Dante clavó los ojos ahí por un segundo y luego apartó la vista.
Su cara desapareció y me di cuenta que se estaba apretando a la vieja. Una mano se la llevó a la teta y la otra la metió por debajo del vestido (por atrás) y se lo levantó tanto que hasta vi como le corría el hilo y le metía el dedo.
Hasta ahí aguanté.
Me di la vuelta y sin decir nada me largué. Cogí para los servicios, Ricardo seguro pensaba que era una invitación. Pero no.
-Dejeme, me siento mal. Seguro fueron las cervezas -le dije en la entrada de la puerta y cerré de una.
Poco me faltaba para echarme a llorar. Puta sal. Yo sabía, apenas lo vi, que iba a terminar hecha leña.
Cuando me sentí mejor salí, para buscar a mis amigos y decirles que jalaramos. No iba a seguir torturandome. Pero llego a la mesa y adivine quien estaba ahí?
-Diay, Agatha, tanto tiempo. Si hasta novio tiene y todo. Oiga hace tiempo que no nos veíamos, anda medio pérdida. Ya se olvidó de lo bien que nos llevabamos?
Yo ni siquiera le pude contestar. Me quedé viendolo como una idiota.
Que diablos hacía? Mis amigos estaban que ni respiraban. De fijo solo estaban esperando una de nuestras peleas.
Pero yo estaba demasiado aguevada para eso.
-Pues sí -contesté- lo pasabamos bien.
Me eché un trago de cerveza para no ponerme a llorar ahí mismo.
-Somos mejores amigos -dijo él, dandole una palmada a Ricardo en el hombro.
Yo casi me atraganto.
Ricardo me volvió a ver sonriendo.
-Agatha no me lo habíaencionado -dijo-, pero los amigos de ella son los míos.
Se echó a reir y fue el único en la mesa.
Había un silencio incómodo.
De pronto me agarro de la mano y me habló muy cerca:
-Oiga, guapa, está sonando nuestra canción.
Me hizo levantada y me llevó hasta la pista. Yo traté de zafarme, mientras lo madreaba todo.
-Quiteme esas hp manos de encima. No se atreva a tocarme con las manos que tocó a esa tierrosa....
Pero él no dejó que me soltara.
Si pensaba que yo iba a bailar con el, una puta canción que en la vida había escuchado con él, iba pero muy perdido.
Entonces veo que no se detiene. Para cuando reacciono ya estoy en la salida del bar y me doy cuenta que me lleva al parqueo.
No me dio tiempo ni de hablar. En un segundo me tenía sentada en la tapa de un carro, me tocaba las tetas y me daba un besos de esos que solo sabe dar quien fue enseñado por el diablo.
Yo le rodee la cintura con las piernas y lo acerqué hasta que sentí su erección contra mi clítoris. Empece a moverme en circulos y él se restregaba contra mí. Me mordía los labios, el cuello. Apretaba mis tetas.
-Digame si ese playo la hace sentir como yo.
No contesté.
-Digamelo.
Metí mi mano en su pantalón y le saqué eo pene. Estaba que quemaba, se le marcaban las venas tan rico que quería lamer cada una y tenía la punta humeda e inchada.
Empecé a sobarsela pero él me apartó la mano.
-Digamelo, Agatha -insistió-. Dígame que no hay ningún hp que la haga sentirse como lo hago yo.
-Como una mierda?
Me agarró de la barbilla y me obligó a que lo viera a los ojos.
-que rapido que se busco a otro idiota que tener debajo del zapato.
-si, debajo del zapato. Pero que zapato!
Nos miramos como retandonos. Él no respondió. Al menos no con palabras.
Me bajo de la tapa, me dejó de espaldas. Y me bajó la licra. Antes de inclinarme contra la tapa y dejarme con el culo al aire, en noventa grados, el muy maldito me subió la blusa para que se me enfriaran las tetas con la carrocería.
Una vez me tuvo en posición me la clavó de una.
Esa primera envestida siempre era tan rica. Era esa en la que habría mi cuerpo para que yo me le acomodara a su pene.
-le voy a recordar quien es el mae que ud cambio por ese playo.
Entonces vino la segunda. La tercera y el resto. Cada vez más duro, más rico.
A mí hasta se me olvidó donde estábamos y empecé a gemir.
Mi cuerpo sudado resbalaba en la carrocería.
Y entre mis piernas era como si estuviera una olla hirviendo.
Dante me sobaba las nalgas, las juntaba y las separaba de una forma que a mí me encantaba.
Despues lo sentí meter un dedo en mi boca para que se lo chupara. Yo ya sabía lo que significaba.
Lo chupé, mie tras intentaba no gritar.
Y luego él remató la faena. Me metió el dedo en el culo. Hasta el fondo y empezó a moverlo miebtras yo se lo apretaba. No duré mucho para llegar al orgasmo.
-digamelo, agatha, necesito escucharlo. Digame que ese mae no se la empuja como yo.
Pero yo no dije nada.
La metió 3 veces más y lo escuché hacer ese sonido que hacía siempre que se regaba.
La sacó despacio y entonces sentí como su semen resbalaba en mis piernas.
-ahora sí, vaya a que ese hp mamón le limpié mi leche.
Y así, sin más. Se fue.
Yo me recompuse la ropa. De nuevo volvía a sentirme como mierda, pero esta vez también enojada.
Entré al bar, fui a la mesa y le dije a Ricardo que me sentía mal. Que me llevara a la casa.
El mae ni lerdo ni perezoso.
Dante quería que otro me limpiara la entrepierna? Pues lo iba a complacer.
Qué tal?
Esto continúa, pero no sé si es buena la historia o más bien demasiado aburrida!
La sigo?
erase una vez...
Alguna vez ha conocido a alguien que en el sexo era su media naranja y el amor un puto limón?
Pues eso era él.
En ese entonces llevabamos un año de pulsear esa relación de mierda que teníamos. Era vernos y prácticamente tirarnos encima. Cogiamos como si el mundo se fuera a acabar, pero una vez nos poníamos la ropa empezabamos a jodernos la vida.
Como más o menos dijo Benedetti "Posiblemente me quisiera pero tenía un don especial para herirme".
Eramos demasiado posesivos, inmaduros y estúpidos. Hasta que un día terminó, esta vez de verdad.
Los días siguientes fueron como una goma sentimental. Esa vara de pensar que sí, que se puede conseguir, que si otros lo han hecho por qué uno no.... Hubo llamadas en la madrugada (que obvio terminaron en puteadas), mensajes sin respuestas y chismes. Pero nunca nos buscamos físicamente.
Por supuesto la vida es muy cruel y un día de tantos (como 4 meses después) nos vimos en un bar. Yo andaba con 2 amigos, 1 amiga y el maecillo con el que había empezado a salir.
Ni siquiera me había dado cuenta. Fue una amiga que me dio un codazo y me dijo:
-Mire quién está ahí.
Y ni para que miré. Dante. Ahí estaba, devolviendome la mirada. Solo, sentado en la barra.
Si ud sabe lo que es que el super yo le grite "jale de aquí pero ya" va a entender muy bien lo que sentí.
Ya sabía que eso iba a terminar mal.
-si quiere nos vamos a otro lado -dijo mi amiga.
-no, no. Tranquila. Todo bien.
Buscamos una mesa bien lejos de donde él estaba y empezamos a vacilar y tomar. Pero no habia manera de que yo no lo buscara con la mirada, quería verlo. Quería saber si de verdad estaba solo. Sin embargo desde donde estabamos era imposible.
Empezó a sonar una salsa y le pedí a un amigo que fueramos a bailar. Y de fijo me habían notado que lo que menos quería era bailar, lo que buscaba era verlo a como fuera. Mi amigo me dijo que estaba muy cansado (lo que significaba "mae, superelo"). Pero entonces Ricardo el maecillo con el yo andaba (que no sabía nada de Dante) me agarró la mano y me dijo que él sí se apuntaba.
Nos fuimos a bailar y yo a lo que menos le ponía cuidado era al ritmo. El mae hablaba y hablaba y yo solo me reía. Hasta que vi a cómo Dante le hacía señas al del bar para que le llevara un trago a una vieja.
Fue como un valde de agua fría. El muy hp me volvió a ver en ese momento y levantó su cerveza como si brindara conmigo.
Así era como nos habiamos conocido, me había invitado a un trago.
Yo le quité la mirada, repitiendome que valia. Pero jeta, estaba que me cogía sola.
La música se puso más suave y Ricardo se pegó más. Yo sentía su respiración cerca del cuello. Y entonces me dije: bueno, Dante qué cree? Que solo él puede?
Ni mierda. Yo podía también.
Le puse cada mano a un lado del cuello y me apreté más a Ricardo, tanto que sentí cómo se le ponía dura. Él bajó las manos de mi cintura a las nalgas y me apretó todavía más. Justo cuando él quedó de espaldas a Dante y yo en frente. Me incliné hacia Ricardo y le pasé la lengua por un lateral del cuello.
Y por unos segundos abrí los ojos y vi que Dante estaba que se lo llevaba Puta.
Ricardo, como era de esperarse, empezó a decirme cosas. Tanteando el terreno. Hasta entonces no habíamos pasado de manoseos, entonces él estaba en la gloria porque yo me le estaba poniendo muy directa. Si hubiera sabido mis motivos no se le hubiera puesto tan dura...
La música cambió y nos fuimos descarando más. Total que la pista estaba llena de parejillas que no sabían ni como arrimarsela más.
Yo andaba un leggins y una blusa escotada en la espalda, con unos tacones de miedo. Ojalá hubiera llevado algo mucho más sexy para que Dante viera lo que se le había escapado.
Ricardo metió las manos por debajo de la blusa y comenzó a tocarme las tetas. Como andaba sin brassier mis pezones parecían dos garbanzos debajo de la blusa.
-por qué no salimos? -me dijo.
Yo me hice la tonta. No estaba segura de si ese fuera un buen paso.
Él seguía insistiendo cuando siento que alguien me empuja. Como la pista estaba tan llena noe extrañó, pero entonces sentí que me empujaban más duro y cuando volví a ver me encontré con Dante y la vieja del trago encima de nosotros.
Me aparte y vi que una de sus manos se le perdía en el vestido de puta que llevaba. Porque bien tierrosa que se veia la hp.
Yo me lo había buscado. Tenia que aceptarlo. Lo inteligente era largarme, pero claro que no lo hice.
Me giré, quedando de espaldas a Ricardo y de frente a Dante, le cogí las manos al primero mientras le meneaba el culo y las puse en mis caderas (sin dejar de ver a Dante) y las fui subiendo por mi cintura, hasta que llegue a mis tetas y les movía las manos para que me las sobara. Ricardo estaba en la gloria, no es que yo le tubiera que insistir mucho. Me pellizcaba los pezones y me hacía circulos. Tanto que la blusa se me corrió y una de mis amigas quedó al aire.
Dante clavó los ojos ahí por un segundo y luego apartó la vista.
Su cara desapareció y me di cuenta que se estaba apretando a la vieja. Una mano se la llevó a la teta y la otra la metió por debajo del vestido (por atrás) y se lo levantó tanto que hasta vi como le corría el hilo y le metía el dedo.
Hasta ahí aguanté.
Me di la vuelta y sin decir nada me largué. Cogí para los servicios, Ricardo seguro pensaba que era una invitación. Pero no.
-Dejeme, me siento mal. Seguro fueron las cervezas -le dije en la entrada de la puerta y cerré de una.
Poco me faltaba para echarme a llorar. Puta sal. Yo sabía, apenas lo vi, que iba a terminar hecha leña.
Cuando me sentí mejor salí, para buscar a mis amigos y decirles que jalaramos. No iba a seguir torturandome. Pero llego a la mesa y adivine quien estaba ahí?
-Diay, Agatha, tanto tiempo. Si hasta novio tiene y todo. Oiga hace tiempo que no nos veíamos, anda medio pérdida. Ya se olvidó de lo bien que nos llevabamos?
Yo ni siquiera le pude contestar. Me quedé viendolo como una idiota.
Que diablos hacía? Mis amigos estaban que ni respiraban. De fijo solo estaban esperando una de nuestras peleas.
Pero yo estaba demasiado aguevada para eso.
-Pues sí -contesté- lo pasabamos bien.
Me eché un trago de cerveza para no ponerme a llorar ahí mismo.
-Somos mejores amigos -dijo él, dandole una palmada a Ricardo en el hombro.
Yo casi me atraganto.
Ricardo me volvió a ver sonriendo.
-Agatha no me lo habíaencionado -dijo-, pero los amigos de ella son los míos.
Se echó a reir y fue el único en la mesa.
Había un silencio incómodo.
De pronto me agarro de la mano y me habló muy cerca:
-Oiga, guapa, está sonando nuestra canción.
Me hizo levantada y me llevó hasta la pista. Yo traté de zafarme, mientras lo madreaba todo.
-Quiteme esas hp manos de encima. No se atreva a tocarme con las manos que tocó a esa tierrosa....
Pero él no dejó que me soltara.
Si pensaba que yo iba a bailar con el, una puta canción que en la vida había escuchado con él, iba pero muy perdido.
Entonces veo que no se detiene. Para cuando reacciono ya estoy en la salida del bar y me doy cuenta que me lleva al parqueo.
No me dio tiempo ni de hablar. En un segundo me tenía sentada en la tapa de un carro, me tocaba las tetas y me daba un besos de esos que solo sabe dar quien fue enseñado por el diablo.
Yo le rodee la cintura con las piernas y lo acerqué hasta que sentí su erección contra mi clítoris. Empece a moverme en circulos y él se restregaba contra mí. Me mordía los labios, el cuello. Apretaba mis tetas.
-Digame si ese playo la hace sentir como yo.
No contesté.
-Digamelo.
Metí mi mano en su pantalón y le saqué eo pene. Estaba que quemaba, se le marcaban las venas tan rico que quería lamer cada una y tenía la punta humeda e inchada.
Empecé a sobarsela pero él me apartó la mano.
-Digamelo, Agatha -insistió-. Dígame que no hay ningún hp que la haga sentirse como lo hago yo.
-Como una mierda?
Me agarró de la barbilla y me obligó a que lo viera a los ojos.
-que rapido que se busco a otro idiota que tener debajo del zapato.
-si, debajo del zapato. Pero que zapato!
Nos miramos como retandonos. Él no respondió. Al menos no con palabras.
Me bajo de la tapa, me dejó de espaldas. Y me bajó la licra. Antes de inclinarme contra la tapa y dejarme con el culo al aire, en noventa grados, el muy maldito me subió la blusa para que se me enfriaran las tetas con la carrocería.
Una vez me tuvo en posición me la clavó de una.
Esa primera envestida siempre era tan rica. Era esa en la que habría mi cuerpo para que yo me le acomodara a su pene.
-le voy a recordar quien es el mae que ud cambio por ese playo.
Entonces vino la segunda. La tercera y el resto. Cada vez más duro, más rico.
A mí hasta se me olvidó donde estábamos y empecé a gemir.
Mi cuerpo sudado resbalaba en la carrocería.
Y entre mis piernas era como si estuviera una olla hirviendo.
Dante me sobaba las nalgas, las juntaba y las separaba de una forma que a mí me encantaba.
Despues lo sentí meter un dedo en mi boca para que se lo chupara. Yo ya sabía lo que significaba.
Lo chupé, mie tras intentaba no gritar.
Y luego él remató la faena. Me metió el dedo en el culo. Hasta el fondo y empezó a moverlo miebtras yo se lo apretaba. No duré mucho para llegar al orgasmo.
-digamelo, agatha, necesito escucharlo. Digame que ese mae no se la empuja como yo.
Pero yo no dije nada.
La metió 3 veces más y lo escuché hacer ese sonido que hacía siempre que se regaba.
La sacó despacio y entonces sentí como su semen resbalaba en mis piernas.
-ahora sí, vaya a que ese hp mamón le limpié mi leche.
Y así, sin más. Se fue.
Yo me recompuse la ropa. De nuevo volvía a sentirme como mierda, pero esta vez también enojada.
Entré al bar, fui a la mesa y le dije a Ricardo que me sentía mal. Que me llevara a la casa.
El mae ni lerdo ni perezoso.
Dante quería que otro me limpiara la entrepierna? Pues lo iba a complacer.
Qué tal?
Esto continúa, pero no sé si es buena la historia o más bien demasiado aburrida!
La sigo?