¡Aguante la vaina! A veces el cuerpo te juega una mala pasada y el dolor te come vivo. Pero parece que hay luz al final del túnel para más de 500 personas todos los meses gracias a la Clínica del Dolor del INS. No es broma, esta clínica le da un respiro a aquellos que sufren dolores crónicos que ni les dejan vivir tranquilos. Ya van unos 6,900 pacientes atendidos en 2024, y aún faltan meses para que termine el año – ¡una locura!
Este lugar no es novedad, llevan tiempo funcionando como parte de la Red Nacional de Cuidados Paliativos, pero se han ganado su nombre porque realmente hacen la diferencia. Se trata de darle un trato integral a los pacientes, no solo curarles el cuerpo, sino también el alma y ayudarles a retomar la vida normal. Hablamos de atención física, sí, pero también de apoyo emocional y social, pa’ que no se sientan solos en esta lucha.
El Dr. Kenneth Rojas, jefe de la Red de Servicios de Salud del INS, lo explica clarito: “Aquí no trabajamos con dolores causados por el cáncer, eso lo atienden otros lugares. Nuestra onda es mejorar la calidad de vida de la gente que padece dolores persistentes por otras razones. Con un equipo de expertos, buscamos que recuperen su independencia y puedan volver al trabajo”. ¡Eso sí que es ponerle empeño!
Imagínate pasar días, semanas, incluso años, sintiendo un dolor constante. Te roba las ganas, te aisla… Pero la Clínica del Dolor ofrece un acompañamiento continuo y personalizado. Esto significa que cada paciente recibe la atención que necesita, adaptada a sus circunstancias específicas. No hay fórmulas mágicas, pero sí mucho cariño y dedicación.
Un claro ejemplo de esto es la historia de Justin Rojas, un tipo que sufrió un accidente de tránsito horrible en Heredia. Un carro lo chocó de lleno, dejándolo con una fractura expuesta en la pierna tan seria que tuvo que reconstruirla con pedazos de hueso. Dice que, desde que llegó a la clínica, encontró un soporte invaluable. “Nunca minimizan mi dolor. Siempre me escuchan, me dan consejos, me ayudan a seguir adelante... ¡Es un tesoro!”, cuenta Justin, agradecido.
Y hablando de momentos importantes, este sábado se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. Es una oportunidad pa’ recordar la importancia de apoyar a las personas que viven con enfermedades graves o dolor crónico. El INS, obviamente, está comprometido con esto y sigue ofreciendo servicios especializados para que la gente tenga una vida más digna y con menos sufrimiento. Al fin y al cabo, todos merecemos una segunda oportunidad, ¿no creen?
Pero ojo, esto no es solo cosa del INS. La comunidad también juega un papel importante. Apoyar a organizaciones que trabajan con pacientes de dolor crónico, mostrar empatía hacia ellos y crear espacios donde puedan compartir sus experiencias ayuda muchísimo. Porque, como dice el dicho, ‘el que no vive, no siente’. Y el dolor, créeme, se siente bastante.
En fin, la Clínica del Dolor del INS está haciendo un trabajo admirable. Darle esperanza a la gente que sufre es una tarea difícil, pero ellos la están cumpliendo con creces. Ahora bien, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que deberíamos invertir más recursos en programas de cuidados paliativos y apoyo psicológico para personas con dolor crónico, o piensan que hay otras áreas prioritarias en el sistema de salud?
Este lugar no es novedad, llevan tiempo funcionando como parte de la Red Nacional de Cuidados Paliativos, pero se han ganado su nombre porque realmente hacen la diferencia. Se trata de darle un trato integral a los pacientes, no solo curarles el cuerpo, sino también el alma y ayudarles a retomar la vida normal. Hablamos de atención física, sí, pero también de apoyo emocional y social, pa’ que no se sientan solos en esta lucha.
El Dr. Kenneth Rojas, jefe de la Red de Servicios de Salud del INS, lo explica clarito: “Aquí no trabajamos con dolores causados por el cáncer, eso lo atienden otros lugares. Nuestra onda es mejorar la calidad de vida de la gente que padece dolores persistentes por otras razones. Con un equipo de expertos, buscamos que recuperen su independencia y puedan volver al trabajo”. ¡Eso sí que es ponerle empeño!
Imagínate pasar días, semanas, incluso años, sintiendo un dolor constante. Te roba las ganas, te aisla… Pero la Clínica del Dolor ofrece un acompañamiento continuo y personalizado. Esto significa que cada paciente recibe la atención que necesita, adaptada a sus circunstancias específicas. No hay fórmulas mágicas, pero sí mucho cariño y dedicación.
Un claro ejemplo de esto es la historia de Justin Rojas, un tipo que sufrió un accidente de tránsito horrible en Heredia. Un carro lo chocó de lleno, dejándolo con una fractura expuesta en la pierna tan seria que tuvo que reconstruirla con pedazos de hueso. Dice que, desde que llegó a la clínica, encontró un soporte invaluable. “Nunca minimizan mi dolor. Siempre me escuchan, me dan consejos, me ayudan a seguir adelante... ¡Es un tesoro!”, cuenta Justin, agradecido.
Y hablando de momentos importantes, este sábado se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos. Es una oportunidad pa’ recordar la importancia de apoyar a las personas que viven con enfermedades graves o dolor crónico. El INS, obviamente, está comprometido con esto y sigue ofreciendo servicios especializados para que la gente tenga una vida más digna y con menos sufrimiento. Al fin y al cabo, todos merecemos una segunda oportunidad, ¿no creen?
Pero ojo, esto no es solo cosa del INS. La comunidad también juega un papel importante. Apoyar a organizaciones que trabajan con pacientes de dolor crónico, mostrar empatía hacia ellos y crear espacios donde puedan compartir sus experiencias ayuda muchísimo. Porque, como dice el dicho, ‘el que no vive, no siente’. Y el dolor, créeme, se siente bastante.
En fin, la Clínica del Dolor del INS está haciendo un trabajo admirable. Darle esperanza a la gente que sufre es una tarea difícil, pero ellos la están cumpliendo con creces. Ahora bien, ¿ustedes qué opinan? ¿Creen que deberíamos invertir más recursos en programas de cuidados paliativos y apoyo psicológico para personas con dolor crónico, o piensan que hay otras áreas prioritarias en el sistema de salud?