¡Qué alivio, raza! Después de unos días que parecían sacados de una película de terror con tanto chaparrón, parece que la cosa se calma un poquito. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) le quitó la alerta amarilla al Pacífico y dejó el Valle Central y la Zona Norte tranquilas en color verde, como diciendo 'ya pueden relajarse'. El Caribe, que ya estaba bien castigado, también se salvó de las alertas, así que ahí le vamos a echar piénsulo.
Como dicen por ahí, 'el agua gotea donde hay grieta', y parece que esas grietas estaban en el Valle Central y el Caribe. Según la CNE, la lluvia ha sido poca últimamente, lo que permitió que la tierra respire un poco. Pero no se crean que estamos a salvo, porque la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esa señora inestable, todavía anda merodeando cerca del Pacífico y puede mandar unas lluvias más pronto que tarde. Es como decir, ‘no bajemos la guardia, mae’.
Y ni hablar del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos muchachos siempre nos avisan con tiempo. Ellos también dieron la alarma sobre la posibilidad de aguaceros fuertes, especialmente durante la tarde y la noche, sobre todo en el Pacífico. Dicen que la inestabilidad en la atmósfera, sumada a la ZCIT, va a traer nubes oscuras y tormentas eléctricas de campeonato. Así que si planean ir a la playa o a hacer una pachanga al aire libre, mejor lleven paraguas y estén preparados para mojar hasta el hueso.
Ahora, para ponerlos en onda con los números, el IMN dice que podríamos tener entre 15 y 40 milímetros de lluvia en el Valle Central, con picos de hasta 75 milímetros en algunos lugares. En el Pacífico, la cosa se pone más seria, con acumulados entre 40 y 60 milímetros, llegando a 80 o incluso 100 milímetros en zonas puntuales. Y en el Caribe y la Zona Norte, esperamos entre 30 y 50 milímetros, aunque algunas partes podrían recibir hasta 80 milímetros, especialmente en la Zona Norte. ¡Un verdadero diluvio si se da!
Pero la preocupación no termina ahí, parce. El Meteoro nos recuerda que todavía tenemos suelos muy saturados en todo el Pacífico y en la Zona Norte, lo que significa que cualquier lluvia extra podría causar deslizamientos, inundaciones repentinas y desbordamientos de ríos y quebradas. Como dicen nuestros abuelos, 'más vale prevenir que lamentar', así que mantengan sus cosas importantes guardadas, revisen las pendientes de techos y limpieza de canales, y estén atentos a las indicaciones de las autoridades.
Hablando de autoridades, la CNE insiste en que estemos informados y sigamos las recomendaciones que nos hacen desde las oficinas oficiales. No nos hagamos los dormidos, pues la naturaleza siempre tiene la última palabra. Si ven que la cosa se complica, busquen refugio y evítenlo irse al traste tratando de desafiar al clima. Recuerden que la seguridad es lo primero, y un buen tico siempre piensa en los demás.
Es bueno recordar que estos patrones climáticos son típicos de nuestra temporada lluviosa, y aunque el alivio es palpable, no debemos caer en la complacencia. La ZCIT es impredecible y puede cambiar de rumbo en cualquier momento, trayendo consigo nuevas oleadas de lluvia. Así que sigamos monitoreando la información meteorológica, compartiéndola con nuestros familiares y amigos, y preparándonos para lo que venga. Porque, díganlo conmigo, ¡este país es pura aventura!
Entonces, ¿ustedes creen que deberíamos estar preparando planes de contingencia más sólidos para enfrentar estas situaciones extremas, o pensamos que las medidas actuales son suficientes? ¿Cuál sería la medida más efectiva para proteger a nuestras comunidades de los efectos del cambio climático?
Como dicen por ahí, 'el agua gotea donde hay grieta', y parece que esas grietas estaban en el Valle Central y el Caribe. Según la CNE, la lluvia ha sido poca últimamente, lo que permitió que la tierra respire un poco. Pero no se crean que estamos a salvo, porque la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esa señora inestable, todavía anda merodeando cerca del Pacífico y puede mandar unas lluvias más pronto que tarde. Es como decir, ‘no bajemos la guardia, mae’.
Y ni hablar del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos muchachos siempre nos avisan con tiempo. Ellos también dieron la alarma sobre la posibilidad de aguaceros fuertes, especialmente durante la tarde y la noche, sobre todo en el Pacífico. Dicen que la inestabilidad en la atmósfera, sumada a la ZCIT, va a traer nubes oscuras y tormentas eléctricas de campeonato. Así que si planean ir a la playa o a hacer una pachanga al aire libre, mejor lleven paraguas y estén preparados para mojar hasta el hueso.
Ahora, para ponerlos en onda con los números, el IMN dice que podríamos tener entre 15 y 40 milímetros de lluvia en el Valle Central, con picos de hasta 75 milímetros en algunos lugares. En el Pacífico, la cosa se pone más seria, con acumulados entre 40 y 60 milímetros, llegando a 80 o incluso 100 milímetros en zonas puntuales. Y en el Caribe y la Zona Norte, esperamos entre 30 y 50 milímetros, aunque algunas partes podrían recibir hasta 80 milímetros, especialmente en la Zona Norte. ¡Un verdadero diluvio si se da!
Pero la preocupación no termina ahí, parce. El Meteoro nos recuerda que todavía tenemos suelos muy saturados en todo el Pacífico y en la Zona Norte, lo que significa que cualquier lluvia extra podría causar deslizamientos, inundaciones repentinas y desbordamientos de ríos y quebradas. Como dicen nuestros abuelos, 'más vale prevenir que lamentar', así que mantengan sus cosas importantes guardadas, revisen las pendientes de techos y limpieza de canales, y estén atentos a las indicaciones de las autoridades.
Hablando de autoridades, la CNE insiste en que estemos informados y sigamos las recomendaciones que nos hacen desde las oficinas oficiales. No nos hagamos los dormidos, pues la naturaleza siempre tiene la última palabra. Si ven que la cosa se complica, busquen refugio y evítenlo irse al traste tratando de desafiar al clima. Recuerden que la seguridad es lo primero, y un buen tico siempre piensa en los demás.
Es bueno recordar que estos patrones climáticos son típicos de nuestra temporada lluviosa, y aunque el alivio es palpable, no debemos caer en la complacencia. La ZCIT es impredecible y puede cambiar de rumbo en cualquier momento, trayendo consigo nuevas oleadas de lluvia. Así que sigamos monitoreando la información meteorológica, compartiéndola con nuestros familiares y amigos, y preparándonos para lo que venga. Porque, díganlo conmigo, ¡este país es pura aventura!
Entonces, ¿ustedes creen que deberíamos estar preparando planes de contingencia más sólidos para enfrentar estas situaciones extremas, o pensamos que las medidas actuales son suficientes? ¿Cuál sería la medida más efectiva para proteger a nuestras comunidades de los efectos del cambio climático?