¡Ay, Dios mío! La cosa está fea para nuestros hermanos cabecares y bribris del Caribe. Resulta que la atención médica que deberían estar recibiendo de forma regular, se la están llevando a puros “giratorios” trimestrales. Imagínate, ¡una vez cada tres meses! Como si estuviéramos hablando de una visita al dentista, chunches... Esto es vida o muerte, mae.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está dando explicaciones ante la Comisión Especial de la Provincia de Limón, y la verdad, no pintan muy bien. Parece que el problema fundamental es la falta de presupuesto. Dicen que hacen giras a comunidades como Alto Telire, pero que esos viajes duran apenas una semana, y a veces ni eso, porque se les complica el transporte aéreo y el clima tampoco ayuda, ¿qué te digo?
La diputada frenteamplista Rocío Alfaro le soltó la bronca a la CCSS, preguntándose cómo es posible que en pleno siglo XXI haya compatriotas que no tengan acceso a atención médica las 24 horas del día, los siete días de la semana, como sí ocurre en el resto del país. Es duro, diay, ver esta desigualdad tan marcada. Es como que algunos somos más ticos que otros, ¿verdad?
Lo que preocupa es que la solicitud de aumentar la frecuencia de las visitas, pasando de trimestral a mensual e idealmente, semanal, parece que se está quedando varada en papeleos burocráticos. Según lo que comentó Jorge Granados, gerente de infraestructura de la Caja, aunque las sedes de EBAIS hicieron mejoras hace unos tres o cinco años, logísticamente complicadas por tener que enviar materiales por avión, la falta de personal y recursos sigue siendo un problema grande.
Además, y esto es otro brete, las carreteras hacia esas comunidades son horribles. Un camino lleno de baches y piedras dificulta llegar rápido a los lugares donde la gente necesita asistencia urgente. ¿Y qué pasa si alguien necesita que lo trasladen rápidamente al hospital? Ahí se complica la cosa aún más. Al parecer, también hay problemas de comunicación para coordinar emergencias. Esto se pone cada vez más salado, sin exagerar.
Los miembros de la comisión acordaron volver a reunirse para seguir investigando esta problemática. Aparentemente, faltó la presidenta ejecutiva de la CCSS, Mónica Taylor, lo cual muchos consideran un golpe bajo porque la información clave podía provenir directamente de ella. Esperemos que la próxima vez esté presente y pueda dar respuestas claras y concisas a estas preocupaciones legítimas. No se trata de echarle la culpa a nadie, sino de encontrar soluciones rápidas y efectivas.
Desde mi punto de vista, esto refleja una falla estructural en nuestro sistema de salud. No basta con hablar de cobertura universal; hay que garantizar que esa cobertura llegue a todas las regiones del país, especialmente a aquellas que más lo necesitan. No podemos permitir que la ubicación geográfica determine quién recibe atención médica oportuna y adecuada. Es un asunto de justicia social y de dignidad humana, qué carga.
En fin, esta situación nos obliga a reflexionar: ¿Cómo podemos asegurar que las poblaciones indígenas del Caribe costarricense tengan acceso a una atención médica digna y permanente, y no depender de giras ocasionales que apenas tocan la superficie de sus necesidades? ¿Qué medidas concretas creen que debería tomar el gobierno y la CCSS para solucionar este problema de fondo y dejar de darle largas a esta vara?
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) está dando explicaciones ante la Comisión Especial de la Provincia de Limón, y la verdad, no pintan muy bien. Parece que el problema fundamental es la falta de presupuesto. Dicen que hacen giras a comunidades como Alto Telire, pero que esos viajes duran apenas una semana, y a veces ni eso, porque se les complica el transporte aéreo y el clima tampoco ayuda, ¿qué te digo?
La diputada frenteamplista Rocío Alfaro le soltó la bronca a la CCSS, preguntándose cómo es posible que en pleno siglo XXI haya compatriotas que no tengan acceso a atención médica las 24 horas del día, los siete días de la semana, como sí ocurre en el resto del país. Es duro, diay, ver esta desigualdad tan marcada. Es como que algunos somos más ticos que otros, ¿verdad?
Lo que preocupa es que la solicitud de aumentar la frecuencia de las visitas, pasando de trimestral a mensual e idealmente, semanal, parece que se está quedando varada en papeleos burocráticos. Según lo que comentó Jorge Granados, gerente de infraestructura de la Caja, aunque las sedes de EBAIS hicieron mejoras hace unos tres o cinco años, logísticamente complicadas por tener que enviar materiales por avión, la falta de personal y recursos sigue siendo un problema grande.
Además, y esto es otro brete, las carreteras hacia esas comunidades son horribles. Un camino lleno de baches y piedras dificulta llegar rápido a los lugares donde la gente necesita asistencia urgente. ¿Y qué pasa si alguien necesita que lo trasladen rápidamente al hospital? Ahí se complica la cosa aún más. Al parecer, también hay problemas de comunicación para coordinar emergencias. Esto se pone cada vez más salado, sin exagerar.
Los miembros de la comisión acordaron volver a reunirse para seguir investigando esta problemática. Aparentemente, faltó la presidenta ejecutiva de la CCSS, Mónica Taylor, lo cual muchos consideran un golpe bajo porque la información clave podía provenir directamente de ella. Esperemos que la próxima vez esté presente y pueda dar respuestas claras y concisas a estas preocupaciones legítimas. No se trata de echarle la culpa a nadie, sino de encontrar soluciones rápidas y efectivas.
Desde mi punto de vista, esto refleja una falla estructural en nuestro sistema de salud. No basta con hablar de cobertura universal; hay que garantizar que esa cobertura llegue a todas las regiones del país, especialmente a aquellas que más lo necesitan. No podemos permitir que la ubicación geográfica determine quién recibe atención médica oportuna y adecuada. Es un asunto de justicia social y de dignidad humana, qué carga.
En fin, esta situación nos obliga a reflexionar: ¿Cómo podemos asegurar que las poblaciones indígenas del Caribe costarricense tengan acceso a una atención médica digna y permanente, y no depender de giras ocasionales que apenas tocan la superficie de sus necesidades? ¿Qué medidas concretas creen que debería tomar el gobierno y la CCSS para solucionar este problema de fondo y dejar de darle largas a esta vara?