¡Pero qué vaina, pura bronca! Resulta que el Presidente Rodrigo Chaves, ahí soltando comentarios fuera de Casa Presidencial, andaba dando a entender que el tema del subsidio para los cuidadores está zafado y listo para salir. Pero Jonathan Acuña, diputado del Frente Amplio, no se quedó calladito y le tuvo que corregir la jugada porque, díganle a Don Rodri, la cosa no es tan sencilla.
El problema está en el expediente número 25.240, una reforma a la ley que busca facilitar el pago de ese subsidio crucial para tantas familias que cuidan a sus seres queridos enfermos o niños con problemas de salud. Esta ley, a ver si me siguen la corriente, permite destinar recursos extras para cubrir esas necesidades apremiantes, algo vital porque la situación económica anda complicada para muchos. El proyecto ya había sido aprobado en primer debate en la Asamblea Legislativa, ¡pero ahí está el detalle!
El asunto es que, aunque el Tercer Presupuesto Extraordinario contempla los recursos necesarios, el Ejecutivo no ha hecho el gesto de convocarlo para discutirlo en las sesiones extraordinarias actuales. Y ahí es donde entra el señalamiento de Acuña: el señor Presidente parece creer que todo está en manos de la Contraloría General de la República (CGR), como si ella pudiera hacer magia. ¡Pero huele a chambaquiña!
Acuña explica, y bien, que la CGR sí puede ponerle hielo a la jugada si no se aprueba la reforma legal. La razón es simple: la ley actual impone un tope del 0,5% del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF) para este subsidio. Para romper ese techo, necesitamos una modificación legal, ¡y punto! Incluso, el mismo Ministro de Trabajo y Seguridad Social reconoció que la reforma era indispensable para poder usar más recursos, así que… ¿quién anda confundido aquí?
“Lo que hicimos en la Asamblea fue precisamente eso: agilizar el trámite para conseguir los 2.700 millones de colones que necesitan estas familias desesperadamente y, al mismo tiempo, preparar una pequeña reforma que nos dé margen para acceder a nuevos fondos si es necesario,” enfatizó Acuña, haciendo hincapié en la importancia de actuar rápido y eficientemente. Porque, vamos a ser honestos, estas familias no pueden estar esperando indefinidamente.
Después de la aprobación del Tercer Presupuesto Extraordinario, la pelota pasa ahora a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que tiene que enviarle el presupuesto a la Contraloría para que lo revise. Pero ahí radica el verdadero peligro: la Contraloría podría considerar que no existe base legal para asignar fondos adicionales por encima de ese famoso 0,5% del FODESAF. Y, obviamente, nadie quiere eso.
Así que, como decía el diputado, “no busco meter en líos con el Presidente, solo quiero que estas familias reciban una respuesta rápida”. Agregó que el proyecto ya fue avalado por unanimidad en primer debate, así que realmente no hay excusas ni justificaciones posibles para demorar la discusión en segundo debate. Y digo yo, si ya se puso de acuerdo la casa, ¿para qué andar buscando obstáculos?
Las mujeres cuidadoras, hartas de esperar y con razón, hicieron una manifestación frente a Casa Presidencial, exigiendo que se convoque el texto lo antes posible. Es que ellas saben de primera mano lo complicado que es mantener a flote un hogar mientras se cuida de un familiar enfermo. Y viendo toda esta movida, no puedo evitar preguntarme: ¿Será que el gobierno está jugando al gato y al ratón con las familias más vulnerables del país o simplemente se equivocó de estrategia? ¿Cuál creen ustedes que será la verdadera razón detrás de esta demora y cómo debería actuar la Asamblea para proteger a estos héroes anónimos?
	
		
			
		
		
	
				
			El problema está en el expediente número 25.240, una reforma a la ley que busca facilitar el pago de ese subsidio crucial para tantas familias que cuidan a sus seres queridos enfermos o niños con problemas de salud. Esta ley, a ver si me siguen la corriente, permite destinar recursos extras para cubrir esas necesidades apremiantes, algo vital porque la situación económica anda complicada para muchos. El proyecto ya había sido aprobado en primer debate en la Asamblea Legislativa, ¡pero ahí está el detalle!
El asunto es que, aunque el Tercer Presupuesto Extraordinario contempla los recursos necesarios, el Ejecutivo no ha hecho el gesto de convocarlo para discutirlo en las sesiones extraordinarias actuales. Y ahí es donde entra el señalamiento de Acuña: el señor Presidente parece creer que todo está en manos de la Contraloría General de la República (CGR), como si ella pudiera hacer magia. ¡Pero huele a chambaquiña!
Acuña explica, y bien, que la CGR sí puede ponerle hielo a la jugada si no se aprueba la reforma legal. La razón es simple: la ley actual impone un tope del 0,5% del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF) para este subsidio. Para romper ese techo, necesitamos una modificación legal, ¡y punto! Incluso, el mismo Ministro de Trabajo y Seguridad Social reconoció que la reforma era indispensable para poder usar más recursos, así que… ¿quién anda confundido aquí?
“Lo que hicimos en la Asamblea fue precisamente eso: agilizar el trámite para conseguir los 2.700 millones de colones que necesitan estas familias desesperadamente y, al mismo tiempo, preparar una pequeña reforma que nos dé margen para acceder a nuevos fondos si es necesario,” enfatizó Acuña, haciendo hincapié en la importancia de actuar rápido y eficientemente. Porque, vamos a ser honestos, estas familias no pueden estar esperando indefinidamente.
Después de la aprobación del Tercer Presupuesto Extraordinario, la pelota pasa ahora a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que tiene que enviarle el presupuesto a la Contraloría para que lo revise. Pero ahí radica el verdadero peligro: la Contraloría podría considerar que no existe base legal para asignar fondos adicionales por encima de ese famoso 0,5% del FODESAF. Y, obviamente, nadie quiere eso.
Así que, como decía el diputado, “no busco meter en líos con el Presidente, solo quiero que estas familias reciban una respuesta rápida”. Agregó que el proyecto ya fue avalado por unanimidad en primer debate, así que realmente no hay excusas ni justificaciones posibles para demorar la discusión en segundo debate. Y digo yo, si ya se puso de acuerdo la casa, ¿para qué andar buscando obstáculos?
Las mujeres cuidadoras, hartas de esperar y con razón, hicieron una manifestación frente a Casa Presidencial, exigiendo que se convoque el texto lo antes posible. Es que ellas saben de primera mano lo complicado que es mantener a flote un hogar mientras se cuida de un familiar enfermo. Y viendo toda esta movida, no puedo evitar preguntarme: ¿Será que el gobierno está jugando al gato y al ratón con las familias más vulnerables del país o simplemente se equivocó de estrategia? ¿Cuál creen ustedes que será la verdadera razón detrás de esta demora y cómo debería actuar la Asamblea para proteger a estos héroes anónimos?