¡Dengue! Tremendo movimiento el que acaba de caer en el mundo financiero tico. Resulta que BAC, esos de siempre, se están comiendo el pastel de la reputación. Según Merco Empresas y Merco Responsabilidad ESG 2025, son el banco con mejor imagen del país, ¡y encima líderes en temas de sustentabilidad! Claramente, le han metidole pata blanca a la estrategia, pues ahora van escalando posicione tras posición, y eso dice mucho.
Para los que no estén al día, estos premios Merco miden la reputación de las empresas según diversos públicos: jefes, analistas, periodistas, autoridades, ONGs… básicamente, toda la vaina importante. No es cualquier encuesta barata, tienen sus métodos y hasta KPGM audita todo el proceso, así que la cosa se toma en serio. Y BAC salió campeón, superando a otros bancos que llevaban años tratando de restarle brillo.
Pero claro, aquí en Costa Rica somos medio sospechoso, ¿verdad? Cuando alguien llega a la cima, toca preguntarse qué hay detrás. Es fácil decir que es por “acciones sostenibles” y “liderazgo comprometido”, pero el diay es que la banca siempre tiene sus trucos bajo la manga. ¿Será que la innovación que tanto presumen es realmente impactante o solo una fachada bien maquillada?
Según el comunicado de prensa, BAC cerró el 2024 con utilidades de 224 millones de dólares, un buen aumento del 22%. Su cartera de crédito creció un 9%, y la pasiva un 22%. En pensiones, la operadora, ¡neta!, tuvo un crecimiento del 22% en activos, llegando a casi 400 mil afiliados. Digamos que los números no mienten y pinta feo para el resto del sector.
Ahora, si revisamos el tema de la sustentabilidad, ahí sí que parece que le están apostando en serio. La cartera de negocios sostenibles aumentó un 40%, redujeron el consumo energético y dicen haber disminuido más de 50 toneladas de CO₂ equivalente. Hasta pusieron cargadores para carros eléctricos por todo el país. De verdad que le han echado ganas a limpiar su imagen verde, aunque uno se pregunta, ¿todo esto es rentable o simplemente les sirve para quedar bien?
También destacaron que el 64% de sus clientes ya usan canales digitales, con un promedio de 22.3 millones de transacciones mensuales. Eso demuestra que la tecnología juega un papel fundamental en el futuro de la banca, y BAC parece estar a la vanguardia. Además, invierten en educación financiera y apoyan a ONG’s… digamos que se esfuerzan por mostrarse como una empresa responsable y socialmente consciente.
Pero aquí va el colmo, señores. También ganaron como la mejor empresa de recursos humanos y estaban entre las primeras en atraer y retener talento. ¡Lo quieren ganar todo! Uno empieza a pensar si no estarán comprando todos los premios con dinero fresco... Aunque, siendo honestos, contratar gente talentosa suele darle frutos, así que quizás tengan razón. La verdad es que una gestión humana efectiva puede hacer la diferencia entre un banco mediocre y uno imparable.
Al final del día, BAC se ha posicionado como líder indiscutible en el mercado financiero tico. Han logrado construir una reputación sólida y están invirtiendo fuertemente en innovación y sustentabilidad. Pero queda la pregunta en el aire: ¿esta consolidación beneficia realmente a la población, o solo fortalece el poder de unos pocos? ¿Cree usted que la banca tradicional puede reinventarse para ofrecer soluciones financieras más justas y accesibles para todos los costarricenses, o estamos condenados a seguir con las mismas viejas dinámicas?
Para los que no estén al día, estos premios Merco miden la reputación de las empresas según diversos públicos: jefes, analistas, periodistas, autoridades, ONGs… básicamente, toda la vaina importante. No es cualquier encuesta barata, tienen sus métodos y hasta KPGM audita todo el proceso, así que la cosa se toma en serio. Y BAC salió campeón, superando a otros bancos que llevaban años tratando de restarle brillo.
Pero claro, aquí en Costa Rica somos medio sospechoso, ¿verdad? Cuando alguien llega a la cima, toca preguntarse qué hay detrás. Es fácil decir que es por “acciones sostenibles” y “liderazgo comprometido”, pero el diay es que la banca siempre tiene sus trucos bajo la manga. ¿Será que la innovación que tanto presumen es realmente impactante o solo una fachada bien maquillada?
Según el comunicado de prensa, BAC cerró el 2024 con utilidades de 224 millones de dólares, un buen aumento del 22%. Su cartera de crédito creció un 9%, y la pasiva un 22%. En pensiones, la operadora, ¡neta!, tuvo un crecimiento del 22% en activos, llegando a casi 400 mil afiliados. Digamos que los números no mienten y pinta feo para el resto del sector.
Ahora, si revisamos el tema de la sustentabilidad, ahí sí que parece que le están apostando en serio. La cartera de negocios sostenibles aumentó un 40%, redujeron el consumo energético y dicen haber disminuido más de 50 toneladas de CO₂ equivalente. Hasta pusieron cargadores para carros eléctricos por todo el país. De verdad que le han echado ganas a limpiar su imagen verde, aunque uno se pregunta, ¿todo esto es rentable o simplemente les sirve para quedar bien?
También destacaron que el 64% de sus clientes ya usan canales digitales, con un promedio de 22.3 millones de transacciones mensuales. Eso demuestra que la tecnología juega un papel fundamental en el futuro de la banca, y BAC parece estar a la vanguardia. Además, invierten en educación financiera y apoyan a ONG’s… digamos que se esfuerzan por mostrarse como una empresa responsable y socialmente consciente.
Pero aquí va el colmo, señores. También ganaron como la mejor empresa de recursos humanos y estaban entre las primeras en atraer y retener talento. ¡Lo quieren ganar todo! Uno empieza a pensar si no estarán comprando todos los premios con dinero fresco... Aunque, siendo honestos, contratar gente talentosa suele darle frutos, así que quizás tengan razón. La verdad es que una gestión humana efectiva puede hacer la diferencia entre un banco mediocre y uno imparable.
Al final del día, BAC se ha posicionado como líder indiscutible en el mercado financiero tico. Han logrado construir una reputación sólida y están invirtiendo fuertemente en innovación y sustentabilidad. Pero queda la pregunta en el aire: ¿esta consolidación beneficia realmente a la población, o solo fortalece el poder de unos pocos? ¿Cree usted que la banca tradicional puede reinventarse para ofrecer soluciones financieras más justas y accesibles para todos los costarricenses, o estamos condenados a seguir con las mismas viejas dinámicas?