¡Ay, Dios mío! Lo que nos toca vivir, raza. Barrio Dent está hecho un colapso completo tras las lluvias torrenciales de hoy. Aguas hasta el cuello, gente desesperada… una torta tremenda la que se armó ahí. Las autoridades andan moviéndose, tratando de ayudar, pero la situación es crítica.
Desde temprano, la lluvia no daba tregua y el río Torres se desbordó llevándose todo a su paso. Las casas más cercanas a la rivera quedaron sumergidas en cuestión de horas. Algunos vecinos ni siquiera tuvieron tiempo de sacar unos cuantos ahorros o documentos importantes, dicen que el agua subió rapidísimo. Qué sal!
Bomberos, Cruz Roja y personal municipal están trabajando contra reloj para rescatar a familias atrapadas en sus viviendas. Imágenes impactantes muestran cómo los rescatistas, a veces hasta a nado, ayudan a personas, mascotas y adultos mayores a llegar a zonas seguras. Se habilitaron refugios temporales en colegios cercanos para atender a los evacuados, pero la preocupación sigue latente.
Lo más triste es ver a la gente, totalmente desolada, perdiendo sus pertenencias. Un chunche que te da igual si llueve un poquito, pero perder todo... eso duele, mae. Muchos no saben dónde van a dormir esta noche ni cómo van a recuperar sus vidas. La comunidad se ha unido para ofrecer ayuda, con comida, ropa y apoyo moral, porque estos momentos es cuando se demuestra de qué estamos hechos.
Según información preliminar del INM, se reportaron niveles de precipitación históricos en la zona este del país, y Barrio Dent fue una de las áreas más afectadas. Expertos advierten que este tipo de fenómenos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático. ¡Y mira que ya tenemos problemas!, ahora esto encima. La vara está dura.
Algunos residentes denuncian que la falta de mantenimiento adecuado de los sistemas de drenaje contribuyó a agravar la situación. “Hace años que le pedimos a la municipalidad que limpie esos canales, pero nunca hacen nada”, lamentaba Doña Rosa, vecina de la zona. Se avecinan investigaciones para determinar responsabilidades y evitar que tragedias similares se repitan en el futuro. Ojalá porque la próxima no se pierda nadie.
Este evento nos recuerda la vulnerabilidad de nuestras comunidades ante los efectos del clima extremo. Es fundamental fortalecer los sistemas de prevención y respuesta, así como promover prácticas sostenibles que reduzcan nuestra huella ambiental. No podemos seguir ignorando las señales; necesitamos actuar ahora antes de que sea demasiado tarde. Además, hay que revisar a fondo los planes de contingencia de emergencia, porque parece que algunos quedaron cortos.
Ante esta difícil situación, me pregunto: ¿Cómo crees que podríamos mejorar la preparación de nuestras comunidades para enfrentar emergencias climáticas como esta, y cuál consideras que sería el rol más importante tanto del gobierno como de la ciudadanía para construir un futuro más resiliente y seguro para todos los ticos?
Desde temprano, la lluvia no daba tregua y el río Torres se desbordó llevándose todo a su paso. Las casas más cercanas a la rivera quedaron sumergidas en cuestión de horas. Algunos vecinos ni siquiera tuvieron tiempo de sacar unos cuantos ahorros o documentos importantes, dicen que el agua subió rapidísimo. Qué sal!
Bomberos, Cruz Roja y personal municipal están trabajando contra reloj para rescatar a familias atrapadas en sus viviendas. Imágenes impactantes muestran cómo los rescatistas, a veces hasta a nado, ayudan a personas, mascotas y adultos mayores a llegar a zonas seguras. Se habilitaron refugios temporales en colegios cercanos para atender a los evacuados, pero la preocupación sigue latente.
Lo más triste es ver a la gente, totalmente desolada, perdiendo sus pertenencias. Un chunche que te da igual si llueve un poquito, pero perder todo... eso duele, mae. Muchos no saben dónde van a dormir esta noche ni cómo van a recuperar sus vidas. La comunidad se ha unido para ofrecer ayuda, con comida, ropa y apoyo moral, porque estos momentos es cuando se demuestra de qué estamos hechos.
Según información preliminar del INM, se reportaron niveles de precipitación históricos en la zona este del país, y Barrio Dent fue una de las áreas más afectadas. Expertos advierten que este tipo de fenómenos climáticos extremos serán cada vez más frecuentes debido al cambio climático. ¡Y mira que ya tenemos problemas!, ahora esto encima. La vara está dura.
Algunos residentes denuncian que la falta de mantenimiento adecuado de los sistemas de drenaje contribuyó a agravar la situación. “Hace años que le pedimos a la municipalidad que limpie esos canales, pero nunca hacen nada”, lamentaba Doña Rosa, vecina de la zona. Se avecinan investigaciones para determinar responsabilidades y evitar que tragedias similares se repitan en el futuro. Ojalá porque la próxima no se pierda nadie.
Este evento nos recuerda la vulnerabilidad de nuestras comunidades ante los efectos del clima extremo. Es fundamental fortalecer los sistemas de prevención y respuesta, así como promover prácticas sostenibles que reduzcan nuestra huella ambiental. No podemos seguir ignorando las señales; necesitamos actuar ahora antes de que sea demasiado tarde. Además, hay que revisar a fondo los planes de contingencia de emergencia, porque parece que algunos quedaron cortos.
Ante esta difícil situación, me pregunto: ¿Cómo crees que podríamos mejorar la preparación de nuestras comunidades para enfrentar emergencias climáticas como esta, y cuál consideras que sería el rol más importante tanto del gobierno como de la ciudadanía para construir un futuro más resiliente y seguro para todos los ticos?
