¡Ay, Dios mío, qué pena! El caso de Kevin Kirby sigue dando vueltas y ahora el OIJ sale con que no fue por el carro, sino porque alguien quería sacarle varas... ¡Imagínate la bronca que le metieron al pobre! Después de tanto buscarlo, encontrarlo así a la orilla del río… me da un cosquilleo.
Según Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, parece que la movida fue que algunos pillos andaban rondando a Kevin tratando de vaciarle los bolsillos. No se sabe cuánto querían robarle, ni quiénes eran exactamente, pero la cosa escaló y terminó fatal. La verdad, es un caso bien turbio que nos deja pensando cómo se puede llegar a tanto.
Recordemos que Kevin Kirby desapareció hace unos días y apareció muerto a la orilla del río María Aguilar en Hatillo 8. Su familia estaba desesperada buscando información, y ahora esto, que parece que lo mataron por plata. Uno se queda frío, ¿no?
El OIJ ha estado trabajando a marchas forzadas, haciendo allanamientos en varias casas de María Reina, en Hatillo 1. Dicen que encontraron cosas raras, rastros de fluidos biológicos en una de esas casas. Todavía no han confirmado si esos fluidos son de Kevin, pero eso ya pone a cualquiera con los pelos de punta. ¡Qué nivel de barbaridad!
Al parecer, el carro de Kevin no era el objetivo principal. Eso ya lo había dicho Zúñiga, que lo importante era el dinero. Pero, ¿qué tipo de personas llegan tan lejos por unas pocas pelas? Esto te hace pensar en la inseguridad que vivimos en el país, diay. Ya nadie se puede sentir seguro ni en su propia casa.
Ahora mismo, los detectives están tratando de averiguar quiénes eran estos vándalos y por qué querían tanto dinero de Kevin. Se supone que deberían estar revisando sus contactos, sus movimientos, todo lo posible para armar el rompecabezas. Esperamos que pronto den con los responsables y les caiga toda la ley encima. ¡Que les paguen con la misma moneda!
Lo que más preocupa es que esto pueda pasarle a cualquier persona. Uno nunca sabe con quién se cruza en la calle, ¿verdad? Es una realidad dura, pero hay que aceptarla. Y ojalá que este caso sirva para poner más atención a la seguridad y para tomar medidas que eviten que estas tragedias se repitan. Necesitamos más vigilancia en las calles y más apoyo psicológico para quienes hemos sido afectados por la violencia.
En fin, una historia bien triste que nos demuestra lo bajo que puede caer la gente por dinero. Ahora me pregunto, ¿cree usted que la justicia realmente podrá hacer justicia en este caso y darle paz a la familia de Kevin Kirby, o será otro capítulo cerrado sin respuestas claras?
Según Randall Zúñiga, el jefe del OIJ, parece que la movida fue que algunos pillos andaban rondando a Kevin tratando de vaciarle los bolsillos. No se sabe cuánto querían robarle, ni quiénes eran exactamente, pero la cosa escaló y terminó fatal. La verdad, es un caso bien turbio que nos deja pensando cómo se puede llegar a tanto.
Recordemos que Kevin Kirby desapareció hace unos días y apareció muerto a la orilla del río María Aguilar en Hatillo 8. Su familia estaba desesperada buscando información, y ahora esto, que parece que lo mataron por plata. Uno se queda frío, ¿no?
El OIJ ha estado trabajando a marchas forzadas, haciendo allanamientos en varias casas de María Reina, en Hatillo 1. Dicen que encontraron cosas raras, rastros de fluidos biológicos en una de esas casas. Todavía no han confirmado si esos fluidos son de Kevin, pero eso ya pone a cualquiera con los pelos de punta. ¡Qué nivel de barbaridad!
Al parecer, el carro de Kevin no era el objetivo principal. Eso ya lo había dicho Zúñiga, que lo importante era el dinero. Pero, ¿qué tipo de personas llegan tan lejos por unas pocas pelas? Esto te hace pensar en la inseguridad que vivimos en el país, diay. Ya nadie se puede sentir seguro ni en su propia casa.
Ahora mismo, los detectives están tratando de averiguar quiénes eran estos vándalos y por qué querían tanto dinero de Kevin. Se supone que deberían estar revisando sus contactos, sus movimientos, todo lo posible para armar el rompecabezas. Esperamos que pronto den con los responsables y les caiga toda la ley encima. ¡Que les paguen con la misma moneda!
Lo que más preocupa es que esto pueda pasarle a cualquier persona. Uno nunca sabe con quién se cruza en la calle, ¿verdad? Es una realidad dura, pero hay que aceptarla. Y ojalá que este caso sirva para poner más atención a la seguridad y para tomar medidas que eviten que estas tragedias se repitan. Necesitamos más vigilancia en las calles y más apoyo psicológico para quienes hemos sido afectados por la violencia.
En fin, una historia bien triste que nos demuestra lo bajo que puede caer la gente por dinero. Ahora me pregunto, ¿cree usted que la justicia realmente podrá hacer justicia en este caso y darle paz a la familia de Kevin Kirby, o será otro capítulo cerrado sin respuestas claras?
