¡Aguanta unito! El Conassif finalmente cerró el capítulo de Desyfin, la financiera que dejó a muchos ahorradores con el corazón en la boca hace buen rato. Después de un año de intentar ponerle parche a la cosa, decidieron tirar la toalla y meterla en liquidación concursal. Un proceso largo, eso sí, como las filas en el IMAS.
Para refrescarles la memoria a los que andan distraídos, Desyfin se declaró inviable el año pasado, dejando un montón de gente preocupada por si iban a recuperar su plata. Al principio, la suma total de activos era de casi 350 millones de dólares, una cifra considerable, pero luego se redujo hasta llegar a unos 126.75 millones, lo que representa apenas un 36% de lo original. ¡Qué despiche!
Durante este tiempo de intervención, intentaron vender todo lo que pudieron – propiedades, equipos, créditos, pues todos esos bienes quedaron en ese fideicomiso que ahora va a encargarse de la liquidación concursal. Banco Improsa es quien va a dirigir el brete, siendo la única entidad que mostró interés en echarse ese rol. ¡Al menos alguien se animó a entrarle!
Pero, bueno, la buena noticia es que lograron rescatar casi 99 mil millones de colones. Una suma importante, indudablemente. De estos, la mayoría – alrededor de 2989 personas, o sea el 74% del total – fueron los ahorradores con menos de seis millones de colones en sus cuentas. Ellos ya tienen su dinerito de vuelta, al cien por ciento. ¡Eso sí da gusto!
Ahora, los demás, aquellos que tenían más de seis millones, recuperarán los primeros seis millones directo, y luego un 75.58% del resto. Por ejemplo, si tenías diez millones guardados, te devuelven nueve y todavía te queda pendiente un millón. Prometen que al terminar el proceso concursal, que seguramente va a durar un trecho, podrían recuperar ese millón restante. ¡Ojalá, porque esperar así da hartura!
Y no solo afectó a los pequeños ahorradores; también hay fondo de inversión y operadoras de pensiones con plata ahí metida. Las operadoras, por ejemplo, tenían clavados 21 mil millones de colones, y aún les falta recibir unos 5 mil millones. Los fondos de inversión, más o menos, tienen pendientes alrededor de mil 700 millones de colones. Aunque el Intendente de Valores, Reyner Brenes, nos tranquilizó diciendo que esto representa un porcentaje muy pequeño de las carteras totales de la industria.
Las operaciones de pensiones están buscando maneras de minimizar el impacto y proteger los intereses de los jubilados. Lo mismo ocurre con los fondos de inversión, quienes trabajan diligentemente para asegurar que cualquier pérdida se absorba de manera eficiente, evitando afectar significativamente la rentabilidad general. Este panorama recuerda la importancia de diversificar las inversiones y analizar cuidadosamente los riesgos asociados a cada opción, tal como lo aconsejarían los expertos financieros... ¡más vale prevenir que lamentar, dicen por ahí!
Después de todo este rollo, surge la pregunta: ¿Esta situación afecta la confianza del público en el sistema financiero costarricense? ¿Pensamos dos veces antes de guardar nuestro aguinaldo en el banco o estamos tranquilos porque sabemos que existen mecanismos de protección? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!
Para refrescarles la memoria a los que andan distraídos, Desyfin se declaró inviable el año pasado, dejando un montón de gente preocupada por si iban a recuperar su plata. Al principio, la suma total de activos era de casi 350 millones de dólares, una cifra considerable, pero luego se redujo hasta llegar a unos 126.75 millones, lo que representa apenas un 36% de lo original. ¡Qué despiche!
Durante este tiempo de intervención, intentaron vender todo lo que pudieron – propiedades, equipos, créditos, pues todos esos bienes quedaron en ese fideicomiso que ahora va a encargarse de la liquidación concursal. Banco Improsa es quien va a dirigir el brete, siendo la única entidad que mostró interés en echarse ese rol. ¡Al menos alguien se animó a entrarle!
Pero, bueno, la buena noticia es que lograron rescatar casi 99 mil millones de colones. Una suma importante, indudablemente. De estos, la mayoría – alrededor de 2989 personas, o sea el 74% del total – fueron los ahorradores con menos de seis millones de colones en sus cuentas. Ellos ya tienen su dinerito de vuelta, al cien por ciento. ¡Eso sí da gusto!
Ahora, los demás, aquellos que tenían más de seis millones, recuperarán los primeros seis millones directo, y luego un 75.58% del resto. Por ejemplo, si tenías diez millones guardados, te devuelven nueve y todavía te queda pendiente un millón. Prometen que al terminar el proceso concursal, que seguramente va a durar un trecho, podrían recuperar ese millón restante. ¡Ojalá, porque esperar así da hartura!
Y no solo afectó a los pequeños ahorradores; también hay fondo de inversión y operadoras de pensiones con plata ahí metida. Las operadoras, por ejemplo, tenían clavados 21 mil millones de colones, y aún les falta recibir unos 5 mil millones. Los fondos de inversión, más o menos, tienen pendientes alrededor de mil 700 millones de colones. Aunque el Intendente de Valores, Reyner Brenes, nos tranquilizó diciendo que esto representa un porcentaje muy pequeño de las carteras totales de la industria.
Las operaciones de pensiones están buscando maneras de minimizar el impacto y proteger los intereses de los jubilados. Lo mismo ocurre con los fondos de inversión, quienes trabajan diligentemente para asegurar que cualquier pérdida se absorba de manera eficiente, evitando afectar significativamente la rentabilidad general. Este panorama recuerda la importancia de diversificar las inversiones y analizar cuidadosamente los riesgos asociados a cada opción, tal como lo aconsejarían los expertos financieros... ¡más vale prevenir que lamentar, dicen por ahí!
Después de todo este rollo, surge la pregunta: ¿Esta situación afecta la confianza del público en el sistema financiero costarricense? ¿Pensamos dos veces antes de guardar nuestro aguinaldo en el banco o estamos tranquilos porque sabemos que existen mecanismos de protección? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!