¡Ay, Dios mío, qué torta! Resulta que el carro de don Mauricio Hoffmann, el del programa “De Boca en Boca”, terminó decomisado por la policía de tránsito. La escena, transmitida en vivo por Canal 13, dio para comentar en todos lados. Uno piensa, ¿cómo así?, ¿el ídolo nacional andaba circulando con el carro al día?
Pues resulta que no. Según nos cuentan, la bronca viene de Cori Motors, la empresa que distribuye los carros Fotón acá en Costa Rica y que también le presta el chunche a Hoffmann para sus movidas televisivas. Al parecer, hubo un despiste administrativo que dejó el permiso de circulación vencido por más de un año. ¡Un año, diay! Eso ya no es cosa menor.
La empresa, después del revuelo mediático y las burlas en redes sociales (porque eso no se queda atrás), tuvo que salir a pedir disculpas. Emitieron un comunicado oficial donde reconocen el desastre y prometen mejorar sus controles internos para que estas cosas no se repitan. Dicen que van a echarle ojo a sus procesos, porque evidentemente algo salió salado ahí.
Martín Sánchez, el jefe de Tránsito, no se anduvo con rodeos explicando la situación. Dijo textualmente que el carro estaba circulando con un permiso provisional caducado. Remarcó que, aunque estés manejando un carro de prestamo o haciendo comerciales, la ley es la ley, y si los papeles no están en regla, toca el decomiso. No hay atajos ni excepciones para nadie, parece.
Hoffmann, por su parte, se defendió diciendo que el carro no está a su nombre y que él solamente lo maneja como parte de su trabajo con Cori Motors. Lo cual es cierto, él es la cara visible de la campaña publicitaria, pero la responsabilidad de mantener los papeles al día recae directamente en la empresa. Ahí está el quid de la cuestión, ¿no les parece?
Esta vaineta me recuerda a otras situaciones similares que hemos visto por estos lados. Empresas grandes pensando que están por encima de la ley y metiendo la pata hasta el fondo. Pero bueno, al final siempre terminan pagando, ya sea con multas, con mala publicidad o, en este caso, con un carro decomisado en televisión nacional. ¡Qué vergüenza ajena!
Ahora bien, considerando el contexto, uno se pregunta si este incidente va a afectar la imagen de Cori Motors y de Hoffmann. Seguramente habrá algunos clientes potenciales que piensen dos veces antes de comprar un Fotón después de ver semejante bochinche. Y por otro lado, quizás Hoffmann use esta experiencia para reírse al final y convertirla en material cómico para su programa. ¡El mae tiene labia pa’ sacar oro de cualquiera!
En fin, este caso del carro de Hoffmann nos deja varias reflexiones. Primero, que la ley aplica para todos, sin importar quién seas o cuánto dinero tengas. Segundo, que las empresas deben tener mucho cuidado con sus trámites administrativos, porque un simple descuido puede generar un problema enorme. Y tercero, que a veces, la vida te da una lección pública y humillante, pero también te da la oportunidad de aprender y seguir adelante. Ahora, mi pregunta para ustedes: ¿Creen que Hoffmann debería demandar a Cori Motors por daños morales o simplemente pasar página y seguir manejando el carro?
Pues resulta que no. Según nos cuentan, la bronca viene de Cori Motors, la empresa que distribuye los carros Fotón acá en Costa Rica y que también le presta el chunche a Hoffmann para sus movidas televisivas. Al parecer, hubo un despiste administrativo que dejó el permiso de circulación vencido por más de un año. ¡Un año, diay! Eso ya no es cosa menor.
La empresa, después del revuelo mediático y las burlas en redes sociales (porque eso no se queda atrás), tuvo que salir a pedir disculpas. Emitieron un comunicado oficial donde reconocen el desastre y prometen mejorar sus controles internos para que estas cosas no se repitan. Dicen que van a echarle ojo a sus procesos, porque evidentemente algo salió salado ahí.
Martín Sánchez, el jefe de Tránsito, no se anduvo con rodeos explicando la situación. Dijo textualmente que el carro estaba circulando con un permiso provisional caducado. Remarcó que, aunque estés manejando un carro de prestamo o haciendo comerciales, la ley es la ley, y si los papeles no están en regla, toca el decomiso. No hay atajos ni excepciones para nadie, parece.
Hoffmann, por su parte, se defendió diciendo que el carro no está a su nombre y que él solamente lo maneja como parte de su trabajo con Cori Motors. Lo cual es cierto, él es la cara visible de la campaña publicitaria, pero la responsabilidad de mantener los papeles al día recae directamente en la empresa. Ahí está el quid de la cuestión, ¿no les parece?
Esta vaineta me recuerda a otras situaciones similares que hemos visto por estos lados. Empresas grandes pensando que están por encima de la ley y metiendo la pata hasta el fondo. Pero bueno, al final siempre terminan pagando, ya sea con multas, con mala publicidad o, en este caso, con un carro decomisado en televisión nacional. ¡Qué vergüenza ajena!
Ahora bien, considerando el contexto, uno se pregunta si este incidente va a afectar la imagen de Cori Motors y de Hoffmann. Seguramente habrá algunos clientes potenciales que piensen dos veces antes de comprar un Fotón después de ver semejante bochinche. Y por otro lado, quizás Hoffmann use esta experiencia para reírse al final y convertirla en material cómico para su programa. ¡El mae tiene labia pa’ sacar oro de cualquiera!
En fin, este caso del carro de Hoffmann nos deja varias reflexiones. Primero, que la ley aplica para todos, sin importar quién seas o cuánto dinero tengas. Segundo, que las empresas deben tener mucho cuidado con sus trámites administrativos, porque un simple descuido puede generar un problema enorme. Y tercero, que a veces, la vida te da una lección pública y humillante, pero también te da la oportunidad de aprender y seguir adelante. Ahora, mi pregunta para ustedes: ¿Creen que Hoffmann debería demandar a Cori Motors por daños morales o simplemente pasar página y seguir manejando el carro?