¡Imagínate la movida, pura gente! Aquí en Costa Rica estamos todos con la expectativa a tope porque 'El Monaguillo, el Cura y el Jardinero' va buscando un codito dorado, digo, un premio Óscar. Se mandaron a Los Ángeles a promocionarlo, Anthony Venegas y Juan Manuel Fernández, los socios en esto, apoyados por Procomer, echándole ganas para que nos escuchen en la meca del séptimo arte. ¡Qué chiva sería si nos representaran bien!
Para los que no estén al tanto, esta película documental, que dura 85 minutitos, trae a relucir las penosas vivencias de varias personas que sufrieron los abusos del excura Mauricio Víquez. Ya está pagando por sus fechorías, cumpliendo una sentencia de 20 años, pero la herida sigue abierta, ¿sabes? El director, Juan Manuel Fernández, se fajó unos seis años en este brete, empezando en el 2018, investigando, entrevistando a las víctimas, recogiendo testimonios que eran puro dolor.
Y ni les cuento el contexto, diay, qué vara. Como dice el documental, Costa Rica es uno de los pocos países donde el catolicismo está metido hasta las tapias en la Constitución. Eso, amigos míos, ha generado una cultura de silencio y de permisividad hacia el abuso de poder dentro de la Iglesia Católica. Fernández lo expresó claro en Variety: 'Esto aborda un tema que había sido silenciado y encubierto por muchísimos años'. ¡Qué sal que haya pasado eso!
Ahora, la Procomer está haciendo lo posible para que la película llegue a buen puerto en Hollywood. Dicen que quieren que se gane en dos categorías: Mejor Documental y Mejor Película Internacional. Laura López, la gerente general de Procomer, soltó unas palabras para Variety diciendo que esto refleja la fuerza de nuestros cineastas y que Costa Rica es un lugar ideal para contar historias con propósito. ¡Totalmente de acuerdo!
Pero no todo es color de rosa, compas. Venegas, una de las víctimas, desde Los Ángeles, nos explicó que esta película es más que una simple aspiración a un Óscar. Es un grito de ayuda para muchas personas que todavía están sufriendo en silencio, buscando una luz de esperanza, un ejemplo de que sí se puede salir adelante. Que se vea que no estás solo, que hay salida, aunque parezca imposible.
Recuerdo que cuando salió la noticia de la condena de Víquez, allá por abril del 2023, la Sala III ratificó la sanción en firme. Fue un alivio para las víctimas, después de años de luchar contra el miedo, las amenazas, el silencio impuesto. Un largo camino lleno de obstáculos y barreras, pero gracias a su valentía y determinación, lograron llevar a Víquez ante la justicia.
Ahora, con esta nominación a los premios Óscar, se espera que el caso cobre aún más relevancia internacional y genere un debate sobre el abuso clerical y la necesidad de proteger a los menores. Es importante recordar que este documental no solo expone las atrocidades cometidas por Víquez, sino también las fallas sistémicas que permitieron que estos crímenes permanecieran ocultos durante tanto tiempo. ¡Qué torta el sistema!
En fin, la pelota está rodando, y toda Costa Rica está rezando, bueno, animando, para que 'El Monaguillo, el Cura y el Jardinero' consiga esos merecidos reconocimientos. Después de todo este esfuerzo, ¿creen ustedes que la visibilidad que podría brindarles un Óscar ayudaría realmente a sanar las heridas de las víctimas y prevenir futuros casos de abuso? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!
Para los que no estén al tanto, esta película documental, que dura 85 minutitos, trae a relucir las penosas vivencias de varias personas que sufrieron los abusos del excura Mauricio Víquez. Ya está pagando por sus fechorías, cumpliendo una sentencia de 20 años, pero la herida sigue abierta, ¿sabes? El director, Juan Manuel Fernández, se fajó unos seis años en este brete, empezando en el 2018, investigando, entrevistando a las víctimas, recogiendo testimonios que eran puro dolor.
Y ni les cuento el contexto, diay, qué vara. Como dice el documental, Costa Rica es uno de los pocos países donde el catolicismo está metido hasta las tapias en la Constitución. Eso, amigos míos, ha generado una cultura de silencio y de permisividad hacia el abuso de poder dentro de la Iglesia Católica. Fernández lo expresó claro en Variety: 'Esto aborda un tema que había sido silenciado y encubierto por muchísimos años'. ¡Qué sal que haya pasado eso!
Ahora, la Procomer está haciendo lo posible para que la película llegue a buen puerto en Hollywood. Dicen que quieren que se gane en dos categorías: Mejor Documental y Mejor Película Internacional. Laura López, la gerente general de Procomer, soltó unas palabras para Variety diciendo que esto refleja la fuerza de nuestros cineastas y que Costa Rica es un lugar ideal para contar historias con propósito. ¡Totalmente de acuerdo!
Pero no todo es color de rosa, compas. Venegas, una de las víctimas, desde Los Ángeles, nos explicó que esta película es más que una simple aspiración a un Óscar. Es un grito de ayuda para muchas personas que todavía están sufriendo en silencio, buscando una luz de esperanza, un ejemplo de que sí se puede salir adelante. Que se vea que no estás solo, que hay salida, aunque parezca imposible.
Recuerdo que cuando salió la noticia de la condena de Víquez, allá por abril del 2023, la Sala III ratificó la sanción en firme. Fue un alivio para las víctimas, después de años de luchar contra el miedo, las amenazas, el silencio impuesto. Un largo camino lleno de obstáculos y barreras, pero gracias a su valentía y determinación, lograron llevar a Víquez ante la justicia.
Ahora, con esta nominación a los premios Óscar, se espera que el caso cobre aún más relevancia internacional y genere un debate sobre el abuso clerical y la necesidad de proteger a los menores. Es importante recordar que este documental no solo expone las atrocidades cometidas por Víquez, sino también las fallas sistémicas que permitieron que estos crímenes permanecieran ocultos durante tanto tiempo. ¡Qué torta el sistema!
En fin, la pelota está rodando, y toda Costa Rica está rezando, bueno, animando, para que 'El Monaguillo, el Cura y el Jardinero' consiga esos merecidos reconocimientos. Después de todo este esfuerzo, ¿creen ustedes que la visibilidad que podría brindarles un Óscar ayudaría realmente a sanar las heridas de las víctimas y prevenir futuros casos de abuso? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan!