¡Ay, Dios mío! Quién nos iba a decir que octubre todavía nos tenía guardada tanta sorpresa. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) soltó la bomba este lunes: el empuje frío número tres ya llegó al Caribe, y parece que quiere quedarse un buen rato, trayendo consigo aguaceros a cántaros y vientos que te van a volar el sombrero. Así que saquen sus paraguasos y abríguense bien, porque vamos a pasar una semana bastante mojada.
Según el IMN, este sistema frontal no es broma. Está cambiando radicalmente el panorama climático de Costa Rica, y lo sentiremos con fuerza desde la noche del lunes, cuando la “línea cortante” asociada al empuje llegue al país. Eso significa lluvias intensas y vientos huracanados, especialmente en la zona del Caribe y la Zona Norte. Ya saben, ahí donde la lluvia siempre cae, ahora va a caer… ¡más!
Y ojo, porque no es solo la lluvia. Los vientos también van a estar dando mucho rodeo. En el Valle Central, el Pacífico Norte y las montañas, esperen rachas entre 40 y 60 kilómetros por hora, ¡pero las partes altas y Guanacaste podrían ver velocidades de 70 a 90 km/h! Imaginen la pinta de los árboles sacudiéndose como si fueran plumas... Qué bueno que no es temporada de huracanes, ¡por un pelo!
En cuanto a las lluvias, prepárense para mojarte. Desde la noche del lunes y con pico máximo el martes y miércoles, el Caribe y la Zona Norte recibirán cantidades significativas de agua – entre 30 y 70 milímetros, e incluso hasta 100 milímetros en algunos lugares. En el Valle Central y las zonas montañosas, aunque no serán tan intensas, tendrán lluvias continuas y lloviznas, con unos 5 a 20 milímetros. Incluso en el Pacífico Central y Sur, no descartamos que alguna tarde tengamos que correr a buscar refugio bajo techo.
Pero eso no es todo. Este empuje frío también nos va a bajar las temperaturas, especialmente en el Valle Central y en las montañas. Esperemos una reducción de entre 2 y 4 grados Celsius. Así que a sacar los champos y las sudaderas, porque vamos a sentir un fresquito que nos va a hacer recordar que estamos entrando en la época seca… eventualmente.
Además, si creían que esto era suficiente, agreguemos al pastel el paso de la onda tropical número 44. Sí, señores, dos frentes climáticos trabajando juntos para hacernos la vida un poquito más complicada. ¡Qué combinación! El IMN ha insistido en tomar precauciones, recordando que las cuencas de la Zona Norte y el Caribe siguen saturadas de agua, lo que aumenta el riesgo de deslizamientos y posibles inundaciones repentinas.
Por supuesto, el IMN nos da algunas recomendaciones básicas: tener cuidado en zonas propensas a inundaciones, revisar los techos y el cableado eléctrico, estar atentos a la navegación aérea y marítima, y, sobre todo, ¡evitar cualquier quema! Con tanto viento y humedad, un chispa puede convertirse rápidamente en un incendio forestal. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
En fin, parece que la naturaleza nos está poniendo a prueba. Así que preparen sus impermeables, sus botas de goma y su buen ánimo. Y dime tú, ¿qué medidas vas a tomar para protegerte de estos embates naturales? ¿Tienes algún consejo para evitar que el brete del clima nos tome desprevenido?
Según el IMN, este sistema frontal no es broma. Está cambiando radicalmente el panorama climático de Costa Rica, y lo sentiremos con fuerza desde la noche del lunes, cuando la “línea cortante” asociada al empuje llegue al país. Eso significa lluvias intensas y vientos huracanados, especialmente en la zona del Caribe y la Zona Norte. Ya saben, ahí donde la lluvia siempre cae, ahora va a caer… ¡más!
Y ojo, porque no es solo la lluvia. Los vientos también van a estar dando mucho rodeo. En el Valle Central, el Pacífico Norte y las montañas, esperen rachas entre 40 y 60 kilómetros por hora, ¡pero las partes altas y Guanacaste podrían ver velocidades de 70 a 90 km/h! Imaginen la pinta de los árboles sacudiéndose como si fueran plumas... Qué bueno que no es temporada de huracanes, ¡por un pelo!
En cuanto a las lluvias, prepárense para mojarte. Desde la noche del lunes y con pico máximo el martes y miércoles, el Caribe y la Zona Norte recibirán cantidades significativas de agua – entre 30 y 70 milímetros, e incluso hasta 100 milímetros en algunos lugares. En el Valle Central y las zonas montañosas, aunque no serán tan intensas, tendrán lluvias continuas y lloviznas, con unos 5 a 20 milímetros. Incluso en el Pacífico Central y Sur, no descartamos que alguna tarde tengamos que correr a buscar refugio bajo techo.
Pero eso no es todo. Este empuje frío también nos va a bajar las temperaturas, especialmente en el Valle Central y en las montañas. Esperemos una reducción de entre 2 y 4 grados Celsius. Así que a sacar los champos y las sudaderas, porque vamos a sentir un fresquito que nos va a hacer recordar que estamos entrando en la época seca… eventualmente.
Además, si creían que esto era suficiente, agreguemos al pastel el paso de la onda tropical número 44. Sí, señores, dos frentes climáticos trabajando juntos para hacernos la vida un poquito más complicada. ¡Qué combinación! El IMN ha insistido en tomar precauciones, recordando que las cuencas de la Zona Norte y el Caribe siguen saturadas de agua, lo que aumenta el riesgo de deslizamientos y posibles inundaciones repentinas.
Por supuesto, el IMN nos da algunas recomendaciones básicas: tener cuidado en zonas propensas a inundaciones, revisar los techos y el cableado eléctrico, estar atentos a la navegación aérea y marítima, y, sobre todo, ¡evitar cualquier quema! Con tanto viento y humedad, un chispa puede convertirse rápidamente en un incendio forestal. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
En fin, parece que la naturaleza nos está poniendo a prueba. Así que preparen sus impermeables, sus botas de goma y su buen ánimo. Y dime tú, ¿qué medidas vas a tomar para protegerte de estos embates naturales? ¿Tienes algún consejo para evitar que el brete del clima nos tome desprevenido?