Causas de la curvatura del pene
Por
Carmen Márquez, en 9 de Noviembre de 2007
El
pene no siempre se presenta totalmente recto.
Una pequeña curvatura es perfectamente normal y si no dificulta la relación sexual no necesita tratamiento. Ahora bien, si es muy evidente y pronunciada no sólo puede hacer difícil la penetración, sino que también hace aparecer el riesgo de
fractura del pene. En estos casos, la única solución es pasar por el quirófano para corregir el problema.
Hablamos en este caso de
incurvación del pene, recurvatum penis, que es un
defecto congénito, o sea de nacimiento, y que se observa ya desde la edad en que el pene comienza a ponerse erecto y que, generalmente, lo desvía hacia abajo. Suele producirse en
penes grandes.
Por otra parte encontramos la
enfermedad de Peyronie, la cual provoca una curvatura anormal del pene erecto, es decir, que se dobla notablemente, lo cual puede dificultar la penetración y causar dolor durante el coito. Suele aparecer después de los 40 años y puede resultar muy incómodo y doloroso.
Llamada también
induratio penis plastica, es básicamente una enfermedad que inflama
túnica albugínea, que es la membrana fibrosa que recubre el
testículo y que participa en la erección. Aún no se conoce exactamente su origen pero si suele aparecer relacionada a la
diabetes, al consumo de ciertos medicamentos o a golpes recibidos por el pene durante el ejercicio del acto sexual. Con la
enfermedad de Peyronie, el pene suele torcerse hacia arriba.
A veces se relaciona también con otro trastorno bastante frecuente que suele aparecer en hombres mayores de 50 años, el conocido como
contractura de Dupuytren. Este trastorno provoca como efecto visible que algunos dedos de las manos se doblen hacia la palma de dicha mano. Pero en este caso tampoco se ha podido confirmar una relación causa-efecto.
En cuanto a los
tratamientos de esta
enfermedad de Peyronie, lo primero que hay que tener en cuenta es que dependerá del tiempo que haya transcurrido desde su aparición, del grado de torcedura existente y de como afecta a la relación sexual. Lo primero que se trata es de aliviar el dolor, si lo hay, y de frenar la evolución de la enfermedad. Para ello se administra
vitamina E en grandes dosis
y productos con efecto antiinflamatorio. La
radioterapia y las
inyecciones de corticosteroides también son efectivas.
Si es necesario, se puede recurrir a la cirugía para corregir la curvatura, pero se recomienda
no acudir al quirófano a no ser que la relación sexual se vea gravemente afectada, pues conlleva la posibilidad de que provoque
impotencia permanente.