Maes, ¿a quién no le caería bien una platica extra para tapar huecos o darse un gustito? Pues diay, pongan atención porque la Junta de Protección Social (JPS) no se anduvo por las ramas para celebrar sus 180 años y sacó una nueva raspadita que, sinceramente, está a otro nivel. No es solo la emoción de ver si uno se pega la suerte, sino que de paso se apoya una buena causa. Así que, si son de los que compran con fe, esta vara les va a interesar.
Vamos a lo que importa: la plata. La jugada es sencilla con la nueva raspa del “180 Aniversario”. La vara tiene dos chances de ganar. Abajo, en la zona de juego, si le aparecen tres veces el número “180”, ¡pum!, se lleva el premio que indica ahí mismo. Pero el verdadero manjar está en la parte de arriba; ahí es donde la cosa se pone seria. Al raspar los numeritos, se puede topar con premios que van desde los mil rojos (para el fresco del almuerzo) hasta la módica suma de ¡40 millones de colones! ¡Qué carga! Y por si fuera poco, algunos resultados le dan un pase directo a la ruleta de la fortuna, así que hay chance extra.
Pero esperen, que hay más. Si usted es de esa gente que guarda los pedacitos de lotería “por si acaso”, ahora sí tienen un propósito real más allá de acumular polvo. La JPS se mandó con un coleccionable bastante tuanis sobre la Cultura Afrodescendiente. El toque es simple: agarra cinco pedacitos de lotería de sorteos diferentes, los pega en el álbum que puede conseguir en el Diario Extra y, una vez lleno, lo va a dejar a la Junta. Con solo hacer eso ya queda participando en una rifa donde 200 personas se pueden ganar entre medio millón y un millón de colones. ¡Nada mal por guardar los papelitos que usualmente van a la basura!
Ahora, aquí es donde la vara se pone seria y, la verdad, bastante chiva. Toda esta platica que uno invierte en la raspa o la lotería legal no se va a un hueco negro ni al bolsillo de un ricachón. Según Marllin Borquet, la gerente de producción de la JPS, con esa harina se financian un montón de programas sociales que son vitales para el país. Estamos hablando de cuidados paliativos para gente en su etapa final, transporte para asilos, ayuda a hospitales y hasta el soporte para más de 450 organizaciones sociales. O sea, mientras uno está ahí raspando con toda la fe del mundo, de rebote le está echando una mano a un montón de gente que de verdad lo necesita.
Y ya que estamos en esas, el chancletazo necesario: la lotería ilegal. La misma Borquet fue clarísima, y con toda la razón del mundo. Cada vez que alguien le compra al vendedor clandestino para “ahorrarse” algo o porque paga más por el premio, le está quitando la plata directamente a esos programas. Es así de simple. Esa harina, en lugar de ir a un hospital, a un asilo o a ayudar a alguien con VIH, se va directo al bolsillo de una red ilegal. Así que, si le va a entrar a la vara de la suerte, lo mínimo es hacerlo por la legal para que esa ayuda llegue a donde tiene que llegar y no pagar sobreprecio como un novato.
En fin, la iniciativa de la JPS está bastante completa: premios millonarios, un coleccionable con propósito y, lo más importante, un impacto social que a veces se nos olvida. Es un recordatorio de que hasta en un juego de azar se puede estar haciendo algo bueno por el país. Bueno, maes, ahora les toca a ustedes: ¿Qué opinan de esta jugada de la JPS? ¿Ya se compraron la raspa del aniversario o andan llenando el álbum? ¡Cuenten a ver si ya les sonrió la suerte o si conocen a alguien que se haya pegado un buen premio con estas varas!
Vamos a lo que importa: la plata. La jugada es sencilla con la nueva raspa del “180 Aniversario”. La vara tiene dos chances de ganar. Abajo, en la zona de juego, si le aparecen tres veces el número “180”, ¡pum!, se lleva el premio que indica ahí mismo. Pero el verdadero manjar está en la parte de arriba; ahí es donde la cosa se pone seria. Al raspar los numeritos, se puede topar con premios que van desde los mil rojos (para el fresco del almuerzo) hasta la módica suma de ¡40 millones de colones! ¡Qué carga! Y por si fuera poco, algunos resultados le dan un pase directo a la ruleta de la fortuna, así que hay chance extra.
Pero esperen, que hay más. Si usted es de esa gente que guarda los pedacitos de lotería “por si acaso”, ahora sí tienen un propósito real más allá de acumular polvo. La JPS se mandó con un coleccionable bastante tuanis sobre la Cultura Afrodescendiente. El toque es simple: agarra cinco pedacitos de lotería de sorteos diferentes, los pega en el álbum que puede conseguir en el Diario Extra y, una vez lleno, lo va a dejar a la Junta. Con solo hacer eso ya queda participando en una rifa donde 200 personas se pueden ganar entre medio millón y un millón de colones. ¡Nada mal por guardar los papelitos que usualmente van a la basura!
Ahora, aquí es donde la vara se pone seria y, la verdad, bastante chiva. Toda esta platica que uno invierte en la raspa o la lotería legal no se va a un hueco negro ni al bolsillo de un ricachón. Según Marllin Borquet, la gerente de producción de la JPS, con esa harina se financian un montón de programas sociales que son vitales para el país. Estamos hablando de cuidados paliativos para gente en su etapa final, transporte para asilos, ayuda a hospitales y hasta el soporte para más de 450 organizaciones sociales. O sea, mientras uno está ahí raspando con toda la fe del mundo, de rebote le está echando una mano a un montón de gente que de verdad lo necesita.
Y ya que estamos en esas, el chancletazo necesario: la lotería ilegal. La misma Borquet fue clarísima, y con toda la razón del mundo. Cada vez que alguien le compra al vendedor clandestino para “ahorrarse” algo o porque paga más por el premio, le está quitando la plata directamente a esos programas. Es así de simple. Esa harina, en lugar de ir a un hospital, a un asilo o a ayudar a alguien con VIH, se va directo al bolsillo de una red ilegal. Así que, si le va a entrar a la vara de la suerte, lo mínimo es hacerlo por la legal para que esa ayuda llegue a donde tiene que llegar y no pagar sobreprecio como un novato.
En fin, la iniciativa de la JPS está bastante completa: premios millonarios, un coleccionable con propósito y, lo más importante, un impacto social que a veces se nos olvida. Es un recordatorio de que hasta en un juego de azar se puede estar haciendo algo bueno por el país. Bueno, maes, ahora les toca a ustedes: ¿Qué opinan de esta jugada de la JPS? ¿Ya se compraron la raspa del aniversario o andan llenando el álbum? ¡Cuenten a ver si ya les sonrió la suerte o si conocen a alguien que se haya pegado un buen premio con estas varas!