¡Ay, papá! Aquí estamos otra vez revolviendo el arroz con pollo político nacional. La novela del diputado Leslye Bojorges del PUSC sigue teniendo capítulos nuevos, y la pregunta de si le quitaron la visa a Estados Unidos parece que se va a ir al traste si no le suelta la lengua el mismo. Desde hace unas semanas, 'El Observador' le ha ido preguntando al legislador, y este se anda haciendo bolas, esquivando la consulta como si fuera una mosca pegajosa.
La cosa es que, a principios de este 2025, las autoridades judiciales ya se mandaron a decomisar el celular del diputado. Esto viene de olla porque Bojorges está metido hasta el cuello en el Caso Richter, donde se le acusa de andar recibiendo beneficios económicos turbios y haciendo tratos con gente ligada al Caso Madre Patria. ¡Qué despiche!
El Caso Richter, pa' ponerlos al día, es una investigación sobre tráfico de influencias y supuestas dádivas que recibió el diputado por mano de un empresario conectado con una empresa de autobuses. Y ese mismo empresario, ¡imagínate!, está relacionado con el Caso Madre Patria, una movida que salió a la luz en 2022 y que seguía dando de qué hablar hasta finales del año pasado. Con 47 allanamientos repartidos por todo el país –Alajuela, Heredia, Cartago, San José, Puntarenas– se descubrió una red sospechosa con montones de vehículos, buses, armas e incluso una colección de relojes. Una verdadera carga, vamos.
La teoría principal es que unos españoles, de ahí sale el nombre de Madre Patria, estarían detrás de una estafa a gran escala, comenzando con fraudes registrales. Y como consecuencia de todo esto, se rumorea que Bojorges perdió la visa estadounidense. Pero el diputado, fiel a su estilo, se mantiene calladito como pez muerto, ni confirmando ni negando el rumor. ¡Qué nivel de misterio!
Si esto se confirma, Bojorges sería el sexto diputado de la Asamblea Legislativa en perder el pase a Estados Unidos. Ya le pasó a Johana Obando, Cynthia Córdoba, Vanessa Castro, Francisco Nicolás y hasta al mismísimo Rodrigo Arias, el presidente del Congreso. Todos ellos comparten algo en común: fricciones con el presidente Rodrigo Chaves. De hecho, cuando le retiraron la visa a Arias, Chaves lo anunció antes de que el pobre diablo siquiera recibiera el correo. ¿Coincidencia? Quizás... o quizás no tanto.
Y hablando de Chaves, la relación entre él y Bojorges tuvo un punto de quiebre debido a algunos votos que el diputado dio en el Plenario, que no le cayeron nada bien al presidente. Según Chaves, Bojorges le prometió que no votaría en contra de la ministra Müller ni en el resello para sacar a Costa Rica de la lista gris de la Unión Europea. Pero al final, sí votó a favor. “Me mintió de una manera increíble”, declaró Chaves. “Le dije: ‘me dio mucho gusto saludarlo...’. Políticamente, él se fue al traste”.
Pero la cosa no termina ahí, chunches. También está involucrada Gabriela Jiménez, la alcaldesa de San Ramón y exasesora del PUSC, quien aparentemente recibió dinero en efectivo (¡en monedas!) de uno de los investigados en el Caso Richter. A ella también le habrían quitado la visa, pero hasta ahora no ha querido dar la cara. Y recordemos que Bojorges había confesado haber ofrecido ayuda a Jiménez y a otro aspirante a alcalde, aunque él asegura que no se lo pidió. Que sal picadillo, ¡una tortilla llena de cosas raras!
Ahora, con toda esta sopa política hirviendo a fuego lento, me pregunto: ¿cree usted que esta saga del Caso Richter terminará sentando un precedente importante en la lucha contra la corrupción en Costa Rica, o simplemente será más agua sobre los molinos de la polarización política? Compartan sus ideas y experiencias en el foro, ¡esta vaina necesita debate!
La cosa es que, a principios de este 2025, las autoridades judiciales ya se mandaron a decomisar el celular del diputado. Esto viene de olla porque Bojorges está metido hasta el cuello en el Caso Richter, donde se le acusa de andar recibiendo beneficios económicos turbios y haciendo tratos con gente ligada al Caso Madre Patria. ¡Qué despiche!
El Caso Richter, pa' ponerlos al día, es una investigación sobre tráfico de influencias y supuestas dádivas que recibió el diputado por mano de un empresario conectado con una empresa de autobuses. Y ese mismo empresario, ¡imagínate!, está relacionado con el Caso Madre Patria, una movida que salió a la luz en 2022 y que seguía dando de qué hablar hasta finales del año pasado. Con 47 allanamientos repartidos por todo el país –Alajuela, Heredia, Cartago, San José, Puntarenas– se descubrió una red sospechosa con montones de vehículos, buses, armas e incluso una colección de relojes. Una verdadera carga, vamos.
La teoría principal es que unos españoles, de ahí sale el nombre de Madre Patria, estarían detrás de una estafa a gran escala, comenzando con fraudes registrales. Y como consecuencia de todo esto, se rumorea que Bojorges perdió la visa estadounidense. Pero el diputado, fiel a su estilo, se mantiene calladito como pez muerto, ni confirmando ni negando el rumor. ¡Qué nivel de misterio!
Si esto se confirma, Bojorges sería el sexto diputado de la Asamblea Legislativa en perder el pase a Estados Unidos. Ya le pasó a Johana Obando, Cynthia Córdoba, Vanessa Castro, Francisco Nicolás y hasta al mismísimo Rodrigo Arias, el presidente del Congreso. Todos ellos comparten algo en común: fricciones con el presidente Rodrigo Chaves. De hecho, cuando le retiraron la visa a Arias, Chaves lo anunció antes de que el pobre diablo siquiera recibiera el correo. ¿Coincidencia? Quizás... o quizás no tanto.
Y hablando de Chaves, la relación entre él y Bojorges tuvo un punto de quiebre debido a algunos votos que el diputado dio en el Plenario, que no le cayeron nada bien al presidente. Según Chaves, Bojorges le prometió que no votaría en contra de la ministra Müller ni en el resello para sacar a Costa Rica de la lista gris de la Unión Europea. Pero al final, sí votó a favor. “Me mintió de una manera increíble”, declaró Chaves. “Le dije: ‘me dio mucho gusto saludarlo...’. Políticamente, él se fue al traste”.
Pero la cosa no termina ahí, chunches. También está involucrada Gabriela Jiménez, la alcaldesa de San Ramón y exasesora del PUSC, quien aparentemente recibió dinero en efectivo (¡en monedas!) de uno de los investigados en el Caso Richter. A ella también le habrían quitado la visa, pero hasta ahora no ha querido dar la cara. Y recordemos que Bojorges había confesado haber ofrecido ayuda a Jiménez y a otro aspirante a alcalde, aunque él asegura que no se lo pidió. Que sal picadillo, ¡una tortilla llena de cosas raras!
Ahora, con toda esta sopa política hirviendo a fuego lento, me pregunto: ¿cree usted que esta saga del Caso Richter terminará sentando un precedente importante en la lucha contra la corrupción en Costa Rica, o simplemente será más agua sobre los molinos de la polarización política? Compartan sus ideas y experiencias en el foro, ¡esta vaina necesita debate!