"Melissa" La del Bar

Hace unos 13 años, decidí ir a celebrar el 31 de diciembre con unos amigos en un bar.

Llegamos a un bar en la liga, empezamos a echarnos las birras, cuando de pronto, entró una machita, colocha, que nunca había visto en mi vida, entró acompañada, con el que parecía que era su novio, ya que lo besaba y acariciaba constantemente.

Transcurría la noche y las cervezas iban haciendo su efecto, y las cervezas iban haciendo su efecto, con lo cual, en un momento que tuve la oportunidad de tener contacto visual con la machita, le sonreí y le levanté mi cerveza, en señal de brindarle, a lo que inesperadamente, ella abrazando a su acompañante, sin que él se percatara, me sonrió y me brindó de vuelta. A partir de ese momento, hubo una descarga de corriente que recorrió todo mi cuerpo de pies a cabeza y sé que el de ella también, fue un flechazo instantáneo, tanto, que mis amigos, viendo la situación, me dijeron asustados, que que era lo que estaba pasando.

Siguió la noche y los contactos visuales se hacían cada vez más y más intensos, ella me miraba sin control y yo también, tanto, que otras personas que también estaban en el bar, se estaban dando cuenta de la situación.

En un momento inesperado, ella se fue al baño sola, en el bar solamente había un baño "unisex", prevenido de la situación, me tomé de un sorbo lo que me quedaba de cerveza, y me apuré a hacer "fila" en la puerta del baño, esperando que ella saliera, solamente para verla mas de cerca y entender en que podría desencadenar todas esas miradas penetrantes que habíamos estado teniendo toda la noche.

Cuando ella abrió la puerta, me miró nuevamente a los ojos, y me dijo: "Lo estaba esperando". Sin preguntarme nada, me metió en el baño del bar, cerró la puerta, apagó las luces y yo, con el corazón acelerado, me le abalancé encima sin pensarlo y nos fundimos el el beso mas apasionado que he dado en mi vida.

Ella me pasaba sus manos desesperada por mi cabeza, despeinándome, y estrechándome cada vez mas fuerte su cuerpo contra el mío, le quité la blusa y pude ver, tenuemente sus pechos esculturales, mientras ella, jadeando descontrolada me decía, "Aquí no, Aquí no", pero su cuerpo, su voz y sus besos, decían lo contrario.

Me bajó mi pantalón, bajó sus manos, y el tiempo se detuvo por un instante, donde sintió mi cuerpo desnudo, se detuvo, me miró a los ojos y me dijo casi susurrándome: "no lo puedo creer", lentamente dejó caer su cuerpo sobre sus rodillas y me dijo con su boca, todo lo que me había estado deseando esa noche, sin articular una sola palabra (ya saben a que me refiero)....

Si les va gustando la historia, continuo... Deje sus comentarios

2da Parte:

Mientras continuábamos en esos segundos de pasión desbordada e incontrolable, con mi espalda, apagué el interruptor de luz y ese, sin querer fue el detonante para que ella se detuviera.

Ella me dijo que ya tenia que salir, que iban a sospechar y yo, desenfrenado por la adrenalina que invadía todo mi cuerpo, solo la sujeté fuerte de sus brazos y le dije: "Quiero quitarte la ropa" mientras desabrochaba su pantalón, un jeans ajustado a su cadera perfecta, resbalé lentamente mi mano desde su ombligo hasta casi una cuarta más abajo y pude sentir todo su deseo convertido en una laguna sin salida, de la que no podríamos escapar.

Su piel era suave, cálida, húmeda y sin ningún rastro o indicio de vello púbico, cada parte que iba descubriendo de su cuerpo me gustaba más y más, hasta que el ruido del espejo cayendo sobre el lavamanos nos despertó y nos hizo bajar de inmediato de esa nube en la que estábamos viajando solos, ella y yo.

Caímos en cuenta de lo que estaba sucediendo y ella solo, pasó su mano por mi cara, la detuvo justo al lado de mi boca, sonrió, aun con su cuerpo semi desnudo y me dijo: "Tengo que salir" y me dio un último beso, corto, pero igual de apasionado como todo lo que habíamos vivido ella y yo.

Nos pusimos rápidamente de acuerdo sobre la forma en la que íbamos a salir del baño, mientras arreglábamos nuestras ropas, completamente desordenadas y le dije que saliera ella primero, que yo iba a esperar 1 o 2 minutos para no levantar sospechas.

Ella salió del baño, esperé, acomodé el espejo, y salí, cuando vi en la barra a dos hombres que me veían y se reían, porque claramente, se habían dando cuenta de lo sucedido. Caminé hacia la mesa donde yo estaba y uno de estos hombres me dijo justo cuando pasé a la par: "Mae, usted es un campeón" jajaja.. A lo que solo sonreí y continué hacia donde mis amigos.

Llegué a la mesa, y como era de esperarse, mis amigos no podían creer lo que acababa de pasar. Ella seguía ahí, justo en la mesa de al lado y mis amigos no paraban de emocionarse por lo que había pasado, preguntaban si parar hasta donde habíamos llegado, que había sucedido en ese baño, a lo que no quise referirme más, porque cada vez que volvían a ver hacia la mesa de ella, ella tenia la mirada puesta en mí, el resto de la noche, así que sabían que lo que había pasado era intenso.

Siguió la noche, la chica y yo seguíamos intercambiando miradas intensas, algunos roses de nuestros cuerpos de manera intencional, cuando ella se movía de lugares en su mesa, y cuando yo me levantaba para acercarme a alguno de mis amigos.

De pronto, veo que ella y su acompañante piden la cuenta para marcharse, y cuando él se fue al baño antes de irse, ella se acercó y en una servilleta, colocó su nombre y su número de teléfono, "Melissa".

Le escribí días después: "Aun recuerdo tus besos" a lo que ella me respondió: "No sabía cuantos días iban a pasar para recibir este mensaje".

Comenzamos a hablar un poco, preguntándonos datos básicos, de donde sos, cuantos años tenés y obvio, si nos íbamos a volver a ver alguna vez. Y lo que les voy a contar a continuación, no tiene explicación.

Si bien es cierto que tuve la suerte de conocer a una mujer espectacular en una noche y casi hacerla completamente mía en el baño de un bar, también tuve la mala suerte, días después de conversar por mensajes, de haber mojado mi celular y perder su número para siempre.

Perdí su contacto, perdí las esperanzas y lo único que me quedó de ella fue el olor de su pelo, el recuerdo de sus labios desesperados recorriendo mi cuello y mi boca, su respiración agitada en mi oído y el recuerdo de su nombre. "Melissa" La del Bar.