¡Imagínate la sorpresa! Después de unos días moviditos en carretera, anoche nos regalaron una noche tranquila, prácticamente sin incidentes graves en las rutas nacionales. La Cruz Roja nos dio el dato: cero fallecidos entre las seis de la tarde del viernes y las cinco de la mañana de ayer. Un respiro, vamos.
Aunque no hubo muertes que lamentar, no todo fue color de rosa, mi clave. Atendieron nueve choques bastante feos en varias partes del país, dejando a doce personas con heridas que requirieron traslado inmediato a centros médicos. Demuestra que, aunque calmamos un poco la velocidad, todavía hay mucho que mejorar en cuanto a seguridad vial, fíjate tú.
La mayor parte de la actividad ocurrió entre las ocho y las nueve de la noche del viernes pasado. Tres accidentes sacudieron distintas zonas. Primero, en Pocosol de San Carlos, un carro y una moto se encontraron cara a cara, dejando a un jovencito de 18 años con lesiones serias. Luego, en Santa Bárbara de Heredia, una moto hizo pirueta solitaria y su piloto necesitó atención urgente. Y para rematar, en Upala, dos carros decidieron jugar boliche entre ellos, resultando en heridas para dos mujeres que tuvieron que ir al hospital.
Minutos después, a las 9:31 PM, en Calle Loría de Alajuela, otro choque protagonizado por un carro y una moto terminó con un hombre camino al Hospital San Rafael. Parece que la noche estaba dispuesta a darle candela a las estadísticas, pero la cosa apenas comenzaba... Pura adrenalina, vaya.
Luego vinieron otros tres accidentes más entre las once de la noche y la media noche. En Vuelta del Tajo, Orotina, un carro decidió tomar vuelo, afectando a un niño de 15 años y a un adulto. Ambos fueron llevados al Hospital Monseñor Sanabria. Después, Río Cuarto de Alajuela vio cómo una moto se estampaba contra el suelo, dejando a su conductor luchando por su vida en el Hospital San Carlos. Y finalmente, en la siempre transitada Ruta 27, cerca de Multiplaza en Escazú, un motociclista tuvo un desliz y recibió asistencia de Globalvía antes de ser trasladado al Hospital San Juan de Dios. Qué panorama, ¿eh?
Ya entrada la madrugada, dos nuevos incidentes sumaron a la lista. En Liberia centro, una moto se encontró con un obstáculo fijo y su conductor terminó en el Hospital Enrique Baltodano. Y para cerrar con broche de oro –bueno, no tan bueno– en Grecia, dos carros se dieron un abrazo inesperado, dejando a dos personas atrapadas por unos angustiosos minutos. Una de ellas, en condición crítica, fue trasladada al Hospital San Rafael, mientras que la otra, con carácter de urgencia, llegó al Hospital San Francisco de Asís. Menuda papeleta.
Este tipo de situaciones nos recuerdan la importancia de conducir con precaución, respetar las señales de tráfico y estar siempre alerta en la carretera. Más allá de las campañas publicitarias, la responsabilidad recae en cada uno de nosotros para evitar tragedias. Seamos conscientes de que detrás de cada volante hay vidas humanas esperando llegar sanas y salvo a casa. Es hora de reflexionar sobre nuestros hábitos al volante y pensar en los demás conductores, peatones y ciclistas que comparten nuestras calles y carreteras. ¿Usted qué opina, cree que las multas actuales son suficientes para disuadir a los imprudentes o necesitamos medidas más drásticas para cambiar la cultura de conducción en Costa Rica?
Ahora bien, me pregunto si estos datos nos indican una tendencia a la baja en accidentes, o si simplemente fue una racha de suerte. ¿Deberíamos celebrar esta noche tranquila o analizarla más a fondo para identificar patrones y posibles mejoras en la seguridad vial? Déjenme sus opiniones abajo, ¡quiero saber qué piensa la gente!
Aunque no hubo muertes que lamentar, no todo fue color de rosa, mi clave. Atendieron nueve choques bastante feos en varias partes del país, dejando a doce personas con heridas que requirieron traslado inmediato a centros médicos. Demuestra que, aunque calmamos un poco la velocidad, todavía hay mucho que mejorar en cuanto a seguridad vial, fíjate tú.
La mayor parte de la actividad ocurrió entre las ocho y las nueve de la noche del viernes pasado. Tres accidentes sacudieron distintas zonas. Primero, en Pocosol de San Carlos, un carro y una moto se encontraron cara a cara, dejando a un jovencito de 18 años con lesiones serias. Luego, en Santa Bárbara de Heredia, una moto hizo pirueta solitaria y su piloto necesitó atención urgente. Y para rematar, en Upala, dos carros decidieron jugar boliche entre ellos, resultando en heridas para dos mujeres que tuvieron que ir al hospital.
Minutos después, a las 9:31 PM, en Calle Loría de Alajuela, otro choque protagonizado por un carro y una moto terminó con un hombre camino al Hospital San Rafael. Parece que la noche estaba dispuesta a darle candela a las estadísticas, pero la cosa apenas comenzaba... Pura adrenalina, vaya.
Luego vinieron otros tres accidentes más entre las once de la noche y la media noche. En Vuelta del Tajo, Orotina, un carro decidió tomar vuelo, afectando a un niño de 15 años y a un adulto. Ambos fueron llevados al Hospital Monseñor Sanabria. Después, Río Cuarto de Alajuela vio cómo una moto se estampaba contra el suelo, dejando a su conductor luchando por su vida en el Hospital San Carlos. Y finalmente, en la siempre transitada Ruta 27, cerca de Multiplaza en Escazú, un motociclista tuvo un desliz y recibió asistencia de Globalvía antes de ser trasladado al Hospital San Juan de Dios. Qué panorama, ¿eh?
Ya entrada la madrugada, dos nuevos incidentes sumaron a la lista. En Liberia centro, una moto se encontró con un obstáculo fijo y su conductor terminó en el Hospital Enrique Baltodano. Y para cerrar con broche de oro –bueno, no tan bueno– en Grecia, dos carros se dieron un abrazo inesperado, dejando a dos personas atrapadas por unos angustiosos minutos. Una de ellas, en condición crítica, fue trasladada al Hospital San Rafael, mientras que la otra, con carácter de urgencia, llegó al Hospital San Francisco de Asís. Menuda papeleta.
Este tipo de situaciones nos recuerdan la importancia de conducir con precaución, respetar las señales de tráfico y estar siempre alerta en la carretera. Más allá de las campañas publicitarias, la responsabilidad recae en cada uno de nosotros para evitar tragedias. Seamos conscientes de que detrás de cada volante hay vidas humanas esperando llegar sanas y salvo a casa. Es hora de reflexionar sobre nuestros hábitos al volante y pensar en los demás conductores, peatones y ciclistas que comparten nuestras calles y carreteras. ¿Usted qué opina, cree que las multas actuales son suficientes para disuadir a los imprudentes o necesitamos medidas más drásticas para cambiar la cultura de conducción en Costa Rica?
Ahora bien, me pregunto si estos datos nos indican una tendencia a la baja en accidentes, o si simplemente fue una racha de suerte. ¿Deberíamos celebrar esta noche tranquila o analizarla más a fondo para identificar patrones y posibles mejoras en la seguridad vial? Déjenme sus opiniones abajo, ¡quiero saber qué piensa la gente!