¡Ay, Dios mío! Se armó un lío tremendo con este negocio del musgo y la lana navideña. Parece que algunos nacionales piensan que el bosque es su patio trasero y pueden sacar de ahí lo que quieran para adornar los portales. Pero ojo, porque el MINAE está echándole lupa a esto y las multas no son precisamente un chunche.
La cosa es así: desde años atrás, la ley de conservación de la vida silvestre nos pone las barbas verdes si nos agarra recolectando musgo o lana que no esté debidamente autorizada. ¿Y qué significa eso? Pues que la única lana que puedes usar tranquilamente para darle un toque festivo a tu casa es la de potrero, esa que huele rico y es de color verdecito. Olvídate de esas lanas blancas, rojizas o amarillentas que andan colgando de los árboles como si fueran guirnaldas gratis – ¡eso es harina de otro costurero!
Yeimy Cedeño, el jefe del departamento de prevención del SINAC, nos explicó que el musgo no es cualquier cosita, ¿eh? Este bicho pequeño juega un papel importantísimo en nuestros ecosistemas. Capta el agua, ayuda a controlar la erosión del suelo, sirve de hogar para miles de insectitos… ¡Es un mundo entero en una pequeña almohadilla verde! Así que andar arrancándolo a diestra y siniestra es como estar tirando piedras a un río – daño colateral asegurado.
El MINAE-SINAC está haciendo toda clase de esfuerzos para concienciar a la gente. Nos sugieren usar alternativas más amigables con el medio ambiente, como arena o aserrín, o si de verdad queremos usar lana, que busquemos los permisos correspondientes. No es tan complicado, ¿verdad? Más vale prevenir que lamentar, especialmente cuando hablamos de proteger nuestros recursos naturales.
Ahora, entiendo que para muchos es costumbre decorarle el portal con musgo y lana, pero pensemos en el futuro, ¿va? Nuestras futuras generaciones merecen heredar unos bosques sanos y biodiversos, no un montón de árboles pelados y suelos erosionados. Ese es el verdadero espíritu navideño: cuidar lo que tenemos para que dure siempre.
Las autoridades nos recuerdan que si sospechas que alguien anda vendiendo o recolectando musgo o lana ilegalmente, tienes que denunciarlo. Puedes hacerlo llamando al 1192 o a través de la plataforma digital www.sitada.go.cr. ¡No te quedes callado! Si todos ponemos de nuestra parte, podemos hacer la diferencia.
Pero volviendo al tema de las multas... ¡ay, qué torta! Las sanciones por infringir la ley son bastante elevadas y pueden ir desde fuertes sumas de dinero hasta penas de cárcel. Así que piénsalo dos veces antes de comprar o vender ese musgo “de oferta” en la esquina, porque podrías terminar pagando un precio mucho más alto de lo esperado. De hecho, algunos vendedores ambulantes han sido sorprendidos ofreciéndolo abiertamente, ignorando la ley.
Entonces, ¿qué opinas, parce? ¿Crees que las autoridades deberían endurecer aún más las medidas contra quienes comercializan musgo y lana ilegal? ¿Será suficiente con las campañas de concientización o necesitamos aplicar multas más severas para disuadir a la gente de dañar nuestros bosques por un simple adorno navideño? ¡Déjanos tu comentario en el foro y veamos qué dice la chusma!
La cosa es así: desde años atrás, la ley de conservación de la vida silvestre nos pone las barbas verdes si nos agarra recolectando musgo o lana que no esté debidamente autorizada. ¿Y qué significa eso? Pues que la única lana que puedes usar tranquilamente para darle un toque festivo a tu casa es la de potrero, esa que huele rico y es de color verdecito. Olvídate de esas lanas blancas, rojizas o amarillentas que andan colgando de los árboles como si fueran guirnaldas gratis – ¡eso es harina de otro costurero!
Yeimy Cedeño, el jefe del departamento de prevención del SINAC, nos explicó que el musgo no es cualquier cosita, ¿eh? Este bicho pequeño juega un papel importantísimo en nuestros ecosistemas. Capta el agua, ayuda a controlar la erosión del suelo, sirve de hogar para miles de insectitos… ¡Es un mundo entero en una pequeña almohadilla verde! Así que andar arrancándolo a diestra y siniestra es como estar tirando piedras a un río – daño colateral asegurado.
El MINAE-SINAC está haciendo toda clase de esfuerzos para concienciar a la gente. Nos sugieren usar alternativas más amigables con el medio ambiente, como arena o aserrín, o si de verdad queremos usar lana, que busquemos los permisos correspondientes. No es tan complicado, ¿verdad? Más vale prevenir que lamentar, especialmente cuando hablamos de proteger nuestros recursos naturales.
Ahora, entiendo que para muchos es costumbre decorarle el portal con musgo y lana, pero pensemos en el futuro, ¿va? Nuestras futuras generaciones merecen heredar unos bosques sanos y biodiversos, no un montón de árboles pelados y suelos erosionados. Ese es el verdadero espíritu navideño: cuidar lo que tenemos para que dure siempre.
Las autoridades nos recuerdan que si sospechas que alguien anda vendiendo o recolectando musgo o lana ilegalmente, tienes que denunciarlo. Puedes hacerlo llamando al 1192 o a través de la plataforma digital www.sitada.go.cr. ¡No te quedes callado! Si todos ponemos de nuestra parte, podemos hacer la diferencia.
Pero volviendo al tema de las multas... ¡ay, qué torta! Las sanciones por infringir la ley son bastante elevadas y pueden ir desde fuertes sumas de dinero hasta penas de cárcel. Así que piénsalo dos veces antes de comprar o vender ese musgo “de oferta” en la esquina, porque podrías terminar pagando un precio mucho más alto de lo esperado. De hecho, algunos vendedores ambulantes han sido sorprendidos ofreciéndolo abiertamente, ignorando la ley.
Entonces, ¿qué opinas, parce? ¿Crees que las autoridades deberían endurecer aún más las medidas contra quienes comercializan musgo y lana ilegal? ¿Será suficiente con las campañas de concientización o necesitamos aplicar multas más severas para disuadir a la gente de dañar nuestros bosques por un simple adorno navideño? ¡Déjanos tu comentario en el foro y veamos qué dice la chusma!