¡Ay, Dios mío, qué alivio para unos cuantos! La Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa le dio el visto bueno al Cuarto Presupuesto Extraordinario, y eso significa que habrá lana para las pensiones de los más necesitados y también para esos ex estibadores que andaban en aprietos. A ver si así se les quitan unas preocupaciones, porque ya saben, el brete nunca termina.
La movida es bastante sencilla: el gobierno necesitaba unos refuerzos para cerrar el año sin que la CCSS se vaya al garete tratando de pagar las pensiones del Régimen No Contributivo (RNC). Este régimen es pa’ los que no tienen poder adquisitivo, los que han trabajado duro toda la vida pero no lograron acumular suficiente, y muchos adultos mayores que dependen de esto para sobrevivir. Imagínate, ¡diay, qué pena sería que se quedaran sin el sustento!
Pero no solo eso, también hubo preocupación por los ex estibadores de Limón y Moín. Con la apertura de los nuevos muelles, muchos perdieron su trabajo y quedaron varados. Esto ha generado un ambiente bastante tenso, con protestas y demandas justísimas. Entonces, el gobierno tuvo que buscarle la forma de compensarlos económicamente, aunque sabemos que ninguna suma alcanza a reemplazar el orgullo de tener un empleo digno.
Para financiar todo esto, la Comisión recortó unos dineros del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). Sacaron unos ¢2.800 millones, de los cuales ¢1.500 millones irán directos al RNC y ¢1.300 millones serán para los ex estibadores. Algunos van a decir 'ahora cómo hace el MOPT', pero parece ser que los recortes fueron de partidas destinadas a indemnizaciones y a la adquisición de terrenos para la carretera a San Carlos, un proyecto que anda arrastrando los pies desde hace rato. Vaya, ¡qué lata, pero se necesita priorizar lo esencial!
Además de todo esto, también le metieron mano a otros presupuestos. Al Ministerio de Educación Pública (MEP) le asignaron ¢1.107 millones para hacer algunos ajustes internos, lo cual siempre es bueno, porque ahí hay mucho que mejorar. También al Poder Judicial le dieron ¢312 millones para reajustes salariales, algo que era urgente porque los jueces y funcionarios judiciales merecen una remuneración justa por su labor. Y hasta dejaron unos ¢24,5 millones sobrantes de las Juntas de Educación y los gobiernos locales, ¡pa' gastar bien!
Ahora, la bola está en la cancha del Plenario Legislativo. Ahí tendrán que votar formalmente estos recursos, y esperemos que lo hagan rápido, porque la gente necesita saber si va a recibir su pensión a tiempo y si los ex estibadores van a obtener esa compensación prometida. Ya sabemos cómo son las cosas por acá, a veces tardan una eternidad en tomar decisiones, ¡pero vamos a mantener la esperanza!
Este movimiento, aunque positivo, nos deja pensando en cómo llegamos a esta situación. ¿Por qué tenemos que estar constantemente pidiendo presupuestos extraordinarios? ¿No podríamos haber planificado mejor las cosas desde el principio? ¿Es sostenible seguir dependiendo de estos parches para resolver problemas urgentes?
Y hablando en serio, ¿ustedes creen que estas medidas realmente ayudarán a solucionar los problemas de fondo relacionados con las pensiones y el desempleo en Costa Rica, o solo estamos poniendo curitas a una herida que necesita cirugía mayor? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes!
La movida es bastante sencilla: el gobierno necesitaba unos refuerzos para cerrar el año sin que la CCSS se vaya al garete tratando de pagar las pensiones del Régimen No Contributivo (RNC). Este régimen es pa’ los que no tienen poder adquisitivo, los que han trabajado duro toda la vida pero no lograron acumular suficiente, y muchos adultos mayores que dependen de esto para sobrevivir. Imagínate, ¡diay, qué pena sería que se quedaran sin el sustento!
Pero no solo eso, también hubo preocupación por los ex estibadores de Limón y Moín. Con la apertura de los nuevos muelles, muchos perdieron su trabajo y quedaron varados. Esto ha generado un ambiente bastante tenso, con protestas y demandas justísimas. Entonces, el gobierno tuvo que buscarle la forma de compensarlos económicamente, aunque sabemos que ninguna suma alcanza a reemplazar el orgullo de tener un empleo digno.
Para financiar todo esto, la Comisión recortó unos dineros del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). Sacaron unos ¢2.800 millones, de los cuales ¢1.500 millones irán directos al RNC y ¢1.300 millones serán para los ex estibadores. Algunos van a decir 'ahora cómo hace el MOPT', pero parece ser que los recortes fueron de partidas destinadas a indemnizaciones y a la adquisición de terrenos para la carretera a San Carlos, un proyecto que anda arrastrando los pies desde hace rato. Vaya, ¡qué lata, pero se necesita priorizar lo esencial!
Además de todo esto, también le metieron mano a otros presupuestos. Al Ministerio de Educación Pública (MEP) le asignaron ¢1.107 millones para hacer algunos ajustes internos, lo cual siempre es bueno, porque ahí hay mucho que mejorar. También al Poder Judicial le dieron ¢312 millones para reajustes salariales, algo que era urgente porque los jueces y funcionarios judiciales merecen una remuneración justa por su labor. Y hasta dejaron unos ¢24,5 millones sobrantes de las Juntas de Educación y los gobiernos locales, ¡pa' gastar bien!
Ahora, la bola está en la cancha del Plenario Legislativo. Ahí tendrán que votar formalmente estos recursos, y esperemos que lo hagan rápido, porque la gente necesita saber si va a recibir su pensión a tiempo y si los ex estibadores van a obtener esa compensación prometida. Ya sabemos cómo son las cosas por acá, a veces tardan una eternidad en tomar decisiones, ¡pero vamos a mantener la esperanza!
Este movimiento, aunque positivo, nos deja pensando en cómo llegamos a esta situación. ¿Por qué tenemos que estar constantemente pidiendo presupuestos extraordinarios? ¿No podríamos haber planificado mejor las cosas desde el principio? ¿Es sostenible seguir dependiendo de estos parches para resolver problemas urgentes?
Y hablando en serio, ¿ustedes creen que estas medidas realmente ayudarán a solucionar los problemas de fondo relacionados con las pensiones y el desempleo en Costa Rica, o solo estamos poniendo curitas a una herida que necesita cirugía mayor? Déjenme sus opiniones en los comentarios, ¡quiero saber qué piensan ustedes!