¡Ay, comadre! Quién se imaginaba, ¿verdad? En medio de Telenoticias, con toda la seriedad que caracteriza al noticiero, Don Ignacio Santos se mandó una jugada maestra. Rompió el protocolo, dejó el guion a un lado y le dedicó unas palabras a Rolando Arrieta, el realizador que siempre anda detrás de cámaras. Un gesto así te deja pensando, ¿no?
Como bien sabemos, estos programas no se hacen solos. Hay un montón de gente trabajando duro para que nosotros estemos informados. Pero a veces, esos héroes anónimos quedan en el olvido. Ese es precisamente el punto que quiso hacer Don Ignacio: resaltar el trabajo incansable de Rolando, quien además estaba celebrando otro año de vida y ocho años sirviendo en Teletica.
Imagínate la escena: el cierre de Telenoticias, la cámara enfocada en Santos, y de repente, un discurso espontáneo lleno de cariño y gratitud. Dijo que era un saludo especial, no una formalidad, porque Rolando es, y cito textualmente, “una de las personas más talentosas, más abnegadas y más solidarias con las que he tenido el privilegio de trabajar en televisión en mis 40 años”. ¡Eso sí que es halago, mi amor!
Y pa’ que nos entendamos, esto viene de un tipo que sabe de lo que habla. Don Ignacio lleva décadas en el periodismo y conoce a mucha gente. Que él diga que Rolando es 'un carga' es decir mucho, muy mucho. No es cualquier elogio, es un reconocimiento profundo a una persona que le entrega el alma a su trabajo, aunque no aparezca en pantalla.
En tiempos donde la tele está tomando cada vez más patadas y la gente exige transparencia, este acto de Santos nos recuerda algo importante: que detrás de cada nota, de cada reportaje, hay un equipo de personas que se esfuerzan al máximo. Gente como Rolando, que trabaja en silencio pero hace una diferencia enorme. Son como los cimientos de un edificio, nadie los ve, pero si faltan, todo se derrumba.
Rolando no es solo un realizador más; es parte del ADN de Telenoticias. Es alguien respetado por sus compañeros, alguien que aporta experiencia y buen rollo al ambiente laboral. Su trabajo es crucial para que todo salga perfecto cada noche, y ese reconocimiento público es una forma de agradecerle todo su esfuerzo.
Este detalle inesperado abre una ventana a ese mundo oculto de la producción televisiva, donde hay risas, tensiones, largas jornadas y, sobre todo, mucho trabajo en equipo. Nos demuestra que, a pesar de la competitividad y la presión, todavía hay espacio para el compañerismo y el agradecimiento mutuo. Una nota aparte para esos realizadores que son unos maestros en mantener todo funcionando a la perfección, sin buscar protagonismo.
Pues díganme, queridos lectores del Foro: ¿creen que este tipo de gestos humanizan la imagen de los medios de comunicación o simplemente es un truco más para conectar con la audiencia? ¿Ustedes recuerdan algún momento similar en otros programas o trabajos que hayan realizado?
Como bien sabemos, estos programas no se hacen solos. Hay un montón de gente trabajando duro para que nosotros estemos informados. Pero a veces, esos héroes anónimos quedan en el olvido. Ese es precisamente el punto que quiso hacer Don Ignacio: resaltar el trabajo incansable de Rolando, quien además estaba celebrando otro año de vida y ocho años sirviendo en Teletica.
Imagínate la escena: el cierre de Telenoticias, la cámara enfocada en Santos, y de repente, un discurso espontáneo lleno de cariño y gratitud. Dijo que era un saludo especial, no una formalidad, porque Rolando es, y cito textualmente, “una de las personas más talentosas, más abnegadas y más solidarias con las que he tenido el privilegio de trabajar en televisión en mis 40 años”. ¡Eso sí que es halago, mi amor!
Y pa’ que nos entendamos, esto viene de un tipo que sabe de lo que habla. Don Ignacio lleva décadas en el periodismo y conoce a mucha gente. Que él diga que Rolando es 'un carga' es decir mucho, muy mucho. No es cualquier elogio, es un reconocimiento profundo a una persona que le entrega el alma a su trabajo, aunque no aparezca en pantalla.
En tiempos donde la tele está tomando cada vez más patadas y la gente exige transparencia, este acto de Santos nos recuerda algo importante: que detrás de cada nota, de cada reportaje, hay un equipo de personas que se esfuerzan al máximo. Gente como Rolando, que trabaja en silencio pero hace una diferencia enorme. Son como los cimientos de un edificio, nadie los ve, pero si faltan, todo se derrumba.
Rolando no es solo un realizador más; es parte del ADN de Telenoticias. Es alguien respetado por sus compañeros, alguien que aporta experiencia y buen rollo al ambiente laboral. Su trabajo es crucial para que todo salga perfecto cada noche, y ese reconocimiento público es una forma de agradecerle todo su esfuerzo.
Este detalle inesperado abre una ventana a ese mundo oculto de la producción televisiva, donde hay risas, tensiones, largas jornadas y, sobre todo, mucho trabajo en equipo. Nos demuestra que, a pesar de la competitividad y la presión, todavía hay espacio para el compañerismo y el agradecimiento mutuo. Una nota aparte para esos realizadores que son unos maestros en mantener todo funcionando a la perfección, sin buscar protagonismo.
Pues díganme, queridos lectores del Foro: ¿creen que este tipo de gestos humanizan la imagen de los medios de comunicación o simplemente es un truco más para conectar con la audiencia? ¿Ustedes recuerdan algún momento similar en otros programas o trabajos que hayan realizado?