Cuando se acaban las ideas' - OPINIÓN - nacioncom
Este troll ha dado mucho de que hablar últimamente, sin embargo esto en negritas la saca del estado monumentalmente.
Ahora resulta que la libertad de expresión tiene un alcance tal donde podemos decir las sandeces más irracionales que se nos vengan a la mente al tiempo que nuestros detractores no "nos pueden molestar" por tener esas opiniones.
Para desgracia de doña Alexandra, no hay nada en nuestro ordenamiento jurídico que prohíba a los ciudadanos rebatir sus argumentos con insultos de por medio incluso.
El único que no puede meter la cuchara es el estado, de ahí en fuera no existe ningún derecho a "no ser molestado" derivado de la libertad de expresión.
Pero en fin, cuando se acaban las ideas...
Cuando se acaban las ideas
Luego de leer la nota de opinión “Odioso Integrismo”, me acordé de aquella famosa frase propia de la sabiduría popular, según la cual “cuando se acaban las ideas se recurre a los insultos”.
Desde el mes de junio del 2008, cuatro abogados iniciamos el proceso de autorización en el Tribunal Supremo de Elecciones, para recoger las firmas necesarias que se requieren para convocar un referéndum y consultar al pueblo el proyecto de ley “Unión Civil entre personas del mismo sexo”, en aquella época el Observatorio Ciudadano por la Vida y la Familia ni siquiera existía. De ahí que quienes hemos vivido el proceso de recolección de firmas sabemos a ciencia cierta que doña Laurencia Sáenz está total y absolutamente desinformada.
Entre hombre y mujer. Quienes promovemos el referéndum, creemos que los efectos del matrimonio deben ser reservados para la unión entre un hombre y una mujer.
Esto es así, porque la razón nos indica que cualquier sociedad o comunidad no es otra cosa más que un conjunto de familias –por ello el matrimonio y la familia son instituciones naturales–, anteriores al Estado, a las leyes e inclusive al derecho.
Para fundamentar lo anterior consideramos: que los seres humanos al ser mortales, requerimos para la supervivencia de la especie humana de la procreación, que naturalmente para que nazcan los nuevos seres humanos, es necesaria la unión biológica de una mujer y un varón; pero que no se trata solo de reproducción humana, sino que además de dar la vida, hay que transmitir educación, valores, cultura, etc., de modo que ese hijo que nace, con el paso de los años, llegue al uso pleno y maduro de sus facultades humanas.
Para que todo esto sea posible, no hay ni habrá un lugar más adecuado, que un hogar lleno de amor, respeto y comprensión que es lo que idóneamente debe gestarse entre los cónyuges.
Por lo anterior, tanto la Constitución Política de Costa Rica, como los principales instrumentos internacionales disponen, que es obligación del Estado proteger el matrimonio y la familia.
Ya que la figura propuesta en el proyecto de ley a consultar en el referéndum, tiene exactamente los mismos efectos del matrimonio, es evidente que, de aprobarse, NO se estaría cumpliendo con la obligación de dar una protección especial a la célula vital de la sociedad.
Si por expresar nuestros ideas, principios, creencias y valores se nos llama “obscurantistas” “retrógradas”, “integristas religiosos” “tradicionalistas” “opresores de los demás” y otros epítetos ofensivos, queda claro que quienes nos acusan de violar los derechos humanos son los que realmente los violan; esto es así porque nuestra libertad de expresión incluye el derecho a no ser molestados por causa de nuestras opiniones.
Este troll ha dado mucho de que hablar últimamente, sin embargo esto en negritas la saca del estado monumentalmente.
Ahora resulta que la libertad de expresión tiene un alcance tal donde podemos decir las sandeces más irracionales que se nos vengan a la mente al tiempo que nuestros detractores no "nos pueden molestar" por tener esas opiniones.
Para desgracia de doña Alexandra, no hay nada en nuestro ordenamiento jurídico que prohíba a los ciudadanos rebatir sus argumentos con insultos de por medio incluso.
El único que no puede meter la cuchara es el estado, de ahí en fuera no existe ningún derecho a "no ser molestado" derivado de la libertad de expresión.
Pero en fin, cuando se acaban las ideas...