BALDARES DISPARA: Las apariencias sí importan
Lic. Eduardo Baldares Phillips
Jun 16|19:18
La esposa del César no solo debe ser honesta, sino aparentarlo.
Esa es una máxima que debe recordar (y aplicar) cualquier figura pública.
Y los futbolistas lo son.
Lo dijo bien Ricardo Antonio La Volpe: “Les dí libre para cenar, no para emborracharse”.
Más allá de si se embriagaron o no, los jugadores que se fueron al “Olga´s Place” en Nueva Jersey cometieron un error.
Abrieron una puerta.
La puerta de las especulaciones, de las sospechas, del “puede ser”.
“Puede ser” que se hayan embriagado.
“Puede ser” que no.
Pero ese no es el punto.
El punto es: Dieron de qué hablar.
Se pusieron en el ojo del huracán.
Despertaron la burla fuera de nuestras fronteras (¿Vieron la caricatura que publicó el Diario Diez de Honduras?).
Cuando se representa al país no solo se debe ser profesional, sino aparentarlo.
No es hipocrecía, sino sentido de ubicación. No se va a misa en tanga ni a la piscina en vestido entero. Hay un tiempo y un lugar para todo.
La ida al citado bar-restaurante acaparó la atención por encima de lo deportivo.
De rebote, se convirtió también en elemento distractor, cuando la atención debería ser total en el rival de turno. En lo futbolístico.
Además, no solo afectaron a la selección, sino a sí mismos.
Justa o injustamente, es posible que ahora tengan que soportar a burlescos aficionados gritándoles “jumas” en los estadios.
¿Es injustificable que los hinchas rompan las válvulas de su presión emocional en los estadios a manera de catarsis?
Sí, pero se da, y un futbolista debería ser el primero en saberlo y cuidarse de ello.
Otros aficionados se han sentido sinceramente burlados, ofendidos, decepcionados luego de pasar un lunes negro tras la paliza ante México, para luego oír que mientras ellos sufrían los jugadores se reían en un bar.
No es que tuvieran que encerrarse en el hotel a cortarse las venas, sino que respetaran la situación y se comportaran a la altura, en actividades más edificantes.
¿Ir a Nueva Jersey, tan cerca de la Ciudad de los Rascacielos para meterse a un bar de ticos muy similar a los que hay acá?
Bueno, es respetable, pero qué lástima no darse el tiempo para enriquecerse como personas.
Cafeterías -y abiertas a altas horas- debe haber decenas en los alrededores de lugares emblemáticos de la Gran Manzana, como el Monumento Nacional Estatua de la Libertad, la Catedral de San Patricio, Rockefeller Center, los Jardines Botánicos, el Museo de Arte Metropolitano, Greenwich Village, el Empire State, Broadway y un sinfín de etcéteras. Ahí bien se pueden tomar un vinito sin alimentar el morbo.
Pero, bueno… lo hecho, hecho está.
Mientras no se hayan emborrachado, el asunto no es tan grave, pero que sirva de lección para no volver a exponerse en un futuro al escarnio popular.
Y, piénsenlo, ¿la próxima vez no sería mejor planificar un paseo educativo, de forma que les quede algo imperecedero del lugar visitado?
¿No sería una mejor manera de aprovechar las bendiciones que brinda el fútbol en la forma de viajes y, de paso, evitar escándalos?
FUENTE:MARIOSEGURA.COM