y otra
Hay más de trescientas profecías hechas de Jesús en el Antiguo Testamento. Profecías como de Su lugar de nacimiento, sobre cómo iba a morir, sobre Su rechazo por la nación de Israel, etc. Todas estas profecías fueron hechas muchos cientos de años antes que Jesús hubiera venido a la tierra. Debido a la precisión de las profecías, muchos escépticos creyeron que debían haber sido escritas después del año 70 d.C.—después del nacimiento y la muerte de Jesús, y la destrucción de Jerusalén. Por lo tanto, han tratado de negar que hayan sido profecías siquiera.
Sin embargo, en 1947, los Rollos del Mar Muerto fueron descubiertos. Estos rollos contenían el libro de Isaías y otros libros proféticos. Cuando fueron fechados, se encontró que habían sido escritos entre 120 y 100 a.C., mucho antes que hubiera nacido Jesús. Hubiera sido un logro imposible que Jesús hubiera cumplido trescientas profecías. Algunos dicen que las profecías se cumplieron por casualidad, pero las probabilidades en contra serían tremendamente grandes. Requeriría más fe creer en su ocurrencia fortuita que en el hecho que Jesús fuera Dios y que estas profecías fueron inspiradas divinamente.
Hay más de trescientas profecías hechas de Jesús en el Antiguo Testamento. Profecías como de Su lugar de nacimiento, sobre cómo iba a morir, sobre Su rechazo por la nación de Israel, etc. Todas estas profecías fueron hechas muchos cientos de años antes que Jesús hubiera venido a la tierra. Debido a la precisión de las profecías, muchos escépticos creyeron que debían haber sido escritas después del año 70 d.C.—después del nacimiento y la muerte de Jesús, y la destrucción de Jerusalén. Por lo tanto, han tratado de negar que hayan sido profecías siquiera.
Sin embargo, en 1947, los Rollos del Mar Muerto fueron descubiertos. Estos rollos contenían el libro de Isaías y otros libros proféticos. Cuando fueron fechados, se encontró que habían sido escritos entre 120 y 100 a.C., mucho antes que hubiera nacido Jesús. Hubiera sido un logro imposible que Jesús hubiera cumplido trescientas profecías. Algunos dicen que las profecías se cumplieron por casualidad, pero las probabilidades en contra serían tremendamente grandes. Requeriría más fe creer en su ocurrencia fortuita que en el hecho que Jesús fuera Dios y que estas profecías fueron inspiradas divinamente.