“Intrusos de la farándula” salió al aire con la premisa de convertirse en “la primera revista de espectáculos” y con el compromiso de ofrecer “lo más relevante del mundo de la farándula y los personajes más famosos de nuestro país”.
Sin embargo, partiendo de su propia definición, el programa tiene un “pequeño” problema de origen: en nuestro país no hay gente famosa. O, al menos, no tanta como para hablar de ella durante una hora, cinco días a la semana.
Las “celebridades”, como también se les llama a los famosos, son personas con un estilo de vida muy distinto al del resto de los mortales y gozan, por lo general, de una extraordinaria cobertura mediática.
Su estatus de “estrellas” los hace inasequibles y eso es parte del chiste. Es decir, uno no se los encuentra en el supermercado, en el cine ni en el bus de la Periférica.
Nuestras “celebridades” se reducen a un puñado de futbolistas, unos pocos músicos y a las figuras más destacadas de la televisión. (Los famosos de verdad, como Franklin Chang y Jorge Jiménez Deredia , no dan material para el chisme).
Cuando Édgar Silva camina por el mall , la gente lo vuelve a ver y algunos hasta le piden un autógrafo. Y no es casualidad. En Teletica llevan años forjando (bombo en mano) figuras reconocibles –con nombre y apellidos– y esto les ha dado muy buen resultado.
En Repretel se dieron cuenta y esa es una de las labores principales encomendadas a los Intrusos. Si no hay “famosos” de quiénes hablar, pues hay que fabricar los propios y, de paso, darse de codazos con la competencia.
Usted los ve aplaudirse, halagarse y otorgarle al trabajo de sus colegas de Repretel los más audaces calificativos. Los camarógrafos son “héroes”. El enfrentamiento de Maureen Salguero con un toro constituye “un hecho histórico” y que un presentador del noticiario aparezca un microsegundo en un video musical, de hace 20 años, es suficiente mérito para entrevistarlo y llamarlo “artista”.
Para “picar” a los de La Sabana los Intrusos utilizan el equivalente a la publicidad comparativa de productos comerciales. Informan, con el dramatismo del caso, de que en Telenoticias suspendieron a dos periodistas por un supuesto bajo desempeño en la cobertura de la erupción del volcán Turrialba, al tiempo que resaltan la extraordinaria labor de los reporteros de Repretel, en ese mismo suceso. La verdadera intención de la nota, salta a la vista.
El resto del programa es un relleno de notas periodísticas sobre temas tan intrascendentes como la cicatriz en el abdomen de una locutora radial o los nuevos “frenillos” de una modelo.
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