Yo le dí unas buenas samueliadas a mi hermana, pero las mejores se las hice a mi hijastra.
Siempre buscaba la manera para poder samueliarla. Una de ellas, fue cuando se me ocurrió meter mi teléfono celular, bien camuflado dentro de una caja, a la cual le hice un pequeño orificio, apenas para que se asomara la cámara. Lo puse en un lugar estratégico, que pudiera cubrir todo el panorama del servicio sanitario al baño y lo conecté vía wifi a mi computadora, mediante un programa, con el cual podía manipular la cámara del celular, como el poder encenderla y apagarla a mi gusto y ponerme a grabar un video de forma remota.
Cuando mi hijastra, ya entre 17 a 18 añitos, decidió meterse a bañarse, me acomodé en la sala de mi casa, con la computadora encendida y el programa ya en marcha, por lo que encendí remotamente la cámara de mi celular, logrando tener una vista privilegiada de la zona, donde pude observar a mi hijastra despojándose de su ropa, quedando totalmente desnuda ante la cámara, donde pude observar un culo grande y redondo, por cierto, el más rico que jamás habría visto en mi vida, dándome una exquisita vista de sus tetas, que no eran muy grandes, pero sí muy sabrosas y chupables.
Lo mejor, lo obtuve cuando ella se volteó, quedando de frente a la cámara y a una muy corta distancia, en un celular de la última tecnología del momento, cuya cámara era de una inigualable resolución, por lo que pude observar un mico bien sabroso, carnudito y bien depiladito, por lo cual, no pude aguantarme las ganas de darle unas lamidas a la pantalla de mi pc, ya que ese mico era "la gloria" y deseaba tenerlo en persona frente a mí, para poderle dar la más grande chupada del mundo. Me acuerdo que era tan buena la resolución de la cámara, que hasta pude agrandar la imagen del video y era como si ella estuviera desnuda frente a mí y su mico casi me lo estuviera restregando en mi boca.
Siempre que me acuerdo de eso, me doy una masturbada gloriosa.
A ella le he dado cualquier cantidad de samueliadas, siendo unas de ellas y unas de las mejores, las veces en la cual me metí a su cuarto a buscar alguna cosa cuando ella estaba dormida, pero descansaba sin cobijarse, vistiendo un short de tela suave y bien holgado, el cual le quedaba algo grande, con un pequeño elástico en su parte superior, especial para dormir, por lo que la acción del viento del abanico la levantaba ese short por el lado de sus piernas, logrando quedar a la vista una ropa interior tipo tanga, color beige, por lo que no pude aguantar las ganas de acercarme y ayudarle a se viento, con mis dedos, a levantarle más ese short, quedando ella prácticamente solo en su pequeña tanga a mi entera vista. Pero no contento con eso, acerqué mi cara lo más próximo a su zona púbica, quedando a unos cuantos milímetro de su mico, el cual, a como dije anteriormente, es carnudito, lo que se le veía sabroso en esa tanguita. Estaba tan cerca que si podía sacar mi lengua y estirarla un poco, se lo hubiera lamido con facilidad.
Pero las ansias y mi calentura me ganaron, por lo que procedí a tomar uno de los bordes de su tanga, de manera muy cuidadosa, y lo fui levantando poco a poco con mis dedos, logrando poder levantar en su totalidad la tanguita y así pude tener, totalmente a mi disposición y a unos escasos milímetros de mi boca, ese mico carnudito y sabroso, igual a como lo tuve la vez que lo logré grabar, solo que en esta oportunidad, si hubiera hecho un mínimo esfuerzo, si se lo hubiera chupado.
En otra ocasión hice algo parecido con ella, pero en ese momento si lo chupé todo, pero eso es tema para otra ocasión.