¡Ay, Dios mío, qué alivio! Quién diría que íbamos a ver esto tan pronto. La gasolina, después de tanto sufrimiento, nos da un respiro de campeonato. La ARESEP dio luz verde a unos ajustes que parecen sacados de un sueño, bajando los precios a niveles que ni nuestros abuelos recordaban. Y eso no es todo, ¡el cilindro de gas también se une a la fiesta!
Como si estuviéramos en una telenovela de esos que te dejan con ganas de más, la noticia llegó justo a tiempo para preparar los aguinaldos y hacerle cosquillas al bolsillo. Después de meses de sufrir con precios que parecían subir a toda velocidad, ahora podemos respirar tranquilos y planear esas compras navideñas sin tener que apretarnos tanto el cinturón. ¡Esto sí que es un regalo anticipado!
Vamos por partes, para que no se les vaya el hilo. La gasolina súper se desploma 19 colones, llegando a los 643 colones por litro. La regular tampoco se queda atrás, bájale 2 colones y se planta en 635. El diésel, aunque más moderadamente, también siente el cariño con una reducción de 6 colones, quedando en 557. Pero la verdadera joya de la corona es el gas licuado, ¡ese sí que nos salvó!, porque se cayó 224 colones, dejando el cilindro de 25 libras en unos regalados 6,800 colones.
Según Carolina Mora, la vocera de la ARESEP, este bajón es gracias a las fluctuaciones del mercado internacional. Aparentemente, estamos aprovechando que los precios de los hidrocarburos a nivel mundial se están relajando, y eso nos beneficia a nosotros, que somos importadores netos. Además, el dólar se mantiene relativamente estable, lo cual ayuda a que estas bajas se traduzcan en precios más accesibles para nosotros, los consumidores ticos.
Y aquí viene lo bueno, ¿qué significa esto para nuestras economías familiares? Pues, señores, que tendremos más plata en el bolsillo para gastar en cosas importantes. Ya sea para comprarle un chunche nuevo al niño, darse un gustazo con una cena especial o simplemente ahorrar para el futuro. ¡Con este respiro, hasta podríamos permitirnos irnos de pesca los fines de semana sin sentirnos culpables!
Pero no solo las familias se benefician de esta noticia, también el sector productivo y de transporte estará agradecido. Aunque el bajón del diésel sea más pequeño, sigue siendo importante para mantener la competitividad en una época de mucho movimiento logístico. Imagínate cuánto ahorran los camioneros y transportistas con estos precios más bajos, ¡eso se traduce en más eficiencia y menores costos para todos!
Ahora bien, hay que ponerle atención a la brecha entre la súper y la regular. Con esta diferencia mínima, muchos se preguntan si vale la pena pagar unos cuantos colones extra por la gasolina de mayor octanaje. Algunos expertos sugieren que si el vehículo no requiere necesariamente súper, lo mejor es echarle regular para ahorrar unos mangos. Otros dicen que la súper mejora el rendimiento del motor, pero eso ya depende del carro y de cómo lo manejes tú, mi pana. En fin, ¡cada quien que haga sus cuentas!
En resumen, parece que Santa Claus llegó temprano este año. Precios de combustible más bajos, más dinero en el bolsillo y la posibilidad de disfrutar de las fiestas decembrinas sin preocuparnos tanto por los gastos. ¿Será que finalmente podemos celebrar estas Navidades con verdadera alegría y despreocupación? Y aquí va la pregunta clave para rifarle en el foro: ¿Qué es lo primero que vas a hacer con el dinero que te sobra gracias a esta bajada de precios?
Como si estuviéramos en una telenovela de esos que te dejan con ganas de más, la noticia llegó justo a tiempo para preparar los aguinaldos y hacerle cosquillas al bolsillo. Después de meses de sufrir con precios que parecían subir a toda velocidad, ahora podemos respirar tranquilos y planear esas compras navideñas sin tener que apretarnos tanto el cinturón. ¡Esto sí que es un regalo anticipado!
Vamos por partes, para que no se les vaya el hilo. La gasolina súper se desploma 19 colones, llegando a los 643 colones por litro. La regular tampoco se queda atrás, bájale 2 colones y se planta en 635. El diésel, aunque más moderadamente, también siente el cariño con una reducción de 6 colones, quedando en 557. Pero la verdadera joya de la corona es el gas licuado, ¡ese sí que nos salvó!, porque se cayó 224 colones, dejando el cilindro de 25 libras en unos regalados 6,800 colones.
Según Carolina Mora, la vocera de la ARESEP, este bajón es gracias a las fluctuaciones del mercado internacional. Aparentemente, estamos aprovechando que los precios de los hidrocarburos a nivel mundial se están relajando, y eso nos beneficia a nosotros, que somos importadores netos. Además, el dólar se mantiene relativamente estable, lo cual ayuda a que estas bajas se traduzcan en precios más accesibles para nosotros, los consumidores ticos.
Y aquí viene lo bueno, ¿qué significa esto para nuestras economías familiares? Pues, señores, que tendremos más plata en el bolsillo para gastar en cosas importantes. Ya sea para comprarle un chunche nuevo al niño, darse un gustazo con una cena especial o simplemente ahorrar para el futuro. ¡Con este respiro, hasta podríamos permitirnos irnos de pesca los fines de semana sin sentirnos culpables!
Pero no solo las familias se benefician de esta noticia, también el sector productivo y de transporte estará agradecido. Aunque el bajón del diésel sea más pequeño, sigue siendo importante para mantener la competitividad en una época de mucho movimiento logístico. Imagínate cuánto ahorran los camioneros y transportistas con estos precios más bajos, ¡eso se traduce en más eficiencia y menores costos para todos!
Ahora bien, hay que ponerle atención a la brecha entre la súper y la regular. Con esta diferencia mínima, muchos se preguntan si vale la pena pagar unos cuantos colones extra por la gasolina de mayor octanaje. Algunos expertos sugieren que si el vehículo no requiere necesariamente súper, lo mejor es echarle regular para ahorrar unos mangos. Otros dicen que la súper mejora el rendimiento del motor, pero eso ya depende del carro y de cómo lo manejes tú, mi pana. En fin, ¡cada quien que haga sus cuentas!
En resumen, parece que Santa Claus llegó temprano este año. Precios de combustible más bajos, más dinero en el bolsillo y la posibilidad de disfrutar de las fiestas decembrinas sin preocuparnos tanto por los gastos. ¿Será que finalmente podemos celebrar estas Navidades con verdadera alegría y despreocupación? Y aquí va la pregunta clave para rifarle en el foro: ¿Qué es lo primero que vas a hacer con el dinero que te sobra gracias a esta bajada de precios?