¡Ay, Dios mío! Ya empezamos la semana con pinta de chaparrón intenso. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) mandó un llamado de atención a todos nosotros: prepárense porque este miércoles vamos a recibir aguaceros y tormentas eléctricas de esas que te dejan empapado hasta los huesos. No es broma, brete.
Según los expertos, la razón detrás de este clima revuelto tiene que ver con la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esa chinita que siempre anda moviéndose y causando estragos en nuestro clima. Parece que esta vez se activó bien fuerte y nos tiene a todos en modo “aguacero”. De hecho, los pronósticos hablan de que la ZCIT va a estar ahí por un buen rato, así que agarremos palomitas... o mejor, paraguas.
El IMN fue claro: “La posición y activación de la Zona de Convergencia mantendrá condiciones atmosféricas húmedas e inestables, facilitando la ocurrencia de lluvias durante la tarde e inicio de la noche.” En cristiano, significa que nos tocará mojar, y ni hablar si estamos lejos de casa. Más vale prevenir que lamentar, digo yo.
Y ojo, que no se trata de unas gotitas ligeras. Se esperan lluvias y aguaceros acompañados de tormentas eléctricas, concentradas principalmente en los sectores montañosos del Pacífico, el Valle Central, la Zona Norte y la costa Caribe. ¡Un recorrido completo! Si vives en alguna de estas zonas, redobla la máquina y ten cuidado con las ramas secas que hay dando vueltas.
Para cerrar el día, si tienes planes de salir por la Gran Área Metropolitana, también podrías enfrentarte a algunas precipitaciones, aunque más suaves. La Zona Norte y las áreas costeras del Pacífico tampoco se libran del diluvio. El IMN estima acumulados entre 20 y 50 milímetros, llegando incluso a 80 milímetros en algunos lugares en un lapso de seis horas. ¡Eso sí que es un diluvio!
Pero eso no es todo, mae. Aquí viene lo feo: los suelos ya están bastante podridos en el Pacífico Sur, la Península de Nicoya y la Zona Norte, gracias a las lluvias constantes de semanas atrás. Esto significa que el riesgo de deslizamientos e inundaciones aumenta significativamente si llueve fuerte en poco tiempo. Así que, si vives en una zona propensa a estas tragedias, redobla la seguridad y revisa tus alrededores. ¡No queremos sorpresas desagradables!
Además, el IMN nos recuerda que debemos tener mucho cuidado con las tormentas eléctricas y las ráfagas de viento que suelen acompañarlas. Pueden alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora en casos aislados. Imagínate volando un toldo o teniendo que agarrarte a un árbol para no caerte. ¡Qué despiche! Por eso, manténganse informados, eviten cruzar ríos crecidos y tengan cuidado con los cables eléctricos.
Ahora, dime tú: Con este panorama lluvioso, ¿crees que el gobierno debería invertir más en mejorar los sistemas de drenaje en nuestras ciudades, o deberíamos enfocarnos en educar a la población sobre cómo prepararse para estos fenómenos meteorológicos? Déjame leer tus ideas en los comentarios, ¡y que la Sanadora llueva bendiciones… aunque sean en forma de agua!
Según los expertos, la razón detrás de este clima revuelto tiene que ver con la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), esa chinita que siempre anda moviéndose y causando estragos en nuestro clima. Parece que esta vez se activó bien fuerte y nos tiene a todos en modo “aguacero”. De hecho, los pronósticos hablan de que la ZCIT va a estar ahí por un buen rato, así que agarremos palomitas... o mejor, paraguas.
El IMN fue claro: “La posición y activación de la Zona de Convergencia mantendrá condiciones atmosféricas húmedas e inestables, facilitando la ocurrencia de lluvias durante la tarde e inicio de la noche.” En cristiano, significa que nos tocará mojar, y ni hablar si estamos lejos de casa. Más vale prevenir que lamentar, digo yo.
Y ojo, que no se trata de unas gotitas ligeras. Se esperan lluvias y aguaceros acompañados de tormentas eléctricas, concentradas principalmente en los sectores montañosos del Pacífico, el Valle Central, la Zona Norte y la costa Caribe. ¡Un recorrido completo! Si vives en alguna de estas zonas, redobla la máquina y ten cuidado con las ramas secas que hay dando vueltas.
Para cerrar el día, si tienes planes de salir por la Gran Área Metropolitana, también podrías enfrentarte a algunas precipitaciones, aunque más suaves. La Zona Norte y las áreas costeras del Pacífico tampoco se libran del diluvio. El IMN estima acumulados entre 20 y 50 milímetros, llegando incluso a 80 milímetros en algunos lugares en un lapso de seis horas. ¡Eso sí que es un diluvio!
Pero eso no es todo, mae. Aquí viene lo feo: los suelos ya están bastante podridos en el Pacífico Sur, la Península de Nicoya y la Zona Norte, gracias a las lluvias constantes de semanas atrás. Esto significa que el riesgo de deslizamientos e inundaciones aumenta significativamente si llueve fuerte en poco tiempo. Así que, si vives en una zona propensa a estas tragedias, redobla la seguridad y revisa tus alrededores. ¡No queremos sorpresas desagradables!
Además, el IMN nos recuerda que debemos tener mucho cuidado con las tormentas eléctricas y las ráfagas de viento que suelen acompañarlas. Pueden alcanzar velocidades de hasta 80 kilómetros por hora en casos aislados. Imagínate volando un toldo o teniendo que agarrarte a un árbol para no caerte. ¡Qué despiche! Por eso, manténganse informados, eviten cruzar ríos crecidos y tengan cuidado con los cables eléctricos.
Ahora, dime tú: Con este panorama lluvioso, ¿crees que el gobierno debería invertir más en mejorar los sistemas de drenaje en nuestras ciudades, o deberíamos enfocarnos en educar a la población sobre cómo prepararse para estos fenómenos meteorológicos? Déjame leer tus ideas en los comentarios, ¡y que la Sanadora llueva bendiciones… aunque sean en forma de agua!