¡Ay, Dios mío! Resulta que la Contraloría nos está echando una sombrada seria con la deuda pública. Parece que estamos jugando a la ruleta rusa financiera y podríamos terminar regresando a esos tiempos donde hasta pa’ comprar un pan te sudaba la frente. Con la inflación comiéndose el salario y ahora esto… ¡qué despiche!
Según la Contraloría General de la República (CGR), si seguimos así, con este ritmo de colocaciones de deuda, podríamos superar el límite del 60% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso quiere decir, básicamente, que estamos gastando más de lo que ganamos, y eso nunca termina bien, ¿verdad, maes?
Julissa Sáenz, la gerente encargada de fiscalización, explicó que esas colocaciones millonarias en octubre y noviembre, hechas mediante subastas, son las principales causas de preocupación. Al separarnos unos cuantos billetes más de la billetera nacional y sumarles los ¢30,2 billones que ya tenemos acumulados, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ya está previendo números rojos al final del año.
Ahora, claro, hay algunos factores que podrían cambiar el panorama. El tipo de cambio, por ejemplo, puede jugar a nuestro favor, o también puede empeorar las cosas. Además, si logramos recuperar algunos fondos de esa ley de manejo eficiente de la liquidez, quizás podamos respirar un poco más tranquilos. Pero, brete, no podemos andar confiando en milagros, necesitamos control y responsabilidad.
Y ahí entra el diputado Jonathan Acuña, quien nos pinta un futuro no muy alentador. Dice que, aunque este año nos descongelaron los salarios a los trabajadores del sector público (y eso sí es un alivio, ¡uff!), para el 2027, si las cosas siguen así, tendremos que volver a aguantarnos la mordida y los salarios quedarán congelados otra vez. ¡Otra torta más para el pueblo!
Bernal Aragón, el subcontralor general, también está preocupado. Él dice que las medidas fiscales que hemos tomado últimamente parecen haber perdido fuerza. Esto se nota porque la deuda sigue creciendo y los resultados financieros no son los mejores. En pocas palabras, estamos en una cuerda floja, mi gente.
La verdad, es que esto nos afecta a todos, desde el que trabaja duro pa' llegar a fin de mes hasta el que manda en el país. Tenemos que empezar a darle más importancia a cómo manejamos nuestro dinero público y dejar de lado los gastos innecesarios. Se necesita una disciplina económica severa, o si no, vamos a acabar pagando las cuentas mucho más caras en el futuro. ¿Se imaginan tener que recortar servicios básicos para pagar la deuda? ¡Qué sal!
Entonces, díganme ustedes, ¿cree que el Gobierno está tomando las medidas correctas para controlar la deuda pública y evitar que tengamos que apretarnos aún más el cinturón? ¿Cuál debería ser la prioridad en estos momentos: frenar el endeudamiento o seguir invirtiendo en programas sociales?
Según la Contraloría General de la República (CGR), si seguimos así, con este ritmo de colocaciones de deuda, podríamos superar el límite del 60% del Producto Interno Bruto (PIB). Eso quiere decir, básicamente, que estamos gastando más de lo que ganamos, y eso nunca termina bien, ¿verdad, maes?
Julissa Sáenz, la gerente encargada de fiscalización, explicó que esas colocaciones millonarias en octubre y noviembre, hechas mediante subastas, son las principales causas de preocupación. Al separarnos unos cuantos billetes más de la billetera nacional y sumarles los ¢30,2 billones que ya tenemos acumulados, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ya está previendo números rojos al final del año.
Ahora, claro, hay algunos factores que podrían cambiar el panorama. El tipo de cambio, por ejemplo, puede jugar a nuestro favor, o también puede empeorar las cosas. Además, si logramos recuperar algunos fondos de esa ley de manejo eficiente de la liquidez, quizás podamos respirar un poco más tranquilos. Pero, brete, no podemos andar confiando en milagros, necesitamos control y responsabilidad.
Y ahí entra el diputado Jonathan Acuña, quien nos pinta un futuro no muy alentador. Dice que, aunque este año nos descongelaron los salarios a los trabajadores del sector público (y eso sí es un alivio, ¡uff!), para el 2027, si las cosas siguen así, tendremos que volver a aguantarnos la mordida y los salarios quedarán congelados otra vez. ¡Otra torta más para el pueblo!
Bernal Aragón, el subcontralor general, también está preocupado. Él dice que las medidas fiscales que hemos tomado últimamente parecen haber perdido fuerza. Esto se nota porque la deuda sigue creciendo y los resultados financieros no son los mejores. En pocas palabras, estamos en una cuerda floja, mi gente.
La verdad, es que esto nos afecta a todos, desde el que trabaja duro pa' llegar a fin de mes hasta el que manda en el país. Tenemos que empezar a darle más importancia a cómo manejamos nuestro dinero público y dejar de lado los gastos innecesarios. Se necesita una disciplina económica severa, o si no, vamos a acabar pagando las cuentas mucho más caras en el futuro. ¿Se imaginan tener que recortar servicios básicos para pagar la deuda? ¡Qué sal!
Entonces, díganme ustedes, ¿cree que el Gobierno está tomando las medidas correctas para controlar la deuda pública y evitar que tengamos que apretarnos aún más el cinturón? ¿Cuál debería ser la prioridad en estos momentos: frenar el endeudamiento o seguir invirtiendo en programas sociales?
