¡Ay, Dios mío! Otra vez la cosa se puso tensa en nuestras escuelas. Apenas estábamos digiriéndonos el susto de las amenazas de tiroteo que vivieron el Liceo de Flores y la UCR, y ahora nos toca lidiar con esto: una alerta de bomba en el Liceo de Santo Domingo. ¡Qué torta! Parece que alguien anda buscando fastidiar nuestro pedazo de tranquilidad.
La mañana de este viernes, la administración del liceo recibió un email con la amenaza, lo cual, obviamente, activó todos los protocolos de emergencia. Se movilizaron las autoridades, los bomberos, la Fuerza Pública... ¡todo mundo! No cualquiera lanza una amenaza así, ¿verdad? Imagínense el pánico que se armó entre los estudiantes y los profes. Menos mal que reaccionaron rápido y evacuaron a toda la gente al polideportivo de Santo Domingo.
Según fuentes oficiales, la institución emitió un comunicado súper corto y al grano: “La institución activó los protocolos para la salida de los estudiantes”. Lo importante era sacar a los muchachos a buen recaudo. También le pidieron a los papás que fueran a recoger a sus hijos, porque ya saben, la seguridad es primero. Y vaya que se vio movimiento de carros alrededor del liceo, madres preocupadas y algunos padres con cara de pocos amigos. Esto da que pensar, ¿no?
Los equipos antiexplosivos de los Bomberos y unidades especiales de la Fuerza Pública están revisando a fondo el plantel para descartar cualquier peligro. Hasta ahora, nada sospechoso, pero no se arriesgan a bajar la guardia. Ustedes saben cómo es, más vale prevenir que lamentar. Mientras tanto, la escuela está cerrada y todo el mundo a esperar resultados. Que no salga nada feo, ¡diay!
Este incidente se suma a una serie de alertas bastante fuertes que hemos vivido en los últimos quince días. Primero, la amenaza de tiroteo en Flores; luego, la evacuación de la UCR; y ahora esto en Santo Domingo. Claramente, hay algo raro pasando. Las autoridades están investigando si existe alguna relación entre estos casos, si hay un patrón detrás de estas amenazas. Esperemos que puedan darle pronto para capturar a quien esté causando todo este temor.
Para colmo, tuvieron que cancelar el “Proyecto del Día por tu Cole” que estaban organizando para este sábado. ¡Imagínense el esfuerzo que habían puesto ahí! Pues, se tuvo que suspender todo, priorizando la seguridad de los estudiantes. Un verdadero bajón para los muchachos, que estaban emocionados de trabajar en proyectos para mejorar su querido colegio. Ya les tocará reprogramar eso, esperando que la situación se calme pronto.
Esto me recuerda a cuando éramos niños y jugábamos a las escondidas, pero con el corazón en la boca. Ahora sí que no es juego de niños, sino una preocupación seria por la seguridad de nuestros jóvenes. Imaginen el impacto psicológico que esto puede tener en los estudiantes, tener que vivir bajo la constante amenaza de violencia. Requiere apoyo emocional y una respuesta contundente por parte de las autoridades para garantizar un ambiente escolar seguro y tranquilo. Es vital que se tomen medidas preventivas y se fortalezca la comunicación entre las familias, las escuelas y las fuerzas de seguridad.
En fin, estamos viendo una escalada de situaciones alarmantes en nuestras escuelas. ¿Será que necesitamos replantearnos la seguridad en los centros educativos, implementar programas de prevención contra la violencia y brindar mayor apoyo psicológico a estudiantes y profesores? ¿Creen que deberíamos involucrar más a las comunidades locales en la protección de nuestras escuelas o simplemente seguimos esperando que las cosas mejoren solas? ¡Dígame usted qué piensa al respecto!
La mañana de este viernes, la administración del liceo recibió un email con la amenaza, lo cual, obviamente, activó todos los protocolos de emergencia. Se movilizaron las autoridades, los bomberos, la Fuerza Pública... ¡todo mundo! No cualquiera lanza una amenaza así, ¿verdad? Imagínense el pánico que se armó entre los estudiantes y los profes. Menos mal que reaccionaron rápido y evacuaron a toda la gente al polideportivo de Santo Domingo.
Según fuentes oficiales, la institución emitió un comunicado súper corto y al grano: “La institución activó los protocolos para la salida de los estudiantes”. Lo importante era sacar a los muchachos a buen recaudo. También le pidieron a los papás que fueran a recoger a sus hijos, porque ya saben, la seguridad es primero. Y vaya que se vio movimiento de carros alrededor del liceo, madres preocupadas y algunos padres con cara de pocos amigos. Esto da que pensar, ¿no?
Los equipos antiexplosivos de los Bomberos y unidades especiales de la Fuerza Pública están revisando a fondo el plantel para descartar cualquier peligro. Hasta ahora, nada sospechoso, pero no se arriesgan a bajar la guardia. Ustedes saben cómo es, más vale prevenir que lamentar. Mientras tanto, la escuela está cerrada y todo el mundo a esperar resultados. Que no salga nada feo, ¡diay!
Este incidente se suma a una serie de alertas bastante fuertes que hemos vivido en los últimos quince días. Primero, la amenaza de tiroteo en Flores; luego, la evacuación de la UCR; y ahora esto en Santo Domingo. Claramente, hay algo raro pasando. Las autoridades están investigando si existe alguna relación entre estos casos, si hay un patrón detrás de estas amenazas. Esperemos que puedan darle pronto para capturar a quien esté causando todo este temor.
Para colmo, tuvieron que cancelar el “Proyecto del Día por tu Cole” que estaban organizando para este sábado. ¡Imagínense el esfuerzo que habían puesto ahí! Pues, se tuvo que suspender todo, priorizando la seguridad de los estudiantes. Un verdadero bajón para los muchachos, que estaban emocionados de trabajar en proyectos para mejorar su querido colegio. Ya les tocará reprogramar eso, esperando que la situación se calme pronto.
Esto me recuerda a cuando éramos niños y jugábamos a las escondidas, pero con el corazón en la boca. Ahora sí que no es juego de niños, sino una preocupación seria por la seguridad de nuestros jóvenes. Imaginen el impacto psicológico que esto puede tener en los estudiantes, tener que vivir bajo la constante amenaza de violencia. Requiere apoyo emocional y una respuesta contundente por parte de las autoridades para garantizar un ambiente escolar seguro y tranquilo. Es vital que se tomen medidas preventivas y se fortalezca la comunicación entre las familias, las escuelas y las fuerzas de seguridad.
En fin, estamos viendo una escalada de situaciones alarmantes en nuestras escuelas. ¿Será que necesitamos replantearnos la seguridad en los centros educativos, implementar programas de prevención contra la violencia y brindar mayor apoyo psicológico a estudiantes y profesores? ¿Creen que deberíamos involucrar más a las comunidades locales en la protección de nuestras escuelas o simplemente seguimos esperando que las cosas mejoren solas? ¡Dígame usted qué piensa al respecto!
